En casa de Fernando Sánchez Dragó hay que descalzarse. Cuando atravesamos la puerta pareciera que uno se adentra en un retiro espiritual en el lejano Oriente. Habla con entusiasmo de Buda, Confucio y de los años en los que descubrió Asia, etapa que marcaría su vida para siempre. En el castillo de Dragolandia se respira una calma inusitada que desaparece en cuanto salimos del portal: nadie diría que estamos en el barrio de Malasaña.
Dice que no le importa nada de lo que pasa en el mundo desde el siglo VI a.C., la época de Buda, el pensamiento presocrático, Confucio, Pitágoras, Zaratustra… «En el plano moral, de las ideas y la filosofía el mundo apenas ha avanzado un centímetro desde entonces». Presume de no dedicar más de cinco minutos a leer el periódico y escuchar la radio. La tele, ni la enciende.
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Suscríbete ahoraQuizá gracias a ese apagón informativo ve las cosas con mayor distancia y lucidez. De España dice que no tiene solución porque ha vuelto a caer una vez más en su peor pesadilla: las guerras entre tribus. Y advierte que de ello no nos libra ni la pertenencia a la UE, «ese conglomerado supranacional que ha roto los escasos vínculos que unían a los españoles».
Claro que su diagnóstico sobre Europa no es más amable. El escenario que dibuja es un parque temático de iglesias, museos, modernos restaurantes y putas que disfrutarán chinos, musulmanes y rusos, los tres grandes bloques del siglo XXI. «¿Estados Unidos?, está en claro declive».
Se enoja por el entreguismo europeo a la barbarie y la renuncia a los valores que impone el multiculturalismo, el pensamiento blandengue y la tiranía de la corrección política, dogmas de fe del nuevo orden mundial. Un cocktail explosivo imposible de digerir por el derrumbe moral de Occidente. Bueno, hay una aldea que resiste, la Rusia de Putin, que en realidad de aldea tiene poco.
¿Cómo ve a España de aquí a 20 ó 40 años?
Doy a España por perdida. España es un cadáver en descomposición, pero como es un cadáver grande tardará más tiempo en descomponerse. No hay nada que hacer, pero es que nunca hubo nada que hacer. Hay una frase de Lorca genial: «Aquí pasó lo de siempre: murieron cuatro romanos y cinco cartagineses».
¿Somos tribales?
España es un país tribal. Aquí cuando se producen las guerras púnicas la mitad de España va con Roma y la otra mitad con Cartago. Somos el país que más guerras civiles ha tenido a lo largo de la Historia. Los suevos, los vándalos y los alanos estaban en continua guerra civil. La Reconquista fue una continua guerra entre musulmanes y cristianos. España no se unió nunca.
¿Ni siquiera el catolicismo ha sido capaz de vertebrar España?
El tribalismo persiste. Fíjate que la unidad se forjó con un matrimonio: Fernando e Isabel. Aragón no se separó luego porque los Reyes Católicos no tuvieron un descendiente varón. Incluso Fernando se casó por segunda vez cuando murió Isabel, ya que hizo todo lo posible por separarse de España. Luego hubo otras religiones muy poderosas, la judía y la musulmana. España siempre ha sido más papista que el Papa.
«Nuestra mayor pesadilla es el nacionalismo. Se habla siempre de las Españas, las guerras civiles han sido constantes: España está liquidada»
¿Por qué lo dice?
Hay una historia subterránea del cristianismo español. Prisciliano, el hereje gallego, es el que está enterrado en Santiago de Compostela. El apóstol Santiago no estuvo nunca en España, esto no hay quien lo discuta. Siempre ha habido una herejía española respecto al catolicismo.
¿Acaso ha sido nuestro mayor problema?
No, nuestra mayor pesadilla son los separatismos, los cantonalismos. ¡Cartagena le declaró la guerra a Alemania en el siglo XIX! Además aquí siempre hubo estirpes de reyes extranjeras. Fíjese: no tengo nada contra Felipe VI, pero sus 18 primeros apellidos son extranjeros, nada de Pérez o García. Ortega y Gasset ya dijo que España es un país invertebrado. Se habla siempre de las Españas. Las guerras civiles han sido constantes. España está liquidada.
¿Incluso dentro de Europa?
Es que si encima la metes en un conglomerado supranacional como es la UE, pues ya los escasos vínculos que unían a los españoles se rompen del todo.
¿Esto ya no lo arregla ni los que hablan de ‘nueva política’?
¿Se refiere a Podemos?
