Un hombre es atendido en un hospital /Youtube
Un hombre es atendido en un hospital /Youtube

El investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maastricht, Jan Bollen, propone que los médicos puedan extraer los órganos de pacientes vivos que hayan solicitado la eutanasia, legal en países como Bélgica y Holanda, para asegurar los trasplantes. Asegura que los «los órganos frescos mejorarían las posibilidades de que el trasplante tenga éxito».

Bollen ha argumentado en el artículo de la conocida revista científica Journal of Medical Ethics, que los pacientes que han pedido que les maten pueden ofrecer de la misma manera sus órganos para mejorar su calidad en los trasplantes.

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Sin embargo, el reglamento que se aplica sobre los donantes que ya han fallecido, advierte que las donaciones no deben causar o acelerar la muerte de los pacientes. Es por ello que los autores del artículo han pedido la anulación de esta regla, que requiere que un paciente muera de forma natural, de una lesión o enfermedad, antes de que sus órganos vitales pueden ser donados. En estos casos, la muerte se produciría por quitar a los pacientes sus órganos.

Bollen por el contrario afirma que, dado que el paciente ha decidido pedir la eutanasia no vale la pena esperar el tiempo que va desde que se produce el paro cardíaco hasta que se pueden realizar las «adquisiciones», ya que este retraso provoca su deterioro.

Promueven «la cosecha en vivo» frente a la inyección letal 

Además considera que los pacientes pueden estar motivados a solicitar la eutanasia porque esto les da la oportunidad de ser donantes y ha explicado que este reglamento no debe ser un obstáculo entre la eutanasia y la donación, ya que siguen caminos similares, e insta a los médicos a que promocionen «la cosecha en vivo» en lugar de las inyecciones letales.

Este grupo de investigadores sugiere que se realicen cambios en las leyes de eutanasia de sus países para permitir que las personas enfermas, discapacitadas y con enfermedades mentales que quieren morir, opten por la entrega voluntaria de sus órganos.

«No es demasiado tarde para aplicar esta nueva ética», afirman los investigadores del estudio, que abogan por la entrega voluntaria de órganos vitales

El artículo concluye con una nota de los autores, en la que afirman que «no es demasiado tarde para que nuestra profesión examine esta nueva ética, y reconozcan lo importante que es para la sociedad humana».

Además este grupo de investigadores, que aboga por la entrega voluntaria de órganos vitales, afirma que «debemos prepararnos para aplicarlo en un desarrollo racional para el cumplimiento y la mejora de la humanidad».

Holanda, un país pionero contra el derecho a la vida

Una propuesta que se une a las aplicadas por los defensores del aborto en Estados Unidos, donde empresas como Planned Parenthood cosechan las partes de los bebés abortados para luego dárselos a los investigadores, de manera gratuita.

Los Países Bajos son pioneros en este tipo de prácticas, ya que desde que se aprobó la ley de la eutanasia cientos de personas enfermas han muerto sin consentimiento, como ya informó LifeNews hace algunos años. Lo mismo ocurre con bebés enfermos que mueren gracias al ‘protocolo de Groningen’, y que son sacrificados porque sus padres o los propios médicos deciden que su calidad de vida no será digna.

Es por ello que las personas con enfermedades mentales y con discapacidades son las más vulnerables a aceptar propuestas de este tipo. En lugar de ser tratados, se les podría ofrecer la posibilidad de que se les aplique la eutanasia con el pretexto de poner fin a su sufrimiento y con el fin de contribuir a la sociedad.

Un ex defensor de la eutanasia, preocupado

El profesor Theo Boer apoyó durante muchos años las políticas de eutanasia que se aplican en el gobierno holandés. Sin embargo, después de 9 años como miembro del Comité Regional de Revisión y haber analizado más de 4.000 casos en los que se practicó la eutanasia a los pacientes, cambió su opinión y se ha mostrado preocupado por el «aumento explosivo» del número de muertes por esta causa.

La diputada del Partido Conservador en Gran Bretaña, Fiona Bruce, ha expresado al ver el artículo de los investigadores holandeses que «el documento confirma los peores temores expresados ​​por el Parlamento cuando la Cámara de los Comunes votó de manera concluyente para detener la legalización del suicidio asistido en este país«.

«Sacar un corazón que late de un paciente, como se postula en este trabajo es sorprendente y escalofriante»

Bruce se posiciona del lado de los más débiles y explica que los órganos obtenidos por la eutanasia, «tal como sacar un corazón que late de un paciente, como se postula en este trabajo es sorprendente y escalofriante. Es un recordatorio de que la legalización del suicidio asistido pone a los más vulnerables en riesgo grave».

Además añade que este tipo de «donaciones podría animar a los médicos a mirar más allá del bienestar de los pacientes».

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