Les voy a proponer un ejercicio bastante inusual que pueden realizar ahora mismo. Voy a pedirles, sin que sirva de precedente, que presten atención a este análisis de Iñaki Gabilondo, porque va a resultarle extremadamente saludable. Escucha a Gabilondo (tienes el vídeo encima del texto) y luego vuelve a este mensaje, quiero compartir mi reflexión contigo.
Viniendo de Iñaki, uno de los más estimados gurús progres de este país, lo que nos cuenta es oro puro. La crónica de cómo la izquierda maneja los hilos y de cómo la derecha abjura de sus principios y sigue obediente metiéndose en el hielo de lo políticamente correcto.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraPara el bueno de Iñaki, este es el orden natural de las cosas: la izquierda propone verdades incontestables desde su Olimpo moral que la derecha acaba validando tarde o temprano. Esto, más o menos, es lo que a juicio del señor Gabilondo ha venido ocurriendo con el asunto del feminismo.
En aquel páramo helado de verdades oficiales y repudio del disidente, sólo el rompehielos de HazteOir.org tuvo el coraje de enfrentarse al establishment para denunciar las profundas barbaridades que estaban adquiriendo rango de ley en nombre de la ideología de género
Los principios fundamentales de este movimiento, a pesar de sus llamativas carencias y sus delirantes excesos, fueron elevados a la categoría de dogma, también por el Partido Popular, hace poco menos de un año… Cuando eran la única “derecha” disponible.
En aquel páramo helado de verdades oficiales y repudio del disidente, sólo el rompehielos de HazteOir.org tuvo el coraje de enfrentarse al establishment para denunciar las profundas barbaridades que estaban adquiriendo rango de ley en nombre de la ideología de género y del feminismo radical: violación del principio de igualdad ante la ley, inversión de la carga de la prueba, criminalización del hombre, desaparición de la diferencia biológica entre hombres y mujeres, adoctrinamiento de menores, etc…
El feminismo radical, alentado por la izquierda, encontró en los asesinatos de mujeres la prueba irrefutable de que había que aplicar su verdad (la existencia de un machismo asesino patriarcal instalado en el ADN de los hombres ) y su jarabe (una reeducación social íntegra, desde los colegios a los geriátricos, pasando por todos los estamentos, que impusiera la ideología de género a la fuerza, imponiendo multas y penas a los disidentes).
Y mientras eso ocurría, la derecha callaba y otorgaba obediente. Y el hielo de lo políticamente correcto se iba solidificando.
De pronto, lo que HO – junto con unas pocas asociaciones y muchos miles de ciudadanos – había sembrado fructificó en una nueva propuesta política. Llegó Vox con su Reconquista, como dice Iñaki con sorna…
Somos implacables en la defensa de nuestros derechos y libertades. No cedemos ante lo políticamente correcto, ni nos acobardamos con amenazas y coacciones
Pero Iñaki Gabilondo va más allá y pone el dedo en la llaga. ¿Hasta qué punto son fiables unas formaciones como el PP y Ciudadanos que actúan en función de donde sopla el viento? ¿Qué coste electoral van a tener que asumir por estos vaivenes que nadie -ni siquiera la izquierda, como ves- entiende?
Todos hemos sido testigos estos últimos años de bandazos sorprendentes. Primero Albert Rivera, pasó de denunciar la ley de violencia de “género” por discriminar a los hombres, a convertirse en su principal valedor. Luego Pablo Casado, reculó en su compromiso de derogar la ley del aborto ante la perspectiva de ser crucificado por el lobby feminista-abortista el #8M.
Remata Iñaki el sermón mencionando a HO de una manera que podemos considerar elogiosa, aunque no haya sido ese su propósito: porque solo HazteOir.org (y Vox) sigue fiel a lo que representa, fiel a sus principios (nuestros principios), a pesar de que han tratado de destruirnos en innumerables ocasiones, incluso desde el mismísimo Gobierno de la nación.
Lo que Iñaki valora, como el común de los ciudadanos, es la coherencia entre los principios y la acción. Y en HO, los principios y la acción tienen coherencia. Tenemos un pensamiento que es valiente y por eso no nos dejamos amedrentar.
Somos implacables en la defensa de nuestros derechos y libertades. No cedemos ante lo políticamente correcto, ni nos acobardamos con amenazas y coacciones.
El pasado sábado, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, nos amenazaba con una multa de 60.000 Euros. Una denuncia que se suma a los procesos sancionadores y denuncias de la Generalitat de Cataluña, del alcalde de Valencia, del delegado del Gobierno (de Sánchez) en Valencia, entre otros.
Somos libres y actuamos como ciudadanos libres, porque creemos en la libertad.
Tenemos la firme voluntad de seguir siendo ese rompehielos que ayude a España a salir de esta trampa que, disfrazada de tolerancia, castiga severamente al que piensa diferente y no quiere debatir, sino imponer su idea y punto.
Las palabras de Iñaki Gabilondo son la comprobación más evidente de que nuestro Bus era necesario, perentorio, fundamental para la democracia española.
Porque ha puesto el foco en la grieta por la que se desangra la democracia, apunta a lo que está deteriorando a pasos agigantados la vida pública y las instituciones: la espiral de silencio ante la mentira.
Mentiras como la de aplicar la receta de la ideología a cuestiones tan complejas como la de la violencia, que todos estamos deseosos de combatir y erradicar.
En HO hemos denunciado los excesos de la clase política sin escondernos en el anonimato: salimos valientes con un autobús a la calle, con nuestro logo bien alto. Primero lo hicimos con las leyes “mordaza” LGTBI y luego con las leyes de “género”.
Y seguiremos luchando hasta que todas las leyes ideológicas, basadas en mentiras prefabricadas por la izquierda, sea derogadas.
Hoy, más que nunca, creo que podemos ganar.