«El Estado del Bienestar es el estado de la irresponsabilidad. En Bruselas hay un sistema soviético imperante. Todos los impuestos deberían ser indirectos»
Claro, pero la prensa habla de ellos como un partido antisistema.
De eso nada. Forman parte de la casta y pierden el trasero por tener poder, son exactamente igual que los demás. Todos los partidos en España -unos más y otros menos- son socialdemócratas, bueno, menos uno, que es VOX. No soy hombre de partidos pero es el único al que en conciencia podría votar porque se opone a la confiscación fiscal.
¿No le entusiasma el Estado del Bienestar?
Es el Estado de la irresponsabilidad personal. Estoy a favor de que cada persona sea responsable de sus actos y que no venga ‘papá Estado’ a intentar resolverte las cosas. Podemos es uno más. En Europa hay un sistema soviético imperante en Bruselas. El IRPF debería desaparecer. Los impuestos deberían ser todos indirectos: uno paga un servicio, pues pago.
¿Que pague el que más tenga?
No creo que haya que castigar a los ricos haciéndoles pagar más impuestos que los pobres cuando precisamente son los ricos quienes consiguen que los pobres trabajen y ganen un sueldo.
Hombre, alguno se pasará de listo, ¿no?
Por supuesto que hay ricos hijos de puta que han heredado 45.000 latifundios, pero son cuatro. En España se penaliza a los ricos. En el protestantismo si uno es rico es señal de que está actuando de acuerdo a las leyes de Dios. En general el rico es rico porque trabaja más, porque es más inteligente o tiene más suerte. Aquí si eres rico eres un hijo de puta.
«Tener tradiciones es lo que convierte al hombre en rebelde. Interrumpir esa cadena provocará que el hombre termine convirtiéndose en un chimpancé»
Volvamos a Podemos. Llevan poco en el poder, pero algo tienen claro: quieren desterrar las tradiciones. ¿Por qué?
Porque un país sin tradición no es nada. Como decía Eugenio D’ors, lo que no es tradición es plagio. Tradición viene de ‘traditio’, o sea, de entrega: lo que un padre da a un hijo, un abuelo a un nieto… Los latinos lo llamaban la ‘cadena áurea’.
¿Quieren crear un hombre nuevo?
Es el mito del comunismo y del fascismo. Crear un hombre en blanco para manipularlo. Tener tradiciones es lo que convierte al hombre en rebelde, en una persona que tiene pensamiento propio y que no se mueve únicamente por las ideas recibidas por otras personas. Al enfrentarse a la tradición con eso que llaman cambio interrumpen esa cadena para que el hombre termine convirtiéndose en un chimpancé.
¿Vamos hacia atrás?
La humanidad está retrocediendo. Los mensajes que se intercambian los jovenes por internet son los gruñidos del chimpancé. Está desapareciendo la sintaxis y la morfología. Que desaparezca el hablar de usted implica que desaparezca la tercera parte del idioma. El otro día me hizo una entrevista una chica joven que me dijo ‘perdona que te tutee, pero es que no sé utilizar el usted’.
O sea, que se habla peor porque se destruyen las tradiciones.
Y ahí tendríamos que hablar de la televisión, que ha sido mortal. Los ‘tertuliasnos’ hablan a base de muletillas y cargándose el idioma. Los políticos tampoco saben hablar porque recurren al eufemismo para no ofender a nadie. Lo que nos ha hecho hombres es el lenguaje. Aprendemos a pensar al tiempo que aprendes a hablar. Ya nadie piensa, el aturdimiento es general.
Pues aquí seguimos, 80 años después, con la Guerra Civil a cuestas.
La Ley de la Memoria Histórica me parece un disparate. Por supuesto, respeto el derecho de aquellas personas que quieren enterrar a sus antepasados y darles sepultura. El filósofo Santayana escribió una frase que todo el mundo repite hoy: ‘Quien no recuerda la historia, está condenado a repetirla’. Yo creo que es exactamente al contrario: que quien recuerda la historia está condenado a repetirla. A partir del momento en el que Zapatero abre la caja de Pandora que es la Memoria Histórica en España vuelve a reproducirse una atmósfera extraordinariamente calcada a la del año 1936.
«Aunque el delator que provocó el fusilamiento de mi padre tiene una plaza, soy enemigo de que se cambie cualquier placa histórica. Ningún político tiene derecho a cambiar la Historia»
Hombre, de momento no arden iglesias ni hay pistoleros en las calles.
