Ya no cabe ninguna duda que el marxismo y el comunismo han cambiado de estrategia y que ahora usan el movimiento feminista como el caballo de Troya para destruir la libertad humana. Si el comunismo antiguo hacía uso del enfrentamiento de clases para imponer su dictadura, ahora hace uso del enfrentamiento de sexos (al que ahora llaman impropiamente género) para acabar con la libertad humana.
El dogma actual apoyado por las clases dirigentes, y por los medios de comunicación, trata de exculpar la responsabilidad individual de los violentos para culpabilizar a todo los varones de la violencia de naturaleza sexual. Evidentemente esta estrategia es maligna, por cuanto ante cualquier delito sexual la culpa no la tiene el agresor, sino la sociedad entera, siendo clara la consecuencia: ante cualquier violencia usted tiene la culpa, ya sea por acción (apoyar la cultura heteropatriarcal), o por omisión (no apoyar al movimiento feminista, y no suscribir sus dogmas totalitarios), y el criminal responsable pasa a ser una víctima más del «sistema».
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEn España el movimiento marxista feminista dió un salto cualitativo con el movimiento creado tras la agresión de la manada. La violación grupal de Pamplona fue la disculpa para desacreditar todas las normas penales, y desacreditar la justicia de los tribunales. El movimiento feminista trató de imponer la idea de que la palabra de la supuesta víctima siempre es cierta, y que el supuesto agresor, si es varón, siempre es culpable.
Ahora Chile también esta sufriendo la imposición totalitaria del feminismo internacional con el movimiento «sin consentimiento siempre es violación». Evidentemente sin consentimiento cualquier relación sexual debe ser tipificada como delito, aunque otra cosa bien distinta es propugnar que la palabra de la supuesta víctima siempre es veraz.
El mundo hispánico queda avisado: luchar contra el feminismo, es luchar por nuestras libertades y las de nuestros hijos
La diputada del Partido Comunista Chileno, Karol Cariola afirmó recientemente que “estamos hace rato buscando modificar la ley actual que ya creemos que es retrógrada, Chile es uno de los países con más absoluciones en este tema, no se le cree mucho a las víctimas y de hecho en 2017 de 286 casos de violaciones hubo 183 condenas y 84 absoluciones”, es decir que para la diputada comunista cualquier ley que no condene al 100 % de los supuestos agresores es una ley injusta, es decir, que el comunismo lucha actualmente por la supresión del principio de la presunción de inocencia, pues para su razón totalitaria es imposible concebir que un varón sea inocente.
En este sentido el nuevo feminismo se acerca a las posturas protestantes, al reconocer que no existe la libertad humana, y que el hombre y la mujer están predestinados, el hombre a ser siempre un agresor, y la mujer a ser siempre una víctima.
De igual forma es interesante destacar como el proyecto de ley chileno “Sin consentimiento es violación”, avanza al querer despenalizar la pederastia, pues entre las medidas más polémicas destaca la intención de rebajar edad de consentimiento (de los 14 años actuales a los 12 años), medida que pone en evidencia que actualmente están confluyendo tres movimientos de forma simultánea:
- El movimiento feminista que pretende que cualquier hombre pague por las supuestos pecados del grupo, es decir, el varón aún siendo individualmente inocente, tiene que pagar por las culpas de los varones responsables de la supuesta tiranía patriarcal.
- El movimiento homosexualista, que trata de despenalizar las relaciones sexuales con menores, pues es un dato cierto que muchos de los delitos de pederastia y pedofilia son ejecutados por homosexuales.
- El movimiento de perversión infantil, que pretende poner las causas para facilitar lo que se llama la profecía autocumplida (es decir una predicción que, una vez hecha, es en sí misma la causa de que se haga realidad). Así se pretende enseñar a los menores que la sexualidad es un acto independiente del afecto, y la entrega, exacerbando en los menores los disvalores de la libertad absoluta independiente de los principios de moralidad, y alentando a los menores un deseo sexual precoz y sin ningún tipo de atadura moral. Con ello se pretende hipersexualizar a los menores mediante la más descarada pornografía, que evidentemente no constituye un acto educativo, sino la creación de un espíritu amoral que tratará de imponer su voluntad de forma totalitaria.
El mundo hispánico queda avisado: luchar contra el feminismo, es luchar por nuestras libertades y las de nuestros hijos.