
Los tentáculos del lobby homosexual llegan a todos los rincones y la educación es uno de sus principales caballos de batalla. Este grupo sabe que controlando la universidad podrá adoctrinar a los millones de estudiantes que cada año estudian en ella. Y una vez conseguida esta influencia el siguiente paso a seguir es acabar con el que no piensa como este lobby.
Esto mismo es lo que ha ocurrido en Inglaterra, concretamente en la Universidad de Sheffield, en la que el estudiante Felix Ngole ha sido expulsado de sus estudios de posgrado sobre trabajo social tras las quejas de otro alumno por sus comentarios en Facebook.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEn esta red social este estudiante, Ngole defendía a la funcionaria estadounidense Kim Davis, que fue encarcelada por negarse a expender licencias de matrimonio homosexual. Además, citaba algunos versículos de la Biblia en los que se habla de las prácticas homosexuales.
Dichos mensajes fueron escritos hace meses, en plena polémica por el caso Davis, pero no debieron gustar a una estudiante, que decidió denunciar a Ngole ante la universidad. El centro le citó en una audiencia disciplinaria y finalmente ha sido expulsado de sus estudios de posgrado en Trabajo Social. De hecho, fue fulminante y en ese mismo instante le retiraron su carnet de estudiante y el de la biblioteca.
No es apto para ser trabajador social
Las autoridades académicas de la Universidad de Sheffield le dijeron que con dichos pensamientos no podía ser apto para desarrollar en el futuro el trabajo para el que se estaba formando en la universidad. Además, le dijeron que sus palabras habían “podido ofender” a algunas personas, algo que consideraban inadmisible.
Felix Ngole ha apelado la decisión de la universidad y está dispuesto a agotar todos los recursos legales para conseguir que no se sigan conculcando sus derechos, tal y como recoge Life Site News.
El Christian Legal Centre ha salido en defensa de este estudiante. Los abogados cristianos argumentan que no tiene sentido expulsar a alguien y negarle formarse en una profesión bajo el pretexto de que en un futuro podría ofender a alguien con su forma de pensar.
“Este es el último paso en una larga serie de casos en los que las distintas profesiones se han cerrado para los cristianos. Pero ahora lo estamos viendo también en la universidad, el mismo lugar donde se supone que debemos ser capaces de discutir opiniones diferentes”, aseguró Andrea Williams, director de este centro jurídico cristiano.