Hay variantes, gracias a Dios, porque no hay un ejército levantisco, los políticos no tienen matones… Pero la situación ideológica y los temas de los que se hablaba y que nos condujeron a una de nuestras infinitas guerras civiles se debe a la Ley de Memoria Histórica. A mi padre también lo fusilaron en la guerra.
¿Por rojo o por azul?
Mi padre un periodista de derechas, conservador, republicano, católico… era del partido de Maura, con eso está dicho todo. Lo fusilaron en Burgos unos falangistas, que no eran falangistas ni nada, sino borrachines crápulas, que alegremente se iban a recoger a los presos que iban soltando para matarlos en un descampado.
¿Así, sin más?
No, el periodista Juan Pujol, que era conocido de mi padre, le denunció «por peligroso marxista». En realidad todo fue por envidias profesionales. Así que mi padre acabó siendo paseado. Me quedé de piedra cuando supe que el asesino de mi padre tenía una plaza al lado de mi casa, aquí en Malasaña.
¿Hizo algo?
Tomé la justicia por mi mano, así que encargué una placa igual a las que coloca el Ayuntamiento de Madrid con el nombre de mi padre: plaza de Fernando Sánchez Monreal. Llamé a mis amigos de Falange auténtica para que me ayudaran a llevar a cabo un acto poético: restituir la placa con falangistas 70 años después. Me subí y puse la placa. Y avisé a la policía, porque quería armar barullo. Vino la policía pero no me detuvo.
¿Entonces a favor o en contra de revisar?
Soy enemigo de que se cambie cualquier placa histórica que se refiera a cualquier etapa. La historia es la que es y ningún político tiene derecho a modificar esa nomenclatura. Estoy muy en contra de que se cambie el nombre de las calles.
Es curioso, pero hoy hay más antifranquistas que cuando Franco vivía.
A mí no me sorprende porque conozco la naturaleza humana, que es aborregada. El hombre es en realidad borrego y cobarde, y se asoma al sol que más caliente. Cuando murió Franco las colas en el Palacio de Oriente eran espectaculares… y quince días después toda esa gente había cambiado de bandera. El hombre-masa es así. Si ahora Franco resucitara todas estas personas que se dicen demócratas volverían a ser franquistas.
«Fui un destacado líder estudiantil en la lucha contra Franco. Ingresé en el PCE, y no porque yo fuera comunista, sino porque era el único vehículo contra Franco. Quería llevar una vida ‘pericolosa'»
Usted sí fue antifranquista. ¿Se metió en muchos líos?
Yo fui un destacado líder estudiantil en la lucha contra Franco. Ingresé en el Partido Comunista, y no porque yo fuera comunista, sino porque en la universidad era el único vehículo contra Franco. No había socialistas ni demócratas-cristianos. Yo lo que quería era cazar leones en África, como decía Hemingway, es decir, llevar una vida ‘pericolosa’.
¿Y lo consiguió?
Yo era un nino bien del barrio de Salamanca que iba al colegio del Pilar, la única aventura que estaba a mi alcance era esa: la del antifranquismo. No es que fuera a las algaradas, es que las organizaba yo. El primer gran motín contra Franco se produjo en febrero de 1956: logramos sacar a 10.000 personas a la calle.
¿Qué pasó?
Alguien arrancó el yugo y las flechas que había en la universidad en memoria de los Caídos. Los falangistas más franquistas -no los que nos ayudaban a crear certámenes literarios- obligaron a los estudiantes que entraban en la facultad a cantar el Cara el Sol. Eso exasperó a muchos de ellos, y al día siguiente convocamos una manifestación. Sacamos a 10.000 personas. Llegamos a la Gran Vía y sólo nos dejaron llegar hasta la Plaza de España.
¿Llegaron los grises?
Qué va, nos atacaron los falangistas. Falangistas de los barrios obreros de Madrid. Llevaban hierros de esquíes en las manos. Nuestra manifestación se disolvió en un amén. Nos desperdigamos y asaltamos la cadena SER, que incluso algunos llegaron a hablar por la radio.
Incluso hubo un muerto, ¿no?
Eso fue al día siguiente frente al cine Bulevar, en la calle Alberto Aguilera. Hubo un encontronazo entre estudiantes y falangistas. Además estaban los grises. Sonó un disparo -supuestamente de la policía- que hirió de gravedad a un falangista. Se produjo una noche de cuchillos largos en la cual los falangistas estaban dispuestos a pasear a 40 personas como al decano de letras, Manuel Torres López, a José María Gil-Robles o incluso a mis compañeros y a mí. El ejército estaba acuartelado.
