Interior del Congreso de los Diputados de España, Madrid.
Interior del Congreso de los Diputados de España, Madrid.

* Por Francisco Rodríguez Barragán.

Como me ocurre a menudo, debo de estar equivocado. Creía que lo de ser de derechas o izquierdas estaba superado, pero ahora está más presente que nunca. Todos hablan y propalan acerca de la superioridad moral de la izquierda y de lo malo que es ser de derechas y ambas cosas me parecen falsas y trasnochadas, pasadas de moda. ¿Qué es hoy ser de derechas? ¿Qué es hoy ser de izquierdas?

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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Las dos doctrinas que han jugado y juegan un papel importante en la historia son el capitalismo y el socialismo, aunque a ambas se le añadan hoy unos complementos para despistar. El capitalismo dice ser liberal y el socialismo social-demócrata pero no sé ni lo que ello significa ni lo que sea cierto. Tanto unos como otros se consideran demócratas porque apelan al voto de los ciudadanos: no para servirlos, sino para alcanzar el poder y disfrutar de la jugosa tarta de los impuestos que todos pagamos.

He leído en algún sitio que el capitalismo es un sistema en el que el veinte por ciento de la población se lleva el ochenta por ciento de las ganancias y deja el otro veinte para la clase trabajadora. Si ello es así, la injusticia es patente. Más aún cuando lo que recibe ese 80% de la población está gravado por dos impuestos: uno sobre los ingresos, (IRPF) y otro sobre el consumo (IVA).

Naturalmente, resulta más soportable un socialismo social-demócrata que un socialismo comunista

Con los impuestos que pagamos la clase media, el Gobierno trata de financiar los gastos de mantenimiento de una enorme y creciente Administración y unos servicios sociales que pueden ser recortados en cualquier momento, aunque se siga  subvencionando el desarrollo de ideas “progresistas” como el aborto, la ideología de género, la violencia de género, el feminismo, el orgullo gay, etc. Lo único que no se recorta jamás son los sueldos y complementos de los políticos que se los aumentan en cada legislatura por unanimidad.

La social-democracia hace exactamente igual que el capitalismo liberal aunque parezca que son opuestos, es lo mismo que ser aficionado del Real Madrid o del Barcelona y apalearse en las calles.

Naturalmente, resulta más soportable un socialismo social-demócrata que un socialismo comunista. El capitalismo, siendo injusto, come y deja comer; el comunismo, en cambio, busca la total dependencia de todos los ciudadanos de las consignas del partido, una minoría poderosa e inflexible, criminal y controladora como establecieron Lenin, Stalin, Fidel Castro, Pol-pot, Mao, el Che Guevara o Nicolás Maduro. La lista de dirigentes comunistas antiguos y actuales es interminable.

Aquí y ahora todos se ponen estupendos, negocian o no negocian, firman o no firman y el tiempo pasa y seguimos sin gobierno en España y en algunas autonomías. Ojalá se hubiera establecido que los políticos solo cobraran su sueldo cuando comenzaran a gobernar y así quizás se dieran más prisa, aunque leo que las previsiones de la Unión Europea sobre España han aumentado al 2,3 del PIB, lo que me hace barruntar que las cosas pueden ir bien sin políticos ni gobernantes. ¡Mira que si los que sobran son todos ellos!

No me queda más que rezar para que las cosas no vayan a peor, que se piense en los demás, que dejen sus ridículas luchas y sus gestos altaneros y se pongan a la tarea de defender la unidad de España y el bien común de todos los españoles.

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