Las denuncias falsas, como la de una mujer que ha sido detenida en Bembibre (León) tras organizar presuntamente un falso secuestro para acusar a su expareja, «también son una forma de violencia, en este caso violencia contra el hombre», según el director del Área de Penal del despacho Patón y Asociados, Víctor Martínez Patón.
El doctor de Derecho Penal por la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad de París, y experto en denuncias falsas y violencia de género, considera, en declaraciones a Europa Press, que «la lacra de la violencia machista no debe poner una venda en los ojos de la sociedad que haga obviar el artículo 14 de la Constitución, que establece la igualdad de todos los españoles ante la ley».
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLa necesidad de una protección efectiva de las mujeres maltratadas «no debe llevar aparejada la desprotección de los hombres, que en ocasiones son detenidos y sometidos injustamente al juicio de la opinión pública, como en el caso de Bembibre, algo que sólo contribuye a incrementar aún más la violencia y supone un retroceso en el Estado de Derecho», añade Martínez Patón.
En su opinión, en ocasiones las falsas denuncias de hombres a mujeres por malos tratos tienen su origen «en intereses económicos, como los que se producen en un proceso de divorcio, o simplemente por el deseo de hacer daño a la expareja». «Y eso también puede suponer una forma de violencia», advierte.
La difícil custodia compartida
Así, recuerda que un proceso de divorcio puede durar un año o más, pero si en el mismo aparece una denuncia por violencia de género, en 24 horas una mujer puede lograr que su pareja abandone el domicilio y pierda la custodia de los hijos.
Además, si hay denuncia por violencia de género, la custodia compartida queda descartada desde el principio. «Estas razones pueden llevar y, de hecho, llevan a algunas mujeres a utilizar una denuncia falsa como arma legal», censura Víctor Martínez Patón.
«Por ello, es necesaria la reforma de la legislación porque las desigualdades que se introdujeron en la Ley Orgánica 01/2004 se han mantenido incluso tras la aprobación de la Ley orgánica 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres», concluye el doctor en Derecho Penal y experto en violencia de género.
(Europa Press).