Actualler: iba a utilizar otra palabra, porque más que enfado, es lo siguiente, ya sabes.
“Esa sensación de que la política no funciona, de que las instituciones cada vez nos dejan más solos y de que cada cual tiene que salir adelante como pueda es un lugar común en toda la sociedad. Todas ellas [la sociedad] comparten la sensación de que el sistema está torcido, de que las instituciones tienen un funcionamiento defectuoso, de que el dinero es lo que importa, de que la política no es una solución (como mucho, un parche) y de que cada cual tendrá que buscarse la vida como pueda.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLa descreencia en las instituciones va en aumento. Por eso cada vez el voto es más fragmentado y volátil, y por eso crecen opciones extrasistémicas con candidatos diferentes, por eso el descontento aparece con mucha frecuencia.” («Lo que importa es el dinero; si lo tienes, vives bien. Si no, el sistema está en tu contra”)
En otras palabras, no votamos mal, como insinúa la izquierda en general y Sánchez Pedro en particular: votamos cabreados. Votamos contra ellos.
Y lo hacemos, entre otras muchas cosas, porque muy pocos de ellos parecen realmente preparados para ajercer una labor pública a la altura de las necesidades actuales.
En otras palabras, porque nuestra clase política ofrece cada día más síntomas de idiotez.
Cada vez más tontos
El siempre brillante Jon Juaristi lo pone de manifiesto a propósito de las batallas feministas:
“Hace todavía veinte años, el motivo fundamental de las fiestas veraniegas del país vasco era la guerra de las banderas: la quema pública de la bandera nacional por encapuchados. Hoy, las fiestas vascas del verano se han convertido en grandes exorcismos colectivos contra la violencia machista.
El viernes asaltaron a otra mujer y le robaron un móvil. ¡Anda, dirán ustedes, como los de la Manada de Sanfermines! Justo, pero nadie lo ha hecho notar, porque son pobres chicos magrebíes, no soldados ni guardias civiles españoles.
La Ertzantza se ha esforzado en publicar una serie de recomendaciones dirigidas a las chicas vascas ante esta temporada festiva. La primera es «no aceptes citas extrañas ni citas a ciegas». Parece lógico, ¿no? Si la adolescente violada por la manada argelina no hubiera aceptado la cita en el parque, no la habrían violado.
Pero esto ha suscitado la furia de las feministas vascas de izquierda, que acusan a la Ertzantza de culpabilizar a las víctimas. Lo que a mí me recuerda las reacciones de los colectivos gays vascos de hace treinta y bastantes años a las primeras noticias sobre el sida: se trataría de un infundio lanzado desde el Vaticano para impedirles pasárselo bien en las semanas grandes.
Siempre hay un grupo social que será estigmatizado como culpable y, por tanto, perseguido hasta el exterminio si hiciera falta. En la Europa de la primera mitad del pasado siglo se eligió a las clases medias, en la parte oriental, y a los judíos, tanto en aquella como en occidente. ¿Que a por quién va la izquierda de nuestro tiempo? ¿A por quién va a ir? A por la derecha, naturalmente…¿a por quién, si no?” (Machistas)
El tamaño a veces es relativo
A propósito de violaciones, menores, inmigrantes y feministas, la presencia de Vox en las instituciones está alborotando algunos patios.
Dicen que los votantes de la formación de Abascal esperaban unos resultados electorales superiores a los obtenidos, pero a decir verdad, lo importante a la hora de gobernar es ser decisivo, da igual el número de concejales, consejeros o diputados que tengas. Tener la llave de todas las decisiones importantes.
Vox lo era en la Comunidad de Madrid hasta un minuto antes de decidir apoyar a Ayuso como presidenta regional. Sin sus votos, el PP jamás hubiera alcanzado tan codiciado objetivo. Pero Vox prefirió hacerse a un lado y renunciar a su poder real, que hubiera supuesto tal vez la convocatoria de nuevas elecciones autonómicas.
Sin embargo sus votos en casi todas las instituciones siguen siendo decisivospara que los gobiernos constituidos puedan salir adelante. Y se nota: tanto PP como Ciudadanos andan ahora de puntillas, tratando de no molestar a los voxistas e incluso haciendo suyas sus iniciativas, esas que antes condenaban a la hoguera que tanto gusta a los progres de ambos partidos.
“PP y Ciudadanos se han topado con un actor inesperado cuyos votos son necesarios para ganar o perder votaciones en el Pleno municipal: Vox, cuyos cuatro concejales son clave para lograr la mayoría absoluta. ‘Nos da igual que las resoluciones vengan de la izquierda, de Más Madrid o del PSOE mientras sean buenas para los madrileños. Nosotros vamos a sentarnos y a apoyar todo por sentido común siempre que no comporte lacras como la multiplicación de chiringuitos’, explican en la formación voxista.” (Vox abre las primeras grietas en Cibeles)
Que hagan suyas sus propuestas es muy bueno para la ciudadanía pero no tanto para Vox, aunque se lo debamos a ellos. Porque, ¿qué hará Vox cuando el PP le haya terminado de robar sus tres o cuatro ideas fundamentales, esas poquitas que sobrevivieron a las negociaciones de Andalucía, Murcia y Madrid?
