Algunos países latinoamericanos se han enfrentando a políticos que han puesto en riesgo la democracia en sus países, coartando libertades y poniendo en riesgo la vida de muchos de sus habitantes.
Cristian Rojas González, profesor e investigador del programa de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana (Colombia) y Jairo Velázquez, especializado en estrategia política, analizan para Actuall la situación política en América Latina.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraSegún el expresidente de Ecuador, Osvaldo Hurtado, los dictadores del siglo XXI acceden al poder mediante elecciones, pero “una vez instalados en el Gobierno, valiéndose de las instituciones democráticas desconocieron el orden constitucional bajo el cual asumieron el poder y lo reemplazaron por un sistema político contrario a los principios democráticos”.
¿Podrían entonces considerarse dictaduras los regímenes autoritarios o populistas que vive el continente?
Para analizar esta cuestión, Actuall habla con Cristian Rojas González, profesor e investigador del programa de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana (Colombia) y magister en Filosofía Aplicada de la Universidad de los Andes (Santiago de Chile), y con Jairo Velázquez, especializado en estrategia política y magister en relaciones internacionales y comunicación.
Ecuador: La prensa perseguida
J.V.- Económicamente ha sabido aprovechar la bonanza de los precios del petróleo y vincularse, de lejos, con el chavismo. Ahora, su persecución a los medios de comunicación es impresionante. Es especialmente interesante la creación de eufemismos para justificar las decisiones. Preocupa que los indígenas ya no le están apoyando tanto.
C.R.- Hay un excesivo poder del Presidente Correa que se ha visto en arbitrariedades contra la prensa (el caso de El Comercio de Guayaquil) y contra las libertades económicas. La facilidad que tiene el Ejecutivo para reformar la Constitución y ganar las elecciones, muestra la ausencia de auténticos frenos y contrapeso.
Venezuela: Dictadura autoritaria
J.V.- En mi opinión, los resultados de las elecciones del 6 de diciembre se los van a volver a inventar. Maduro o asume ya el poder autoritario y se consolida como una ‘democracia popular’ o como una dictadura en todo el sentido de la palabra.
C.R.- Sin duda la democracia más enferma de la región. Persecución a la oposición, a los medios de comunicación críticos, a la libre empresa, etc. Muestra claros rasgos de una dictadura autoritaria, pues aún hay un margen de acción para líderes opositores y asociaciones libres no políticas, como la Iglesia. Las elecciones del próximo 6 de diciembre dejarán ver hasta dónde llega la degradación de la democracia, pues la falta de garantías son un problema manifiesto. La violencia generalizada ha camuflado lo que podría ser una purga de disidentes políticos.
Argentina: ¿Actuación criminal del régimen?
J.V.- Que en las recientes elecciones se haya sacado a los peronistas del poder es algo interesante rumbo al futuro. Pero por ahora, hay que esperar.
C.R.- El triunfo de Mauricio Macri deja en evidencia que existían garantías para la oposición y la contienda electoral. La persecución a la prensa se dio de manera directa pero más sutil que en países como Venezuela. Las libertades económicas se vieron restringidas pero con aún con márgenes amplios de acción. Hay temas aún por dilucidar y que pueden reflejar una actuación criminal del régimen, como la posible eliminación del fiscal Alberto Nisman desde el Estado, y la complicidad con la impunidad en el caso del atentado contra la AMIA en Buenos Aires.
Nicaragua: Quieren ser Chávez pero sin dinero
J.V.- Esa democracia es un chiste. Los sandinistas quieren ser Chávez, pero sin dinero ni poder.
C.R.- El Gobierno de Ortega, y el excesivo poder de su esposa Rosario, recuerda el autoritarismo del sandinismo de la Guerra Fría. La ausencia de instituciones sólidas impiden un control del poder ejecutivo, y la empobrecida iniciativa privada por un modelo socialista dejan el país en manos de los políticos sin existencia de una auténtica sociedad civil. Nicaragua es hoy un feudo de Daniel Ortega y Rosario Murillo, como lo fue en su momento de los Somoza que tanto desprecian.