A cuarenta y ocho horas escasas de las elecciones más reñidas en muchos años, se han conocido nuevos y macabros detalles acerca de Planned Parenthood, la multinacional del aborto que apoya a Hillary Clinton.
La compañía no sólo se ha dedicado al tráfico de fetos -lo que es delito federal-, como denunció David Daleiden en los famosos videos, sino que también ha encubierto numerosas violaciones y otros abusos sexuales contra las pacientes.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLa propia Hillary ha dicho más de una vez que Planned Parenthood vela “por la salud y los derechos de las mujeres”, pero los hechos demuestran lo contrario.
La asociación provida Operation Rescue señala a varios facultativos condenados por abusos sexuales, y que en la mayoría de los casos, continúan ejerciendo en distintos centros abortistas.
Por ejemplo:
Brian Finkle era un orgulloso miembro de la Federación Nacional del Aborto, y también un depredador sexual. Utilizaba su clínica para atraer a mujeres y violarlas mientras estaban sedadas.
Fue detenido y acusado de cometer 67 delitos sexuales y hasta que salió el juicio, más de 70 mujeres presentaron una denuncia. Fue condenado por 22 cargos y cumple una condena de 35 años.
Laurence Reich perdió su licencia médica tras descubrirse los abusos cometidos contra varias pacientes y tras cumplir sólo un año de libertad condicional, volvió a ejercer de forma ilegal.
Aunque la policía sospecha que sigue cometiendo delitos, siempre ha llegado a un acuerdo con la fiscalía y ha evitado ser encarcelado. ¿Por qué?
Un ex médico de Planned Parenthood fue acusado de acoso sexual a pacientes. ¿Qué sanción recibió? Sólo una amonestación pública
El ex abortista de Planned Parenthood, Timoteo Liveright, fue acusado de acoso sexual y comportamiento inadecuado con pacientes en un centro en Delaware en 2013. ¿Qué sanción recibió por ello? Ninguna. Sólo una amonestación pública.
Lo mismo sucede con Roger Ian Hardy, de Planned Parenthood en Massachusetts. Entregó su licencia médica tras dos años y medio de denuncias de 18 testigos que le acusaban de agresiones sexuales mientras se ellas, las pacientes, encontraban bajo los efectos de la anestesia.
En Maryland, el abortista Harold O. Alexander fue suspendido únicamente durante tres meses tras descubrirse que había cruzado los límites en su negocio abortista. No se ha retirado: sigue realizando abortos ilegalmente en sus instalaciones, sin licencia.
Esto es sólo un botón de muestra del clima de impunidad que reina en los abortorios de EEUU, muchos de ellos de la red de Planned Parenthood. Del que nadie habla, y que apenas se investiga.
El presidente de Operation Rescue, Troy Newman, afirma: “si se supiera lo que sucede dentro de las clínicas abortistas, la gente no podría dormir por las noches”.
“Con la protección política que reciben, los centros abortistas proporcionan a los depredadores sexuales un ambiente fácil para abusar de las mujeres”
“Los centros abortistas” -añade- “con todo su secretismo y la protección política que reciben, proporcionan a los depredadores sexuales un ambiente que hace que para ellos sea muy fácil abusar de las mujeres”.
Ese clima de impunidad se debe, en parte, a la protección que los poderes públicos han brindado a Planned Parenthood. La multinacional del aborto ha sido la niña de los ojos de la Administración Obama, que devolvía así el favor por la donaciones económicas recibidas.
Ese maridaje ha continuado con la candidata Hillary, a la que la abortera ha aportado al menos 50 millones de dólares.
«Cecile Richards (presidenta de Planned Parenthood) y Planned Parenthood son aves del mismo plumaje. Intentan engañar al público y encubrir a los abusadores sexuales «, cuenta Troy Newman y afirma que «Clinton continuará el encubrimiento de sus amigos del cartel del aborto si es elegida presidenta.»