La mujer recibió la cabeza en la manos. Inmediatamente el cuerpo sin vida se desplomó. El bullicio de la gente que había bajado detrás del decapitado desde Montmartre era un sonido de fondo para sus pensamientos. Ella estaba arrodillada junto al cuerpo de aquel hombre, cargando la cabeza de quien se había desplomado a sus pies. Era el año 272 en la ciudad romana Lutecia Parisorum.
El acéfalo era el Obispo Dionysius (Denis en francés, Dionisio en español), a quien ella conocía. Había sido arrestado junto con sus compañeros Rústico y Eleuterio. El gobernador de la ciudad lo había condenado a morir decapitado.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLa gente empezó a formar un círculo a su alrededor. Temerosos, se acercaron un par de cristianos que habían presenciado la escena. Intercambiaron miradas con la mujer, la ayudaron a la levantarse y cargaron el cuerpo. Todo en silencio absoluto ante las atónitas miradas del pueblo.
Dieron al mártir y a sus compañeros sepultura en el sitio donde el cuerpo sin vida de San Denis se desplomó. Ahí se construyó una capilla, más tarde un abadía, siglos después Santa Genoveva mandó edificar un oratorio y ahora está en pie la Basílica de San Denis en París.
No puedo evitar contar que escribiendo estas líneas me enteré que San Denis es protector contra los dolores de cabeza, lo cual sin duda tiene algo de ironía. El recorrido supuestamente hecho por el santo, según la tradición oral, fue de Montmartre hasta la actual basílica erigida en su nombre. Dependiendo donde se encuentre la información se cree que consiguió caminar sin cabeza entre 5 y 6 kilómetros. Según Google Maps la distancia es de 6.1 kilómetros.
Pero volvamos a la historia. Parte de las las raíces cristianas de Francia están cimentadas en el año 250, cuando dicho Obispo llegó a la actual París, en ese tiempo Lutecia Parisorum ciudad del Imperio Romano. Ahí evangelizó, fundó las primeras comunidades de cristianos y con su predicación consiguió numerosas conversiones lo cual le llevó a la muerte.
Según recoge San Gregorio de Tours en «Historia Francorum» además de Denis llegaron en ese tiempo seis obispos más para evangelizar las Galias: Gatiano,Trófimo Pablo, Saturnino, Austremonio y Marcial. En la actualidad 43 millones de franceses se declaran cristianos, lo cual representa el 64% de la población.
En el mismo lugar donde descansan los restos de San Denis, en el famoso barrio de Saint-Denis se encuentran también reyes, reinas, príncipes y princesas de Francia. Es curioso que un sitio tan emblemático para la cristiandad se encuentra ahora en medio de un conflictivo barrio con la «cantera europea de la yihad».
¿Se acuerda de la noche del 13 de noviembre de 2015? Fue cuando radicales islamistas cometieron los atentados de París en diferentes puntos de la ciudad. La investigación policial y los servicios de inteligencia llevaron las fuerzas de seguridad ¿sabe a dónde?… al barrio de Saint-Denis, el cual estuvo en estado de sitio durante 7 horas. Ahí se inmolaron Abdelhamid Abaaoud, cerebro de los atentados y Hasna Ait Boulahcen, usando un chaleco explosivo.
Si San Denis caminó cinco o seis kilómetros, es imposible saberlo, incluso es muy probable que haya dado uno o dos pasos como acto reflejo tras haber sido decapitado. La leyenda, los mitos y los siglos que han pasado por encima nos ofrecen una historia milagrosa.
Lo cierto es que San Denis, murió ahí, murió mártir y fundó una comunidad cristiana que persiste casi 1800 años después. Seguro que si se levantará de la tumba y cogiera de nuevo la cabeza, se pondría en pie para comenzar con una nueva evangelización, ahí donde posiblemente de nuevo la perdería.