Ya ha sucedido en Vitoria:
“El Partido Popular en el País Vasco ha comenzado a asumir las tesis de Vox sobre los menores emigrantes no acompañados (menas) y su implicación en los últimos sucesos, incluida la presunta violación grupal.” («Los menas están descontrolados”)
Que otros partidos asuman sus propuestas es para felicitar a Vox. Pero teniendo en cuenta su poco efectiva política de comunicación, mucho tendrán que sudar la camiseta si quieren capitalizar los importantes logros políticos ya conseguidos que en justicia les corresponden.
El titular
Si uno padeciera el mal conspiranoico, semejante titular me habría llevado a aumentar la dosis de pastillas:
La cara hipócrita del ecologismo
En política doméstica, la que se hace puertas adentro de España, somos la monda de ecologistas. Sánchez Pedro y el portento Calvo Carmen no paran de repetirlo: ellos son un Gobierno feminista y ecologista. Pero en cuanto nos damos la vuelta…
Cuando no les ven, Sánchez Calvo promueven la actividad más cochinamente contaminante. Por ejemplo, en el país de al lado. Como si para combatir el deterioro ambiental fuera posible poner una puerta en el Estrecho y cerrarla a cal y canto.
“Importamos electricidad de Marruecos porque su precio es inferior al precio medio del mercado español. Es el beneficio inherente a todas las importaciones: abaratar el precio del mercado interno. El problema es que la electricidad generada con carbón en Marruecos es más barata porque no está sujeta al mercado de derechos de emisión de CO2 establecido por la Unión Europea. El pasado viernes los derechos de CO2 cotizaban a 28,85€/Tm. Este coste encarece la electricidad generada con carbón en España y abre hueco a la competitividad de la electricidad marroquí generada con el mismo combustible.” (Nemesio Fernández-Cuesta: Nada es fácil)
Sucede con la ecología de izquierdas lo que con el pacifismo progre: si no gobiernan ellos, todo son manifestaciones, campañas, recogida de firmas y protestas. Pero cuando ocupan Moncloa, ay, amigo mio, entonces vendemos armas a los regímenes que tratan a las mujeres como a esclavos(pongamos que hablo de Arabia Saudita), o compramos electricidad contaminante a Marruecos para saltarnos las normas de la UE que rigen en España. ¡Olé coherencia progre!
Animales
Lo reconozco, no soy objetivo, me repugnan los comportamientos que mueven a la confusión entre animales y personas. Debo ser un bárbaro porque sigo pensando que a los animales hay que tratarlos como lo que son, animales, y no como personas. Lo que en absoluto incluye maltratarlos.
“¿Qué será de mi perro si yo fallezco?”, reza uno de los vídeos que recoge el anuncio de esta nueva atención especial a las mascotas, uno de los sectores comerciales de mayor crecimiento y más rentables:
“Se trata de un proyecto pionero en España y gracias a él se evita que los perros de las personas que fallecen sean abandonados. La protectora se pone en contacto con aquellas personas interesadas y les aseguran que «la mascota va a tener una buena vida garantizada».” (Una adopción más allá de la muerte)
¿Que tienes un bicho en casa y crees que puedes morir antes que él? Se lo comunicas a esta protectora de animales para que cuiden de él cuando hayas muerto. Bueno, quizá no sea mala idea, de acuerdo. Pero alrededor de las noticias acerca de las nuevas necesidades que al parecer requieren las mascotas no puedo evitar percibir algo obsceno:
“El animalismo, bajo su apariencia de refinamiento civilizatorio, esconde el fin de la civilización. En todos los ocasos de la Humanidad ha surgido la tentación de endiosar a los animales: lo hicieron las civilizaciones bárbaras, de Egipto a Cartago, que imaginaron un panteón que era en realidad un zoológico amedrentador, poblado por alimañas; y lo volvieron a hacer las civilizaciones refinadas, cuando llegó su decrepitud. Tras el ideal de tratar a los animales como si fuesen hombres, se esconde siempre el secreto anhelo de tratar a los hombres como si fuesen animales.”(Prohibido comer carne)
La cita
“Me he comprometido al máximo con todos los proyectos en los que he tenido el honor de estar, y cuando me he marchado ha sido por el convencimiento de que era la mejor opción para todos.”
Y la imagen
Andrea, que pases un día estupendo y comas carne si te apetece… ¡a pesar de la ONU!
TU DÍA ACTUALL
Apartan al presidente de la ONG pro aborto Promsex por presunta violencia sexual. El pasado mes de mayo feministas denunciaron a Jerónimo Centurión por «violencia sexual» contra una mujer en la Semana Santa de 2018. Promsex es la principal organización que busca la legalización del aborto en Perú, financiada por la multinacional abortista Planned Parenthood. La noticia, aquí.
La verdad de la política de un solo hijo en China reivindica a Steven Mosher 40 años después, por Carlos Polo. Cuando Steven Mosher llegó a China en 1979 creía el discurso malthusiano de la superpoblación y no veía con malos ojos el aborto. Al descubrir la crueldad de la política demográfica del comunismo chino, Steven Mosher fue vilipendiado. Hoy, su trabajo es reconocido en el cine. El artículo de opinión, aquí.
Cuando los hijos crecen: de sus primeros pasos a marcarlos por su cuenta, por Leonor Tamayo. Me aferro a la satisfacción de tener miles de momentos suyos; la vida me puso en una tesitura amarga. Tuve que elegir y tuve el privilegio de poder elegirles a ellos. Los hijos nos los presta Dios sólo un ratito para que le ayudemos a modelar su alma. ¡¡Pero cuánto cuesta soltarles!!. La opinión de Leonor Tamayo en el siguiente enlace.