El Partido Nacionalista Vasco ha ganado las elecciones en el País Vasco de manera clara -aunque sin mayoría absoluta- al obtener 29 escaños. El segundo partido ha sido EH Bildu, con 17 diputados, Podemos ha obtenido 11, el Partido Socialista 9 y los mismos el Partido Popular.
El PNV de Íñigo Urkullu no alcanza la mayoría absoluta, pero sí disfrutaría de la misma si recibe el apoyo del PSOE o del PP. En las elecciones autonómicas del 21 de octubre de 2012, el PNV ganó los comicios tras conseguir 27 escaños. El segundo puesto fue para EH Bildu, con 21 representantes, seguido de PSE, con 16, y PP con 10. Por último, UPyD logró un escaño.
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Suscríbete ahoraCabe destacar el descalabro del PSE, que ha pasado de 16 escaños en 2012 a 9 en estas elecciones. El PP pierde uno respecto a los comicios de hace cuatro años, por lo que la lectura de ambas situaciones es el retroceso del constitucionalismo en el País Vasco. Y es que los representantes políticos de ETA (con 17) han cosechado casi los mismos escaños que ambas fuerzas juntas.
Una de las lecturas de los resultados en las tres provincias vascas es el arrinconamiento de los partidos defensores de la unidad de España: el PSOE y el PP. Si en las elecciones de hace dos años sumaban 26 escaños (16 y 10), en el año 2009 la suma era de 38 escaños (25 y 13 respectivamente), cosa que les permitió formar gobierno de coalición.
Núñez Feijóo, ¿futuro líder del PP nacional?
En Galicia las cosas están mucho más claras. El PP gallego, liderado por Alberto Núñez Feijóo, ha obtenido la mayoría absoluta al alcanzar 41 escaños. En segundo lugar están En Marea (Podemos) empatados con el PSOE a 14 escaños. Los nacionalistas del BNG se quedan con 6 escaños.
La figura de Núñez Feijóo sale muy reforzada de cara a una futura pugna por el liderazgo del PP. Con tres escaños por encima de la mayoría absoluta, el PP seguirá al frente de Galicia al cosechar los mismos escaños que en las elecciones de 2012.
Por el contrario, el PSOE de Galicia pasa de 18 escaños hace cuatro años a 14. Un mal resultado que, sumado al del País Vasco, supone un palo al liderazgo del secretario general del partido, Pedro Sánchez, que deberá valorar ahora si le conviene llegar a unas terceras elecciones generales.