petición de Arcopoli para que ondee la bandera arcoíris en los colegios
petición de Arcopoli para que ondee la bandera arcoíris en los colegios / Twitter

La asociación LGTBI Arcopoli quiere sacar el máximo partido a la ley Cifuentes y ha iniciado una campaña en Twitter para explotar todas las ventajas que le ofrece esta norma que se aprobó en la Asamblea de Madrid por unanimidad.

Para ello ha lanzado una serie de tuits en los que por un lado recuerda el nuevo marco legal y por el otro invita a todos los alumnos que lo deseen a exigir a sus respectivos centros que vigilen si se han cumplido las nuevas obligaciones escolares.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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E insiste en que, si no se han cumplido, pueden escribir a Arcopoli para que ellos velen porque se cumplan.

Pedir que los institutos madrileños cumplan hasta la última coma de la ley Cifuentes es de recibo para una asociación LGTBI, pero ejercer de juez e invitar a los alumnos en la denuncia constante sobrepasa sus capacidades como asociación.

Un exceso que se repite al pedir aspectos no recogidos en la ley, como la izada de la bandera aroiris en los colegios en día del Orgullo Gay.

Cierto es que la ley recoge que los centros educativos deberán conmemorar de alguna manera la historia LGTBI, pero no específica cómo. Y menos obliga a nadie a poner la bandera arcoíris en institutos públicos.

De ahí que, en 2017, los colegios que no se apunten a la moda de la bandera quedarán señalados

Arcopoli no lo recoge como una obligación, pero lo transforma en petición. De ahí que, en 2017, los colegios que no se apunten a esta moda quedarán señalados. Cabe recordar que el año que viene se celebra en Madrid el World Pride, la mayor fiesta del Orgullo Gay del mundo.

La misma estrategia utilizan para con la biblioteca LGTBI. Invitan a los alumnos a denunciar a través de ellos el incumplimiento de la ley para ejercer después ellos como abogados, cuando el la Comunidad la que a través de sus inspectores debe certificar el cumplimiento del reglamento.

Así actuaron con el colegio Juan Pablo II. Primero publicaron la carta que el director mandó a los padres de los alumnos, para después pedir a Cifuentes que investigase el hecho y le recomendaron una condena: que les retirase el concierto.

Y así con todas las concesiones que realizó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, al aprobar esta ley que obliga a todos los centros educativos a enseñar «la realidad lésbica, gay, bisexual, transexual, transgénero e intersexual en los contenidos transversales de formación de todo el alumnado de Madrid en aquellas materias en que sea procedente”.

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