La diputada Ángela Hernández Álvarez, de 25 años de edad, ha desatado un fuerte debate en Colombia tras denunciar que la ministra de Educación, Gina Parody, que es lesbiana, propone una «colonización homosexual» en los colegios del país imponiendo la ideología LGTBI.

La denuncia la hizo durante un debate en la Asamblea de Santander (departamento al noreste del país). Durante el debate presentó las quejas y denuncias que diferentes colegios y padres de familia han realizado contra la interpretación por parte del Gobierno de la Ley 1620 de 2013, cuya finalidad es, según dicen, acabar con la discriminación en las aulas.

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La medida inicial del ministerio ha sido enviar una serie de preguntas a los colegios, tanto públicos como privados, para que revisen sus manuales de convivencia de tal manera que no contengan vocabulario que pueda promover la discriminación.

Los colegios podrán ser sancionados

De no hacerlo, el colegio podría perder su licencia educativa o recibir otro tipo de sanciones. «En este proceso se violan los derechos de los ninos, que no pueden hablar y que aún no tienen el criterio de tomar decisiones. También se viola el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos«, ha dicho Hernández.

Entre las medidas que «invita» a acoger el ministerio está la de la utilización de baños y uniformes mixtos, así como la implementación de la cátedra sexual. Según explica Hernández esta cátedra está «basada en la ideología de género para decirle a una niña o a un nino que no tienen el sexo definido por haber nacido con pene o vagina, sino que el sexo es algo que se construye y que tienen derecho a explorar y construir».

«Los padres de familia desean que sus hijos sean formados y pagan para que estén bien educados», afirma Andrea Hernández

«Los padres de familia desean que sus hijos sean formados y pagan para que estén bien educados. Decir que nosotros somos homófobos y que estamos teniendo una educación aparte como los negros, como si fuera racismo, no es verdad. No, nosotros no hemos dicho eso, lo que pasa es que mis palabras se han tergiversado», explica la diputada.

De hecho, hace poco más de un mes, diferentes asociaciones de colegios reivindicaron su autonomía educativa y el derecho fundamental de los padres a escoger el tipo de educación que recibirán sus hijos enviando una carta de protesta al ministerio.

Adoctrinamiento en la forma de hablar

En uno de los apartados para modificar los manuales se plantea lo siguiente: «¿Hacen uso de un lenguaje inclusivo, no sexista y hacen práticas de convivencia interculturales?», mensaje subyacente que para Hernández significa que ya no se pueda decir «nino» o «niña».

En otro de los apartados se dice: «¿Permite que los estudiantes usen los uniformes que les hace sentirse a gusto con su identidad de género?». Hernández ironiza con la gestión de esta imposición LGTBI asegurando que «cómo será la inclinación de la ministra Parody que la ONG Colombia Diversa, promotora del los derechos LGTBI, es la encargada de revisar que este adoctrinamiento se cumpla».

Tras conocer las declaraciones de la diputada, el senador Armando Benedetti, copresidente del Partido de la U al que pertenece Hernández, solicitó al Comité de Ética de su colectivo «abrir una investigación disciplinaria pues sus declaraciones reflejan una conducta contraria a los principios».

El lobby gay en Colombia también la ha denunciado por homófoba, a lo que Hernández ha respondido afirmando «yo no soy homófoba. Aquí hay ‘heterofobia’ porque yo he sido amenazada con que me van a echar ácido y me han llenado de insultos por pensar diferente».

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