Un Sí a la Vida “sobre ruedas”

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    Desde el momento de la concepción, el feto es ya un ser humano único e irrepetible.

    Casi seis años después de la aprobación de la Ley del Aborto, popularmente conocida como Ley Aido… -hoy mas apropiadamente Ley Aido-Rajoy-,  seguimos inmersos en la desprotección jurídica de los seres humanos más indefensos y vulnerables, los no nacidos, cuyo destino queda sujeto a la voluntad de quienes paradójicamente en la inmensa mayoría de las ocasiones lo han concebido de forma voluntaria.

    En octubre de 2007, siendo aun arzobispo de Buenos Aires, decía el papa Francisco que «en la Argentina se vive una cultura del ‘descarte’ por la que se aplica la pena de muerte mediante el aborto y la eutanasia de ancianos mediante el abandono… Esta cultura es como una ´nueva ilustración´ que se expresa en un progresismo ahistórico, sin raíces y en un terrorismo demográfico».

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    Más recientemente, el papa Francisco denuncia esta situación en Laudato Si: «Es preocupante que cuando algunos movimientos ecologistas defienden la integridad del ambiente, y con razón reclaman ciertos límites a la investigación científica, a veces no aplican estos mismos principios a la vida humana. Se suele justificar que se traspasen todos los límites cuando se experimenta con embriones humanos vivos. Se olvida que el valor inalienable de un ser humano va más allá del grado de su desarrollo. De ese modo, cuando la técnica desconoce los grandes principios éticos, termina considerando legítima cualquier práctica… la técnica separada de la ética difícilmente será capaz de autolimitar su poder».     

    Mientras día tras día mueren 300 ninos en los tétricos abortorios de España, siguen sin explicarse las razones de esta locura colectiva, esta nueva ilustración, este falso progresismo, este desarraigo de humanidad, este auténtico terrorismo demográfico que, aunque no se quiera reconocer, deja secuelas en las madres que no lo serán por una decisión suya o por presiones de otras personas. Como suelen decir en los centros que se lucran con el aborto, ‘el problema se resuelve en cinco minutos’… Aunque a las madres, que no lo serán, les queden las secuelas para toda la vida.

    El relativismo imperante pretende convertir un delito en un derecho

    El relativismo imperante pretende convertir un delito en un derecho. ¿Qué es lo  que ha pasado para que la Organización de las Naciones Unidas promueva hoy el aborto? Tan solo 50 años este Organismo proclamaba en el Artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que «todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona».

    Algunos se escudan en la acientífica suposición de que los embriones o los fetos no son personas, no son seres humanos o ni siquiera son vidas humanas… cualquier cosa menos reconocer que los avances de la Genética, la Biología Celular y la Embriología han demostrado que la vida humana se inicia con la concepción y transcurre sin solución de continuidad desde entonces hasta la muerte natural. Por ello y dado que un 3 de abril de hace ya 22 años murió Jerome Lejeune (1926-1994), conviene recordar lo que decía este importante médico, genetista y defensor de la vida, descubridor de la causa del síndrome de Down (trisomía 21)… a propósito del inicio de la vida humana: «La sinfonía de la vida está escrita mediante un código muy especial en la molécula de ADN… Si la información que está en la primera célula es información humana, entonces este ser es un ser humano… El mensaje genético es vital y su manifestación es vida. Aún más brevemente diría, fuera de toda discusión, que si el mensaje es un mensaje humano, el ser es un ser humano».

    Se utiliza los conceptos de ‘igualdad’ y la ‘liberación de la mujer’ como excusas para insuflar en las sociedades occidentales la ‘ideología de género’

    Las razones por las que se pretende promover y favorecer el aborto en el mundo desde las Naciones Unidas son básicamente dos: la primera de carácter socio-económico y la segunda de orden ideológico. Por un lado se esgrime la necesidad de regular el crecimiento de la poblacion mundial -en continuo crecimiento-, para paliar las dificultades de abastecimiento de los recursos alimenticios y el bienestar de una poblacion que ha rebasado los 7.000 millones de seres humanos. Por otra parte, se utiliza los conceptos de ‘igualdad’ y la ‘liberación de la mujer’ como excusas para insuflar en las sociedades occidentales la ‘ideología de género’, lo que implica, entre otras cosas, que las mujeres puedan tomar la decisión inicial sobre su embarazo y que esa decisión, consciente y responsable, sea respetada, anteponiéndola incluso a la vida de su propio hijo, como se señala en el preámbulo de la vigente ley del aborto española de 2010.

    La auténtica realidad es que hoy no hay un problema de falta de recursos alimentarios para la poblacion mundial, sino de voluntad política para favorecer una mejor distribución, como bien ha señalado múltiples veces la FAO. Por otra parte se trata de imponer un falso concepto de igualdad. La verdadera igualdad es la que tiene en cuenta a los demás como iguales a uno mismo, con el mismo derecho que cada uno a la vida. Decía la santa alemana de origen judío Santa Teresa Benedicta de la Cruz, Edith Stein (1891-1942), en una carta dirigida al Papa Pío XI en 1933, que «una ética real de la dignidad sólo se puede lograr a través del convencimiento de que los demás son personas iguales a nosotros, con una sensibilidad y un proyecto de vida singular, en definitiva con una dignidad, que no se debe romper».

    GAllardón: El aborto no tiene que ver con el progreso, «quienes defienden la vida somos los verdaderamente modernos y progresistas».

    Que nadie se lleve a engaño, el aborto no tiene que ver con el progreso, «quienes defienden la vida somos los verdaderamente modernos y progresistas… Mientras que lo contrario, defender la cultura de la muerte, el aborto, es retrógrado, porque la defensa del más débil es lo verdaderamente progresista», como nos recordó el ex ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón en el I Foro europeo One Of Us, el 10 de Marzo pasado en París. ¿De verdad alguien puede pensar que el aborto es humano?, ¿tiene algo que ver la destrucción de una vida en las primeras etapas de su desarrollo con la humanidad?

    Detrás del aborto lo que se esconden son intereses ideológicos y por supuesto económicos. Cualquier cosa menos afrontar auténticas políticas de planificación familiar que ayuden a la mujer embarazada a compatibilizar el derecho al trabajo y la maternidad. No deben confundirse las acertadas políticas de la liberación e igualdad de derechos de las mujeres con la pretendida atribución del derecho al aborto.

    Por ello, quienes defendemos la vida humana desde la fecundación hasta la muerte natural no vamos a cejar en defenderla desde la fecundación hasta la muerte natural. Acudamos, un año más a la llamada de la Plataforma “SÍ A LA VIDA”, que como en años anteriores convoca a la sociedad española que cree en el valor insustituible de toda vida humana, y celebremos juntos el Día Internacional de la Vida, trasladado al domingo 10 de abril, mediante la celebración de una Jornada Festiva: “la vida sobre ruedas”,   en el Palacio de Cristal de Arganzuela, Madrid Rio, a las 12 de la mañana.

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    Doctor en Biología, Catedrático Emérito de Genética, Presidente de CiViCa, Ciencia, Vida y Cultura. Consultor del Pontificio Consejo de la Familia. Pertenece a diversos comités de Bioética. Autor de varios libros de divulgacón científica y de bioética. Participa en másteres, cursos, conferencias, publicaciones y medios de comunicación.