¿Y qué hicieron?
Nos escapamos fuera de Madrid para que nos detuviera la policía, era lo mejor que nos podía pasar. Me fui a Ferrol hasta que tres días después mi madre me llamó diciéndome que la policía había venido a buscarme a casa. Volví a Madrid para que me detuviera la policía. Desde ese día el régimen decidió trasladar la facultad de Derecho -la construyó en dos meses- en la Ciudad Universitaria para sacar a los estudiantes del centro.
«Fui a la cárcel con gente como Ruiz-Gallardón padre, Ramón Tamames o Dionisio Ridruejo. Tuve cinco procesos, en total estuve 17 meses preso»
¿Estuvo en la cárcel?
Fui a la cárcel con gente como Ruiz-Gallardón padre, Ramón Tamames o Dionisio Ridruejo. Tuve cinco procesos, en total estuve 17 meses en la cárcel. Javier Pradera, Ramón Tamames, Múgica, Julio Diamante y yo refundamos el PCE en la Universidad con Jorge Semprún (que usaba el alias de Federico Sánchez), que luego también se salió del partido. En 1963 acabé en la absurda situación de ‘prisión domiciliaria’ con varios grises que se turnaban en el rellano de la escalera de mi casa. Me escapé y estuve siete años en el exilio. Viví en Tokio, estuve tres años viajando por toda Asia.
¿Cómo era su vida en Oriente?
Ese viaje me abrió los ojos. En Oriente he encontrado muchas respuestas: una serie de cauces para responder a las cosas que me preguntan: quiénes somos, a dónde vamos, de dónde venimos…
¿Qué queda de aquello?
Ese Oriente ya no existe porque ha sido occidentalizado por completo. Japón o China pueden ser ya tan occidentales como España. Oriente está colonizado por los chinos, los ves avanzar como los franceses veían avanzar a la Wehrmacht. No hay nada que hacer, son implacables.
Si Oriente se ha occidentalizado, ¿qué le ocurre a Occidente?
Europa ha decidido suicidarse avergonzándose de las cosas que ha hecho: de las buenas y las malas. Usted y yo no somos responsables de lo que hayan hecho nuestros antepasados. No entiendo esta manía de tal presidente pedir perdón a otro país. Es absurdo, porque las culpas no se transmiten de generación en generación.
«El suicidio de Europa arranca en mayo del 68, cuando se origina una filosofía que se avergüenza del colonialismo. Una cosa digo: cuando los ingleses llegan al África negra ven que los negros no habían descubierto la rueda»
¿En qué momento?
Todo viene del mayo de 1968. Entonces se origina una filosofía en Europa que empieza a avergonzarse de cosas como el colonialismo. Pues una cosa digo: cuando los ingleses llegan al África negra ven que los negros no habían descubierto la rueda. Y no había -y sigue sin haber- un sólo alfabeto. El mejor momento de la historia del África subsahariana es cuando hay colonialismo.
¿Diría que la ideología de género, el multiculturalismo, el relativismo y el feminismo radical son una mala digestión del mayo francés?
Sin duda. Y la corrección política.
¿El multiculturalismo es lo que hace a Europa renegar de sus principios?
Sí, y la idea del ‘hombre justo’ que se tiene que inmolar por los demás, que procede del judaísmo y se traslada al cristianismo. Esta idea se va interiorizando y degradando y termina en este autovictimismo que hoy caracteriza a Europa.
Hace poco taparon las estatuas desnudas en Italia para ‘no ofender’ al presidente de Irán.
Hasta ahí hemos llegado. Pero además hay un entreguismo absoluto hacia el hecho más grave de la historia de Europa: se ha producido de nuevo una invasión de Europa y la tercera Guerra Mundial está a punto de estallar. Los terroristas están ganando la partida. Hoy las capitales de Europa están tomadas por la policía. Estamos en manos de los terroristas y Europa no hace absolutamente nada.
¿Rusia tampoco? Hace poco escribió un artículo titulado «Santa Rusia» en el que sostenía que es la última reserva espiritual de Occidente.
Es la gran misión de Rusia, por algo se ha dicho que es la Tercera Roma. ¿Quién frenó a los turcos en su avance en Kiev? Rusia. Y una vez más va a ser quien pueda salvar a Occidente. Es el único gobierno conservador del mundo, el único gobierno donde los viejos valores y las viejas palabras, de las que hablaba Antonio Machado, son programáticas.
