Rita Maestre, la portavoz de Ahora Madrid, ha pasado de ser condenada por su asalto a la capilla de la universidad Complutense a ser absuelta de todos los cargos gracias al juez David Cubero, quien considera que no hubo profanación y que se podía amparar el hasta entonces delito en la libertad de expresión.
Pero más allá de la resolución, la polémica de este caso se ha centrado también en el hombre que ha impartido justicia, David Cubero, cuya imparcialidad fue puesta en duda por una de las partes acusadoras, el Centro Jurídico Tomás Moro, al encontrar dos aspectos que le relacionaban con la enjuiciada.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraSu recusación fue rechazada y no se cambió al juez por sus vínculos con Maestre, quien finalmente ha sido absuelta.
Para el Centro Jurídico Tomás Moro existían dos incompatibilidades para que Cubero fuese el encargado de llevar esta causa:
La primera tiene que ver con la universidad Carlos III de Madrid, de la que es profesor el señor Cubero dentro del departamento de Derecho Procesal.
Resulta que su jefe, Víctor Moreno Catena, el catedrático de ese departamento, fue compañero del abogado defensor de la señora Maestre en la junta directiva de la Unión Española de Abogados Penalistas para la Defensa de los Derechos.
Además, ambos letrados –Víctor Moreno y Gonzalo Martínez-Fresneda– coinciden en la defensa de varios imputados en el escándalo de los ERE de Andalucía. El primero defiende a los imputados Mar Moreno y Gonzalo Martínez. Por su parte, el abogado de Maestre, Gonzalo Martínez-Fresneda, es el encargado de defender al ex consejero de la Junta de Andalucía Gaspar Zarrías.
En cuanto al segundo motivo, hace referencia a la asociación de magos Abracadabra, de la cual el magistrado David Cubero es secretario.
Dicha asociación se benefició de la concesión por parte del Ayuntamiento de Madrid, dirigido por la alcaldesa Manuela Carmena, de la cesión gratuita de un local en el antiguo Matadero municipal para celebrar la VIII Semana de la Magia Solidaria.
El Consistorio de Madrid figura además como patrocinador de este acto, celebrado en noviembre de 2015.
«Una percepción razonable de parcialidad destruye la confianza en el sistema judicial»
Sin entrar a valorar la posible relación o no del magistrado con la acusada, lo que marca la Justicia es que no haya la mínima sospecha de relación entre el juez y la persona sentada en el banquillo. Y lo que denunció el Centro Jurídico Tomás Moro es que este no era el caso.
«Si la independencia es condición previa para la imparcialidad, esta debe existir como cuestión de hecho y como percepción razonable, porque una percepción razonable de parcialidad destruye la confianza en el sistema judicial», reza el escrito de esta acusación particular, que fue desestimada.
