El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha dado de plazo cinco días para que los funcionarios del cementerio general de Valencia, de gestión municipal, retiren toda la simbología cristiana de las instalaciones. De este modo, a través de un procedimiento de urgencia se está procediendo a desmantelar el recinto de referencias cristianas.
El Ayuntamiento de Valencia, gobernado por los izquierdistas de Compromís, ha establecido varias prohibiciones. Por un lado, quieren cambiar los nombres de las capillas por el de «salas de ceremonia». Además, buscan retirar los crucifijos de los sitios públicos y se quiere ocultar las imágenes de la Virgen de los Desamparados (patrona de Valencia), así como las vidrieras de la Madre de Dios.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraTampoco se librarán unos manteles estampados con pequeñas cruces y queda pendiente la retirada de una gran cruz de 4 metros que, por sus dimensiones, se ha salvado por ahora de la criba.
Miles de personas piden a Ribó que frene su ofensiva laicista
Desde HazteOir se ha actuado rápidamente para pedir al alcalde de Valencia que deje de atacar a los cristianos y respete el descanso de los difuntos y las creencias de los ciudadanos. Hasta el momento momento más de 15.000 personas han firmado la petición.
HazteOir señala que el plan de los laicistas de Compromís es despojar al ciudadano cristiano de su arraigo religioso y espiritual y corregir el «mal» histórico del cristianismo en España amputando sus raíces.
Tal y como recuerdan desde la asociación, la libertad religiosa es un derecho fundamental que recoge la Constitución y está protegida por convenios y tratados internacionales. También recuerdan a Ribó que la nominación aconfesional de España implica que se deben de respetar las creencias religiosas de todos los ciudadanos para poder así crear una sociedad tolerante y pacífica.