¿Putin zar?
Me he convertido en un seguidor de Putin convencido. Sólo los rusos pueden salvarnos. Además están haciendo lo único que se puede hacer ahora: apoyar a al-Assad en Siria. Era un dictador blando, que no permitía que se persiguiera a ninguna religión. La ‘primavera árabe’ se desencadena por ese colonialismo de la democracia norteamericana que parece que hay que imponer a golpe de martillo. Este desastre ha sido aprovechado por el yihadismo. Con el efecto dominó todos los países se han ido al garete.
¿Ve alguna solución a corto plazo?
Mantener a al-Assad en el poder, que es el único modo de arreglar el problema. Dicho lo cual soy bastante pesimista. La Guerra Mundial ha comenzado porque militarmente todas las grandes potencias están en Siria: China, Irán, Francia, EEUU… En estos momentos hay tres grandes bloques en el mundo: Rusia, China y el Islam. El nuevo Orden Mundial va a estar basado en estas potencias.
«EEUU está en decadencia y Obama es el peor presidente de su historia. Es como Zapatero, pero un Zp es más peligroso allí que aquí. volverán a la doctrina Monroe replegándose en sus fronteras»
¿Y Estados Unidos?
Está en decadencia. Obama es el peor presidente de la historia de Estados Unidos. Es como Zapatero, lo que pasa es que Zapatero es mucho más peligroso en la Casa Blanca que en la Moncloa. Estados Unidos volverá a la doctrina Monroe replegándose en sus fronteras. Quizá América Latina quedará en su órbita.
¿Y cuál será el futuro de Europa?
Europa se convertirá en un parque temático gastronómico para visitar iglesias, museos, beber vinos e ir de putas. Y todo ello para que rusos, chinos y musulmanes se lo repartan. A España le tocan los musulmanes por situación geográfica y porque la recuperación de Al-Ándalus es una de las principales reivindicaciones del yihadismo. Es sorprendente que los políticos occidentales no se den cuenta de lo que está pasando.
Rajoy dijo una vez que «el terrorismo islámico no tiene nada que ver con el Islam».
Ya. El adjetivo islamista procede del sustantivo islam. Eso no quiere decir, por supuesto, que todos los musulmanes sean terroristas. Pero el islam es una religión cuyo objetivo es convertir a todos los seres humanos. Y no lo esconden, lo dicen así. Y aquellos que no se quieran convertir hay que degollarlos, y es lo que el islam ha intentado hacer a lo largo de la historia. El foco del problema está en el Corán.
¿Los políticos prefieren mirar hacia otro lado?
Una de dos: o son idiotas o su incultura es tan grande que ignoran que el islam, desde que lo predicó Mahoma, ha intentado hacer lo que está haciendo ahora. Ya invadieron la península ibérica y llegaron a Francia, donde los paró Carlos Martel. Luego volvieron a intentarlo en el Mediterráneo, pero les frenaron en la batalla de Lepanto. Más tarde por el sur de Europa, por Albania, pero una vez más son frenados, esta vez en Viena.
«La política de puertas abiertas a los refugiados es una barbaridad. Son el caballo de Troya en cuyo vientre viajan los terroristas, y ojo que no digo que todos los refugiados lo sean»
Pero ahora no hay batallas.
Están tratando de repetir la misma historia, pero con una estrategia militar mucho más difícil de combatir. Pero si nuestros políticos no son memos -que los son-, incultos -que lo son-, entonces son parte de un complot. No querría ser víctima de lo que Umberto Eco llamaba ‘síndrome del complot’, pero es que hacen verdaderas barbaridades como la política de puertas abiertas a los refugiados. Son el caballo de Troya en cuyo vientre viajan los terroristas. Y ojo, que no digo que todos los refugiados lo sean.
¿La Unión Europea ha fracasado?
El día que España ingresó en la UE envié un telegrama pidiendo el estatuto de apátrida ante la infamia cometida. Está sucediendo lo que dije, por no hablar del disparate mayúsculo del euro, que es un disparate. No puedes crear una moneda común que sirva para las churras y las merinas. No puedes meter a suecos, alemanes, griegos, italianos y españoles en el mismo saco.
¿El euro es el germen de todos nuestros problemas económicos?
El euro supuso la subida brutal de los precios, hasta el 30%. Nuestros problemas económicos proceden del euro. Salirse del euro causa muchos problemas y seguir en él también. Se ha perdido la soberanía, todos los países europeos lo han hecho.
