Un joven de 17 años, Carlos José Moreno, ha fallecido por un disparo en la cabeza en Caracas, durante la megamarcha contra el régimen de Maduro. Y posteriormente perdía la vida una joven de 24 años, Paola Ramírez, joven de 24 años en San Cristóbal (Tachira), junto a la frontera colombiana. La mujer recibió un disparo mientras atravesaba una de las protestas.
Así, a golpe de disparos y gases lacrimógenos, ha respondido el régimen de Maduro a la “Madre de todas las Marchas” que ha conseguido movilizar a un millón de venezolanos, que piden elecciones, la vuelta al Estado de derecho y la liberación de presos políticos. Los registros graficos divulgados en las redes sociales constatan la participación masiva de ciudadanos de todas las clases sociales.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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— Julio Borges (@JulioBorges) April 19, 2017
El tercer cadáver ha sido el de un militar, que ha sido abatido por un francotirador.
Hay registros de el uso de la violencia contra los manifestantes por parte de funcionarios del gobierno, especialmente de “colectivos” y policias, en decenas de ciudades. El Ejercito no ha intervenido hasta el momento, lo que han agradecido algunos de los diputados opositores presentes en las marchas.
Tenemos 45 minutos resistiendo. Nos reprimen con bombas la guardia nacional. Seguimos, no nos cansamos, Vamos Venezuela! pic.twitter.com/bFuqyzmDOk
— Lilian Tintori (@liliantintori) April 19, 2017
La Conferencia Episcopal Venezolana exigió hoy al presidente Nicolás Maduro y a las Fuerzas Armadas que respeten el derecho de manifestación de los opositores al régimen y que no repriman violentamente los actos de protesta pacífica.
Los obispos venezolanos temen un baño de sangre después de que, a unas horas de realizarse la “Madre de todas las Marchas”, el dictador venezolano denunciara un supuesto “complot militar”.
Diosdado Cabello, líder del gobierno en la Asamblea Nacional, amenazó con realizar una “contra-marcha chavista” con por lo menos 60 mil personas “motorizadas” fieles al régimen y previsiblemente armadas.
En el comunicado, divulgado esta madrugada, los obispos afirman que la protesta cívica y pacífica es derecho legítimo amparado por la Constitución y no un delito.
“La democracia se caracteriza, ante todo, por el respeto y protección de los derechos de los ciudadanos. Cuando Gobierno los desconoce o irrespeta, deja de ser un Estado democrático y pierde legitimidad, […] otros factores también niegan la democracia, como la concentración de los poderes en manos de un solo poder. Esta es la situación actual de Venezuela”, dicen.
Funcionarios del Estado reprimen una vez más en la #AFF a manifestación pacífica que se dirigía a la Defensoría del Pueblo #19VzlaEnLaCalle pic.twitter.com/rB4yyf3ySz
— Unidad Venezuela (@unidadvenezuela) April 19, 2017
En el texto los prelados hacen un llamado a que los ciudadanos no cedan a cualquier agresión y se manifiesten pacíficamente. Recuerdan a todos los venezolanos que “matar es un pecado que ofende gravemente a Dios” y pide a las fuerzas policiales y castrenses que si se ven obligados a actuar respeten de forma irrestrica la dignidad de las personas y el derecho a la libre expresión.
Las informaciones parciales con las que cuenta la Mesa de Unidad Democrática, plataforma colegiada que convoca las marchas contra el régimen, dan cuenta de que por lo menos 200 municipios, entre los que están las principales ciudades del país, hay movilizaciones.
Comenzaron a las diez de la mañana, horario local de Caracas, y algunas se extenderán hasta el fin de la tarde. Aunque aún no hay un recuento de afluencia la Mesa considera que podría llegar a casi medio millon de personas en todo el país.
Maduro ordenó la militarización del país
Horas antes Nicolás Maduro intentó con amenazas debilitar lo que podría ser el mayor acto público de repudio a su régimen autoritario. A unas horas de realizarse lo que la oposición ha llamado “Madre de todas las Marchas”, el presidente venezolano anunció en cadena nacional que ha detenido al líder de un supuesto “complot militar” y que desplegaría un operativo represivo para “garantizar el funcionamiento del país”.
En reunión con el alto mando político y militar en el Palacio de Miraflores, transmitida en directo por radio y televisión éste martes , Maduro aseguró que fueron identificados y desmantelados “varios grupos” que estaban “a punto de dar un golpe de Estado”.
Entre los detenidos, según explicó, hay miembros de las Fuerzas Armadas y uno de los “cabecillas” ya preso sería un militar retirado de alta patente cuyo nombre no reveló. De acuerdo con el presidente los Estados Unidos dio “luz verde” al supuesto complot y lo estaría financiando para posibilitar una “intervención directa” en el país.
500 mil civiles adeptos al régimen recibirán “entrenamiento” y un fusil para defender “su barrio, su territorio y a la revolución bolivariana” de “los traidores de la patria”
Movilización de toda la estructura militar, policial y civil
También comunicó la activación de lo que llamó “plan Zamora”: la movilización de toda la estructura militar, policial y civil fiel al régimen “para garantizar el funcionamiento del país, su seguridad y el orden interno”. O sea, el país será militarizado.
Las declaraciones llegan un día después de que Maduro exigiera el respaldo “incondicional” del ejército y anunciara la ampliación de la Milicia Nacional Bolivariana, un cuerpo de apoyo a las fuerzas armadas, con medio millón más de efectivos.
Traduciendo: 500 mil civiles adeptos al régimen recibirán “entrenamiento” y un fusil para defender “su barrio, su territorio y a la revolución bolivariana” de “los traidores de la patria”. En un comunicado, la opositora Mesa de la Unidad Democrática afirmó que Maduro insiste en “denunciar guerras imaginarias y conspiraciones inexistentes […] estamos convencidos de que el país sabe quienes son los golpistas y contra ellos marchará”.
Tales palabras y acciones son una evidente amenaza en la víspera de la marcha a la que alude el comunicado. La oposición espera realizar hoy la mayor manifestación pública contra el régimen, al punto de denominarla “la Madre de todas las Marchas”.
El 74 % de los venezolanos quiere un cambio de gobierno y apoya la realización de las elecciones presidenciales que el gobierno ha impedido
Y efectivamente puede serlo si el miedo no vence a los venezolanos. Hace tan solo algunos días, el 13 de abril, en plena Semana Santa por primera vez casi todas las ciudades del país registraron actos de protesta.
En 300 de los 335 municipios millares de ciudadanos marcharon pacíficamente, bajo la lluvia y afrotando en muchos casos la violencia represora del “chavismo”. Este miércoles el número de ciudades y manifestantes puede incrementarse.
Los sondeos más recientes revelan que el 74% de los venezolanos quiere un cambio de gobierno y apoya la realización de las elecciones presidenciales que el gobierno ha impedido.
Ayer mismo, Julio Borges, presidente de la Asamblea venezolana hizo un llamado abierto a las Fuerzas Armadas para “cuplir con su función constitucional”, atender a los dictámenes de su conciencia y no violentar al pueblo que salga a las calles.
Los adversarios de Maduro están en las calles desde hace tres semanas, en protestas que han culminado frecuentemente en choques con las fuerzas de seguridad, que dejaron hasta ahora seis muertos, decenas de heridos y más de 500 detenidos.
Diosdado Cabello, líder del gobierno en la Asamblea Nacional, advirtió que hoy durante la “Madre de todas las Marchas” también habrá una “contra-marcha chavista” con por lo menos 60 mil “motorizados” fieles al régimen que previsiblemente estarán armados.
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