Marie Stopes, uno de los mayores proveedores del aborto a nivel mundial, ha elegido Uganda para llevar a cabo estas prácticas de manera ilegal vertiendo los cuerpos de los bebés no nacidos en las alcantarillas.
Las actuaciones se descubrieron al publicarse un vídeo titulado «Matando en África». Desee Kirabo, una antigua empleada de la plantilla que formaba parte del hospital, aseguraba en una entrevista que «todo allí era aborto» contrariamente a lo que le dijeron años antes. En 2011, le vendieron el lugar como un proyecto de planificación familiar.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraDesire Kirabo: «Los llantos y gritos eran constantes en la clínica»
Descubrir las técnicas y los abortos que se estaban practicando fue un gran golpe para Kirabo, según informa LifeSiteNews. Para ella, los llantos y gritos eran constantes en la clínica subiendo incluso el volumen de la radio para disimular estos ruidos. Pero la ex empleada que fue despedida de manera injusta en 2012 no se mantuvo al margen.
https://twitter.com/CardinalNapier/status/821569923868721156
Según Kirabo, los abortos eran realizados a ninas menores de 16 años sin preguntar antes como habían llegado a ese estado. No les dejaban tiempo para pensar ni reaccionar, llegaban a la clínica y actuaban. Día tras día se practicaban abortos tanto a mujeres como a ninas.
Antes de las 14 semanas de gestación eran arrojados a los baños
Los protagonistas de llevar a cabo estas atrocidades no eran médicos sino ayudantes. Lo peor de todo llega cuando Kirabo destapa el cruel destino para los no nacidos. Hasta las 14 semanas, los no nacidos se tiraban al baño y después de las 14 semanas de gestación la mayoría acababan en aguas residuales.
CitizenGO ha lanzado una alerta para acabar con estas prácticas ilegales en el país africano que ha conseguido ya casi 16.000 firmas.
El vídeo revela por una entrevista con Nottingham a David Paton, que el gobierno británico dio 4,5 millones de dólares a Marie Stopes para «la salud reproductiva» en los países en vía de desarrollo. También declara que los gobiernos de Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, Australia y Países Bajos apoyan estas prácticas con subvenciones que suman 250 millones de libras.
Estos fondos van directa o indirectamente a una organización que proporciona abortos ilegales. Sin embargo, Marie Stopes argumenta que la ley en Uganda es confusa.