Me he enterado por HazteOir.org de la historia de una profesora de Fuerteventura (Canarias) llamada Aurelia Vera que, además de impartir clases de Lengua en 4º de ESO en el Instituto público Diego de Alcalá, es concejala socialista.
Resulta que la docente fue grabada mientras enseñaba a los alumnos (ver los vídeos Parte 1 y Parte 2) ‘perlas’ como las siguientes: “A los niños hay que castrarlos al nacer”; “si os cortan el pito no pasa nada”; “para los hombres su identidad es la polla” (sic).
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraPor cierto que ya hay más de 20.343 personas que han pedido a la consejera de Educación canaria, Soledad Monzón, que le abra expediente y la aparte de la enseñanza. Doce días llevan los ciudadanos escribiéndole y la señora Monzón, como si no fuera con ella. Cero explicaciones. Y eso que recibe cientos de correos diarios en los que, entre otras cosas, le dicen: “¿Qué clase de docente realiza semejantes afirmaciones? ¿Qué clase de persona se atreve a degradar a sus alumnos varones de esta manera tan violenta, haciendo apología de la mutilación? ¿Qué clase de enseñanza están recibiendo estos chicos?” Pues la consejera, impasible. Al menos no ha trascendido que haya hecho nada.
En realidad, el caso de la profesora que quiere castrar varones lo desveló el diputado de Vox en la Junta de Andalucía, Francisco Serrano. El medio digital Ok Diario transcribe también las lecciones de la señora Vera en materia de relaciones sexuales y embarazos no deseados (observen la fineza del lenguaje que utilizo) en estos términos: “Debe ser muy guay saber que yo puedo follar todos los días cuando quiera, aunque luego la deje preñada, que la peor parte se la lleva la tía, aunque las leyes hayan cambiado por suerte y también. Pero la peor parte se la llevan las tías. Debe ser muy guay. Así que no me vengan con cuentos que los hombres son feministas”.
Espero y deseo que Aurelia Vera sea expulsada de la docencia lo antes posible
Por cierto, que Francisco Serrano ha presentado denuncia contra Aurelia Vera porque al parecer es afectado, objeto de los comentarios soeces, extremistas e incitadores de la violencia de la profesora. Ésta, según los vídeos que dan cuenta de sus clases, hace apología del régimen neocomunista de Nicolás Maduro. Una joya doña Aurelia. Yo voy a ver si me sumo a la denuncia de Serrano como afectada por mujer -me avergüenzo de una tipa así-, por contribuyente -a esta señora le pagamos todos- y también porque hablo lengua española y esta individua imparte esa materia obligatoria y curricular. Si Cervantes se levantara de su tumba la habría enviado a galeras de inmediato.Y también la denunciaría por zafia, mal hablada e irrespetuosa. Sin más.
Espero y deseo que Aurelia Vera sea expulsada de la docencia lo antes posible. Si no lo han hecho, firmen por favor la petición dirigida a la consejera Monzón, que es quien puede decidir abrirle expediente. Y si ya han firmado, envienla a sus amigos, familiares y conocidos. Por pedir que no quede. La que queda retratada es la política canaria que pasa de los ciudadanos y no se mueve.
Pero es que, además, la profesora Aurelia Vera es un peligro público porque cuando uno enseña determinadas cosas a adolescentes de 15 o 16 años, es decir de 4º de ESO, se arriesga a que alguna alumna con más o menos luces tome apuntes, se entusiasme con la idea y lleve a cabo las ideas de la docente ahora o dentro de una década.
No tiene ninguna gracia que la víspera de escribir estas líneas me haya llegado la noticia de que en Brasil una pareja de lesbianas ha acabado con la vida de un adolescente al que hace un año cortaron el pene. Y es que al parecer las señoras “querían una niña”. El desafortunado muchacho era hijo de una de las asesinas. Y según cuenta ABC, las autoridades brasileñas han informado de que la amputación tenía como fin “convertir” al chico en una chica. “Para ello, según la investigación, habrían seguido las instrucciones de un vídeo de internet, haciéndolo ellas mismas en su domicilio”.
Como sus ensoñaciones no cuadran con la realidad biológica de la persona, pues cortamos donde sea preciso, le vestimos de niña y punto. Ya verán ustedes cómo hacemos una niña de un niño
“Además, le vestían con ropa para niñas y le dejaron el pelo largo, para cambiarle también el nombre y ponerle uno femenino. Sin embargo, el pequeño se negaba, razón que les llevó a querer acabar con su vida”, prosigue la noticia de ABC. La rebeldía del joven que no quería convertirse en mujer llevó a la madre y a su novia, pareja o la denominación que prefieran, a matarle mientras dormía con “al menos doce puñaladas”. No está mal. Alevosía y nocturnidad en alto grado.
No se preocupen los activistas que lean estas líneas con el deseo de querellarse contra la que escribe por relacionar los términos “lesbianas” y “violencia”. La relación no la he establecido yo sino ellas, que han asesinado a una persona. Tampoco creo que las personas que sienten atracción por otras de su mismo sexo sean asesinos en potencia. Ni mucho menos. Son personas absolutamente normales y pacíficas. Lo que estoy afirmando es que una profesora socialista de Canarias dice a los alumnos que “a los niños hay que castrarlos al nacer” y que -mira por donde- muy lejos de las Islas Afortunadas, en la América de habla portuguesa dos señoras han matado al hijo de una de ellas un año después de mutilar sus genitales.
En definitiva, el fundamento ideológico es el mismo en el caso de la profesora Vera y las lesbianas asesinas: al varón hay que castrarlo porque la ideología de género enseña que éste [el género] es una construcción social fruto del deseo, de la educación, de la cultura. Y como sus ensoñaciones no cuadran con la realidad biológica de la persona, pues cortamos donde sea preciso, le vestimos de niña y punto. Ya verán ustedes cómo hacemos una niña de un niño. Por nuestras narices, por no utilizar otro término que sin duda Aurelia Vera -con la que tengo poco en común, la verdad) habría utilizado entusiasmada. Pero la naturaleza se rebela y las cosas acaban como acaban.
Los casos de la profesora Canaria y las lesbianas asesinas del niño que no quería ser niña tienen en común otro aspecto: el odio brutal hacia el varón por el sólo hecho de serlo.
Y es que ya lo decía, con inmensa sabiduría, el primer y más sincero autobús de HazteOir.org: “Los niños tienen pene y las niñas tienen vulva. Que no te engañen”. Si tuviera que volver a sacar otro autobús diría: “Y que no te mutilen”.