Desde hace un año se debate en Chile, la iniciativa de Bachelet de despenalizar el aborto en tres supuestos: violación, malformaciones incompatibles con la vida y riesgo de vida para la madre. Además, la normativa permitiría abortar a las ninas y limitaría el derecho a la objeción de conciencia.
Para entender el alcance de esta legislación, promovida por la presidente Michelle Bachelet, y si responde o no a las necesidades de las mujeres de ese país Actuall con Jorge Acosta, director ejecutivo del Instituto Res Pública y asesor de Siempre por la vida.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahora¿Cuántos abortos ilegales se realizan en Chile?
El Gobierno asegura que entre 100.000 y 200.000 al año, pero la Revista Médica de Obstetricia y Ginecología de Chile hizo un estudio epidemiológico serio y concluyó que la cifra está entre 13.000 y 18.000 abortos al año. En Chile nacen 250.000 ninos al año, por lo que es absurdo decir que hay un aborto por cada nino nacido.
¿Por qué si Chile tiene tasas de mortalidad materna tan bajas y buenos servicios de salud materna se promueve un proyecto abortista en el país?
Chile es un experimento natural, como llaman los científicos. Cuando tienes una agenda de la ONU o de organismos internacionales que te dicen que hay que promover el aborto como forma de mejorar la salud materna y ves que existe un ejemplo como el chileno, la tesis de los abortistas se cae.
En Chile el aborto está prohibido hace 30 años y pese a eso tiene la menor tasa de muertes maternas por embarazo de Suramérica. Está al mismo nivel de la de Estados Unidos, donde el aborto fue aprobado hace 40 años. Por lo tanto, el aborto no es la respuesta a la salud de las madres.
«El proyecto no lo promueve el Ministerio de Salud, como una política sanitaria, sino el Servicio Nacional de la Mujer, como política de género»
Pero entonces si la tradicional tesis feminista no es válida, ¿por qué despenalizarlo en el país?
El proyecto se está promoviendo porque la presidente Bachelet lo tiene como un proyecto personal. Ella fue directora de ONU Mujeres y dijo en más de un foro que le parecía vergonzoso que en su país hubiese una ley tan retrasada, según ella, con respecto al aborto. Lo más progresista, moderno, desarrollado, según ella, es tener una ley de aborto. Tan así es, que el proyecto no lo promueve el Ministerio de Salud, como una política sanitaria, sino el Servicio Nacional de la Mujer, como política de género.
¿Responde realmente el proyecto a las necesidades de la mujer chilena?
Hace muy poco se publicó en Chile un estudio que entrevistó a mujeres durante los últimos 15 años que han llegado a lugares de acogida y se les preguntó por qué pensarían en abortar. Más del 92% señaló que lo haría por coerción, miedo, violencia o pérdida de expectativas de vida. Lo hacen por razones muy distintas a las causales que se van a despenalizar. Esto nos debería servir para resolver el aborto no con una ley que lo promueva sino que lo prevenga y de programas de acompañamiento a mujeres que tienen embarazos difíciles.
¿Y este tipo de programas no han sido desarrollados en Chile?
El Gobierno dijo que iba a promover un programa de acompañamiento, pero sólo han sido declaraciones de intenciones para tratar de conseguir votos. Había un teléfono de ayuda a la mujer con embarazos vulnerables y le quitaron los fondos. Había un centro de ayuda para mamás adolescentes y también les quitaron los fondos. El único proyecto para la mujer que se ha trabajado es el de aborto.
¿Qué opina el ciudadano de a pie sobre la despenalización del aborto?
Si le preguntas a un chileno que esté caminando por la alameda si está a favor del aborto libre o a demanda, el 70% dirá que está en contra. Pero el mismo 70% está a favor del aborto en unos casos extremos, porque lo ven como la mejor solución. Si se analizan los argumentos por los que creen que eso sucede, te das cuenta que está todo sustentado en mitos.
¿Cuáles son esos mitos?
El primero es que obligar a una mujer a continuar con un embarazo es someterla a un duro sufrimiento psicológico. Pero diferentes organizaciones psiquiátricas en Chile han comentado que no hay ninguna metodología que demuestre que el aborto es un tratamiento para la salud mental de la mujer. Por el contrario, las mamás que abortan tienen mayor riesgo de depresión, estrés postraumático e intentos suicidas que las que siguen con el embarazo.
«Por cómo está hecho el proyecto de Ley, todas las causales dan espacio para un aborto libre»
¿Y en el caso de riesgo de vida de la madre o violación?
Se ha hecho creer que en Chile está prohibido salvar la vida de la madre cuando está en peligro. La realidad es que todos los ginecólogos salvan la vida de las madres porque saben que es su deber legal, ético y profesional. Si no salva la vida de la madre, se va a la cárcel. Y esto no está penado, de lo contrario no tendríamos las bajas tasas de muerte materna que tenemos.
En el proyecto, sólo el supuesto de violación tiene fecha límite para practicar el aborto. ¿Será esto un proyecto de aborto libre ‘camuflado’?
Por cómo está hecho el proyecto de Ley, todas las causales dan espacio para un aborto libre. No se necesita un especialista para certificar malformaciones ni autopsia posterior. No hay que certificar la violación, solo basta recurrir a esa causal. No se especifica qué es peligro para la vida de la madre, por lo que todos los médicos que no tengan problema con hacer la práctica abortiva pueden aplicar esa causal libremente.
¿Es entonces un proyecto para restringir el aborto libre?
No es restrictivo, es permisivo. Es un proyecto de legalización del aborto porque obliga al médico a realizar el aborto con la petición de la mujer. Si hay objeción de conciencia, esa obligación recae sobre la institución de salud. Frente a la mera petición de la mujer, el aborto debe realizarse igual.
El Gobierno asegura que esta Ley no es impositiva y que no afectará a nadie. ¿Qué opina al respecto?
Al comparar los nacimientos de ninos con síndrome de down entre Chile y Estados Unidos o Europa se ve que en nuestro país nacen 3 o 4 veces más ninos con esta condición. Es verdad que en Chile no se legalizaría el aborto de estos ninos, pero en todos los países donde hay aborto libre se parte de una ley de causales como esta y luego se empiezan a ver estos casos. Aprobar el aborto relativiza el valor de la vida y permite que el que tenga ‘taras’ pueda eliminarse, aunque hoy eso se vea como inhumano.
¿Cree que este proyecto puede aprobarse este año?
Este semestre es improbable porque aún no ha pasado por la Cámara Baja de los Diputados y todavía tiene que pasar por las comisiones de la Cámara Alta del Senado. Y eso si no hay modificaciones. Además, no es prioridad para un Gobierno que tiene una aprobación entre el 24% y 28%, una economía que puede entrar en recesión y una presidente acusada de corrupción por las acciones de su hijo.