Imagen de un niño y una niña en la manifestación 'En femenino sí, en masculino también' convocada por Women of the World y celebrada el 10 de marzo de 2019 en Madrid. /HO
Imagen de un niño y una niña en la manifestación 'En femenino sí, en masculino también' convocada por Women of the World y celebrada el 10 de marzo de 2019 en Madrid. /HO

La mañana del domingo tuvo lugar en el centro de Madrid la manifestación ‘En femenino sí, en masculino también’, impulsada por la plataforma Women of the World con el objetivo de poner sobre la mesa un dicurso contracultural que dé la réplica al hegemónico del feminismo radical que había convocado una huelga política el viernes anterior con motivo del Día de la Mujer.

Frente a las manifestaciones con un discurso violento, que enfrenta a hombre y mujeres, señala al varón como sospechoso de todo por el mero hecho de serlo y mezcla una supuesta defensa de la mujer con discursos sobre el antimilitarismo o la «soberanía alimentaria», la manifestación del domingo congregó a familias enteras, de abuelos a nietos, en un ambiente festivo y reivindicativo, desde la concordia y el reconocimiento de la complementariedad entre hombres y mujeres.

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Tras la lectura de las 8 mentiras, motivos, medidas y maneras para rechazar el feminismo radical y apostar por la complementariedad, que ya adelantamos en Actuall el pasado viernes, se pronunciaron dos discursos.

El primero a cargo de la autora de ‘Cuando os prohibieron ser mujeres y os persigiueron por ser hombres’ y colaboradora de Actuall, Alicia Rubio, expresó su convicción de que las mujeres no están en situación de inferioridad ni discriminación. «Es más, muchas personas empezamos a sentir que los que están siendo discriminados por la ley son los hombres”, argumentó, al tiempo que reivindicaba al hombre y a la mujer sensatos que se apoyan. En este sentido, animó a las «mujeres sensatas» a apoyar a los hombres, del mismo modo que hubo «hombres sensatos» que apoyaron las justas reivindicaciones del feminismo originario, muy alejado de la radicalidad actual. 

Leonor Tamayo: «Claro que quiero que mis hijias puedan pasear tranquilas por la noche, pero también que no se prejuzgue a mis hijos por el hecho de ser hombres»

El segundo, parlamento corrió a cargo de Leonor Tamayo, presidenta de la plataforma Women of the World y de Profesionales por la Ética, que comenzó reivindicando: «Soy mujer, soy esposa, soy madre y soy profesional. Y no soy feminista».

Reclamó numerosas atenciones necesarias hacia la mujer, en especial el reconocimiento de «ese plus que la maternidad aporta a nuestra carrera profsional». Pidió reconocimiento para «las mujeres invisibles, esas de las que nadie habla» que dedicadas a sus familias «han sido durante años la argamasa de nuestra sociedad». Exigió, como madre de numerosos hijos e hijas, que haya justicia para todos ellos: «Claro que quiero que mis hijias puedan pasear tranquilas por la noche, pero también que no se prejuzgue a mis hijos por el hecho de ser hombres».

Tamayo cerró la primera parte de su discurso reclamando «una sociedad en la que los hombres y las mujeres sean iguales ante la ley, pero en la que se reconozcan y valoren las maravillosas diferencias que hay entre los dos».

Imagen panorámica de la manifestación 'En femenino sí, en masculino también' organizada por Women of the World en MAdrid, el 10 de marzo de 2019. /HO
Imagen panorámica de la manifestación ‘En femenino sí, en masculino también’ organizada por Women of the World en MAdrid, el 10 de marzo de 2019. /HO

Y entonces comenzó una segunda parte del discurso realmente emocionante en un momento en el que muchos varones se sienten amenazados, despreciados y vulnerables ante la ley por el hecho de serlo.

«Queridos hombres: sois la otra parte de la balanza, nuestro contrapeso, donde encontramos reciprocidad. Sois nuestros compañeros, nuestro complemento perfecto» comenzó, para continuar con unas reflexiones sobre la normalidad de la inmensa mayoría de las relaciones entre hombre y mujeres. Reconociendo diferencias («a veces sois toscos o con una insensibilidad incomprensible para nosotras»), agradeciendo la natural caballerosidad («sois los que nos prestais el abrigo cuando hace frío, nos abrís la puerta y nos cedéis el paso con toda naturalidad») y valorando la complementariedad («sois hombres, diferentes a nosotras, complementarios y unidos en la reciprocidad tanto en casa como en el trabajo, en la política y en la cultura… Sois la mitad del mundo, la otra mitad que completa el círculo»).

«Queridos hombres, no dejéis de ser como sois. Os necesitamos masculinos, viriles, caballerosos. Os queremos así y nos gustais así«, concluyó Tamayo.

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