El aborto es un negocio que mueve miles de millones. También en España. Un ejemplo muy claro es el de Andalucía donde un pequeño grupo de empresarios ha ganado mucho dinero realizando miles de aborto cada año repartíendose el pastel que también les llega desde la propia Junta de Andalucía.
La Junta de Andalucía, presidida por la socialista Susana Díaz, ha repartido ya este año más de cuatro millones de euros entre las distintas clínicas abortistas. Las adjudicatarias son centros como Poliplanning, Atocha Ginecológica, Ginecenter, Spawsky, Triana, Gynetrisur, Ginecología Almería, Trotula Rugiero y Clínica Sevilla
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraAsí fue en las adjudicaciones de los últimos años, y así será, con toda probabilidad en el actual ejericicio.
Detrás de estas clínicas están los conocidos como “señores del aborto”, una selecta lista de empresarios que se enriquecen con la muerte de inocentes. Así aparecen nombres muy conocidos en la industria abortista con otros más anónimos. Estos son algunos nombres: Eduardo Pérez Luján, Rafael González Bravo, Alberto Stolzenburg, Bernardo Óscar Acuña y Santiago Jordán. Pero en realidad, ¿quiénes son estos empresarios y que hay detrás de sus clínicas?
El fiscal llegó a pedir hasta siete años de cárcel para el empresario del aborto más importante de Huelva
Eduardo Pérez Luján
Este ginecólogo es el rey del aborto en la provincia de Huelva a través de las clínicas Poliplanning. Sin embargo, Pérez Luján es un viejo conocido de la Justicia y fue procesado en dos ocasiones por posibles delito de aborto ilegal. Los casos se remontan a la década de los ochenta, uno de ellos cuando realizaba en su consulta abortos ilegales antes de que hubiera legislación.
En el primer caso el fiscal llegó a pedir para él siete años de prisión después de que prescribiera a una joven de 19 años embarazada de dos meses y que padecía anorexia y astenia un fármaco abortivo. Los efectos de lo recetado por Pérez Luján produjo un cuadro grave en la joven que tuvo que ser ingresada. A los nueve meses el bebé nació muerto.
En el segundo caso, que se remonta a 1989, cuando realizaba un reconocimiento a una mujer a la que provocó una fuerte hemorragia, motivo por el cual falleció el feto de 15 semanas.
Alberto Stolzenburg
Este ginecólogo chileno es igualmente uno de los grandes empresarios del aborto a través de sus clínicas en Córdoba y Málaga, esta última llamada Ginecenter. Stolzenburg es otro viejo conocido de la Justicia y de la cárcel, en la que ingresó en 1993 por un delito de aborto ilegal. Poco después fue indultado por el Gobierno socialista de Felipe González.
Este empresario fue condenado en 1990 por realizar un aborto dos años antes a una mujer adicta a la heroína embarazada de 10 semanas. La sentencia, que avaló el Tribunal Supremo, estimaba que la condición de toxicómana no entraba en los supuestos despenalizadores.
Rafael González Bravo
González Bravo es el rey del aborto en Andalucía, con el que ha hecho un gran negocio. En Málaga posee hasta tres clínicas abortistas: Atocha, Spawsky y Sepiolonitato. A raíz del dinero ganado con los abortos ha ampliado sus negocios con otras nueve empresas, entre las que hay inmobiliarias, constructoras, cafeterías, zapaterías y carpinterías.
Bernardo Óscar Acuña
Este ginecólogo argentino lleva en España desde 1976 y es además del dueño del abortorio Ginecología Almería uno de los socios fundadores de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo en España), de la que llegó a ser vicepresidente. Además, ha fundado otra clínica abortista en la ciudad de Granada así como otro en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia).
En varios escritos defiende el aborto y critica a los que se manifiestan en contra. Este es un ejemplo:
“¿O son tan ilusos como la asamblea católica, a la cabeza, (aunque según Jesús: ¿quién tira la primer piedra?) que al prohibir el aborto lo elimina de la faz de la tierra? ¿O se desea continuar con la maternidad salvaje (pobreza, delincuencia, drogadicción, etcétera) y/o abortos de alto riesgo con sus muertes maternas como resultante? Claro, sin peligro, siguen abortando en secreto y mejores condiciones las pudientes”.
En otra ocasión, Acuña también publicó otro artículo en el que instaba a “proteger la tierra” y para ello pedía un control de la poblacion mundial, que además a él le reportaría grandes beneficios.
Santiago Jordán
Dueño de la conocida clínica El Sur de Málaga, este ginecólogo realizaba abortos ilegales en su consulta antes de que se aprobara la ley. Así lo reconoce públicamente la directora de la clínica, Eva Rodríguez, en una entrevista.
Santiago Jordán siempre ha presumido de sus excelentes relaciones con la Junta de Andalucía, gracias a la cual le derivan mujeres para que aborten. Pero tal y como informó ABC en 1993, este empresario incurrió en varias irregularidades después de que el Sistema Andaluz de Salud pagara a la clínica los abortos que realizaba a pesar de que ésta no poseía autorización.