Cómo se realiza un aborto: explican el método quirúrgico de dilatación y evacuación

El doctor Anthony Levatino, arrepentido médico ex-abortista, explica cómo se realiza un aborto utilizando métodos quirúrgicos invasivos durante el segundo trimestre del embarazo.

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Anthony Levatino es un ginecólogo arrepentido que realizó alrededor de 1.200 abortos antes de unirse a la causa pro-vida. Junto con la fundadora de la plataforma Live Action, ha creado una página web, llamada Abortion Procedures, para contar al mundo cómo se realiza un aborto, mediante vídeos cortos en los que explica los métodos más utilizados.

Realizó un primer vídeo en el que explicaba el aborto mediante la técnica de la succión y otro en el que detallaba cómo se realiza un aborto con métodos químicos. Este es el tercero de na serie de cuatro.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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Estos vídeos sobre cómo se realiza un aborto han sido revisados por médicos y profesionales de la medicina, tal y como ha explicado Lila Rose al diario LifeSiteNews y son representados mediante animaciones para no herir la sensibilidad de los espectadores. Aunque están realizados en inglés, se puede activar la opción de subtitulado automático en diferentes idiomas en Youtube.

El aborto quirúrgico por dilatación y evacuación

En este vídeo, el doctor Levatino explica cómo se realiza un aborto mediante la técnica quirúrgica de la dilatación y evacuación durante el segundo trimestre del embarazo. Estos fetos se encuentran en un momento muy avanzado del embarazo, concretamente entre la semana 13 y la 24.

Durante este procedimiento, se anestesia a la madre y, mediante un espéculo, se dilata la vagina. Debido al desarrollo del bebé, también hay que dilatar el cuello del útero para poder utilizar las herramientas necesarias para poder llegar hasta el feto.

Para ello, el médico utiliza un compuesto llamado Laminaria, cuya función es absorber el agua y otros líquidos del útero para dilatar progresivamente el cuello del útero. La inserción de la laminaria dura unos pocos minutos y sus efectos se manifiestan al cabo de unas horas.

«Un bebé de 20 semanas mide como la palma de mi mano», afirma el doctor Levatino

A continuación el médico introduce un catéter de plástico para succionar el interior del útero. «Un bebé de 20 semanas -explica el doctor- mide como la palma de mi mano, desde la punta de los dedos hasta la muñeca, sin contar las piernas».

El catéter aspira todo el líquido amniótico existente en el útero. Como el bebé es grande, el aspirador no tiene la fuerza suficiente para desmembrarlo. Sus dedos, cráneo, piel y huesos son demasiado grandes como para entrar por el tubo de plástico.

Por tanto, el médico utiliza unas pinzas metálicas, que están dentadas, diseñadas para no soltar aquello que agarren. Se introducen las pinzas en el útero y se desmiembra al bebé trozo a trozo.

Desmembración de un bebé durante un aborto / Youtube
Desmembración de un bebé durante un aborto / Youtube

Primero quitan las piernas y los brazos; luego el tronco y, por último, el elemento más grande y difícil, la cabeza. El cráneo se aplasta y se rompe con las pinzas para sacarla por partes. El médico sabe cuándo ha roto el cráneo por el líquido blanco que sale del útero de la madre.

Para finalizar, introducen una herramienta llamada lega, que raspa y recoge todos los elementos que se hayan podido quedar dentro del útero de la madre, tales como dedos, placenta, trozos de cráneo, etc.

Después, el médico reconstruye sobre una bandeja los trozos del bebé para asegurarse que no falta nada que haya podido quedarse en el interior de la madre.

Cada aborto tiene riesgos, efectos secundarios y consecuencias.

Para la mujer, este aborto tan avanzado, implica muchos riesgos y posibles efectos secundarios. El doctor Levatino explica que este procedimiento puede causar laceraciones cervicales; perforaciones en el útero; e infecciones y hemorragias que, incluso, pueden derivar en la muerte de la madre.

Este método puede implicar muchos riesgos en futuros embarazos tales como partos prematuros; abortos involuntarios y traumas psicológicos.

«Un día -cuenta el doctor- tras realizar uno de estos abortos, miré los restos del bebé al que acababa de quitar la vida, y lo único que veía era a la hija o al hijo de alguien».

Con estos vídeos y estas declaraciones, el doctor Anthony Levatino, quiere enseñar al mundo, desde la experiencia, que matar a un bebé en cualquiera de las etapas del embarazo está mal y que cualquiera puede cambiar para ser mejor.

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