- Abortista declarada. La vicepresidenta del Congreso ha manifestado en multitud de ocasiones su opinión sobre el aborto. Hace unos meses durante una tertulia en La Sexta no solo reiteró su apoyo, sino que abrió la puerta del PP a quienes no pensaran como ella: «En mi partido no cabe quien diga ‘no al aborto». Ni Rajoy ni ningún otro miembro del Gobierno que prometió la derogación de la Ley Aído reprochó a Villalobos tales afirmaciones.
- Sancionada por votar a favor del matrimonio gay. Abril de 2005. Corrían otros tiempos aunque los protagonistas fueran los mismos. El PP de Rajoy, en la oposición, rechazaba todas las propuestas ideológicas del Gobierno de Zapatero. Entre ellas la del matrimonio gay, que incluso fue recurrida ante el Tribunal Constitucional. En el Congreso Celia Villalobos votó ‘sí’ en dos ocasiones la ley que rechazaba su partido. Aquello le costó una sanción del mismo PP, un partido que 10 años después arrincona a los diputados que exigen el cumplimiento de la reforma del aborto incluida en el programa electoral.
- La mujer del poderoso Arriola. No se le conocen a Celia Villalobos mayores méritos curriculares que el de ser la esposa del sociólogo de cabecera del PP para haber llegado a ministra de Sanidad (segunda legislatura de José María Aznar) o actualmente a vicepresidenta del Congreso. El respeto y temor que Pedro Arriola infunde en el partido es proporcional a la influencia que ejerce sobre el presidente del Gobierno.
- A gritos contra su chófer. Tras una sesión en el Congreso, Celia Villalobos esperaba al coche oficial en la rampa del garaje. La vicepresidenta de la cámara se impacientaba por la tardanza de su chófer. Entonces, estalló en gritos: «¡Venga, Manolo! ¡Al final el mío va a ser el último… venga, cono! ¡No son más tontos porque no se entrenan! ¡Vamos, joder!».
- Mal recuerdo como alcaldesa de Málaga. Los malagueños no le perdonan la destrucción del barrio de La Coracha. La alcaldesa ordenó la demolición de las casas del barrio después de convocar un concurso de ideas para rehabilitar esa zona y en el que se gastó el presupuesto destinado a premios, becas e investigación. De Celia Villalobos también recuerdan los malagueños otro incumplimiento, el «Plan Guadalmina», un proyecto para soterrar el río junto a la construcción de un metro subterráneo y una carretera. Aquello nunca vio la luz.
- Jugando al ‘candy crush’ mientras habla Rajoy. Durante el Debate del estado de la Nación del pasado 26 de febrero, la vicepresidenta de la cámara fue pillada ‘in fraganti’ jugando al Candy Crush en su tableta mientras en la tribuna de oradores Mariano Rajoy pronunciaba un discurso. Ni siquiera el presidente del Gobierno merecía su atención.
- «Los andaluces se fueron a Cataluña por culpa de un nazi como Franco». Ha sido su última salida de tono. Con muchas ganas de situarse en la vanguardia progre del PP, Celia Villalobos despachaba así la cuestión de los catalanes contrarios a la independencia de Cataluña. «Muchísimos andaluces tuvieron que salir de Andalucía por culpa de un nazi como Francisco Franco. Espero que no tengan que volver a ver las tumbas de sus familiares con un pasaporte extranjero».
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