Ortega decía que Europa era la solución.
Sí, Europa podría ser la solución a condición de que Europa no desapareciera. Europa no es Bruselas, que es un contubernio de multinacionales. Es un instrumento de confiscación fiscal. Europa la doy por perdida. El espacio Schengen se ha acabado, van a tener que volver a levantar las fronteras.
¿Y este será un debate entre izquierda-derecha o ya hemos abandonado la vieja dicotomía y estamos ahora entre globalistas-nacionales?
Lo de izquierda y derecha ya no existe. Gonzalo Fernández de la Mora, que fue un ministro de Franco y el filósofo político más importante que ha habido en España y casi en Europa en los últimos 50 años, escribió El crepúsculo de las ideologías, donde ya decía lo que está pasando. Ahora vemos como el PNV se une con la extrema izquierda. El problema es que los políticos sólo quieren pisar moqueta. Todos quieren llegar al poder, y algunos además enriquecerse. La corrupción no es general, es frecuente.
«Fascista es un insulto más, como cabrón o hijo de puta. Hoy a quien le llaman fascista no se lo toma a pecho. Si te llaman facha es que estás en el buen camino»
¿Ya no son las ideas las que mueven a los políticos?
Lo que de verdad les mueve es el afán de poder, que a mí me llena de estupor, porque no sé para qué quiere alguien poder, me parece incomodísimo. Tener dinero lo puedo entender. Los políticos con tal de pisar moqueta están dispuestos a lo que sea. Lo de Pedro Sánchez es de un cinismo escalofriante: se aliará con quien sea para llegar a la Moncloa. Disimula un poco, joder.
A falta de ideales, en cambio, lo que sí abunda es la dictadura de lo políticamente correcto. Hay cosas que si se dicen uno es calificado de fascista.
Fascista es un ‘flatus vocis’, es decir, no significa nada, es un insulto más como cabrón o hijo de puta. Hoy a quien le llaman fascista no se lo toma a pecho o incluso lo considera una condecoración. Si te llaman facha es que estás en el buen camino.
Otra etiqueta es la de homófobo.
Una cosa es no ser partidario de la adopción de ninos por parte de parejas homosexuales: yo creo que un nino tiene que tener un modelo maternal y otro paternal. Pero no creo que haya homofobia en tanto que odio al homosexual, algo que sí se produjo en algunos momentos de la historia, pero que hoy no existe. Hoy hay tabúes: te puedes meter con los machistas pero no con las feministas, te puedes meter con los heterosexuales, pero no con los homosexuales. Es terrible.
«Estamos en la época de menor libertad de la historia. Tener internet no es libertad, la libertad es interior. Yo sólo acato una ley: la de mi conciencia»
¿Y cómo puede pasar esto en la llamada época de mayor libertad de la Historia?
Es que eso es mentira. Estamos en la época de menor libertad de la historia. Tener una tablet e internet no es libertad. La libertad es interior. Cuando estaba entre barrotes en la época de Franco yo era más libre que los que estaban fuera. Yo sólo acato una ley: la de mi conciencia. Lo que va en contra de la libertad son las leyes.
¿Las leyes?
A mayor número de leyes menos libertad. La democracia hoy es una máquina de generar leyes porque los parlamentos apenas tienen otra actividad que la legislativa. Cuando un político se entera de que hay un vacío legal corre despavorido: ¡oh, hay un vacío legal! y crea una ley. ¿Sabes que España es el país del mundo que tiene más leyes después de Italia? Nunca ha habido menos libertad en el mundo que la que hay en estos momentos.
La percepción general es distinta.
Los políticos y los medios de comunicación, que son sus mamporreros, tratan de convencer a la gente de lo contrario. Por ejemplo, en Cataluña muchos ciudadanos creen que separándose van a ser más libres. No serían ni más ni menos libres, porque la libertad es un hecho de cada persona.
¿Internet, telefonía móvil?
Desde su llegada la libertad se ha terminado. Nuestra conversación, si Obama quisiera, la podría escuchar. Hagamos lo que hagamos… si yo engaño a mi mujer y me voy con una chica, se podría enterar todo el mundo. Ahora hay unos instrumentos de control que, debido a internet y la electrónica, permiten la estricta aplicación de las leyes.
¿Nuestros abuelos fueron más libres?
Por supuesto. Yo he nacido en un mundo mucho más libre que el que dejo. Hoy están prohibidas las cosas más elementales. La única ley debería ser la de que la libertad termine donde empiece la del prójimo.