El fin de semana próximo tendrá lugar el vigésimo primer congreso Católicos y Vida Pública impulsado por la Asociación Católica de Propagandistas y la Universidad CEU San Pablo bajo el lema «Libertad para educar, libertad para elegir».
En un encuentro informativo con la prensa, su director, el historiador medievalista Rafael Sánchez Saus, adelantó que, por primera vez en la historia de estos congresos, el manifiesto final no quedará en una declaración de intenciones que compartir con los participantes, sino que se irá un paso más allá.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.
Suscríbete ahoraLa intención de Sánchez Saus, respaldado por el presidente de la ACdP, Alfonso Bullón de Mendoza, es llevar este manifiesto a los partidos políticos, de tal forma que el fruto del congreso tenga una proyección en la vida pública, acorde con el espíritu fundacional de los propagandistas.
A juicio de Sánchez Saus, la nueva configuración política del arco parlamentario «ofrece resquicios en los que la voz de los católicos puede hacerse sentir», circunstancia que «la estructura del sistema ha hecho difícil años atrás».
Por ello, no van a desaprovechar la «oportunidad de entrevistarse con los políticos que quieran oír la voz del catolicismo social». «Ahora hay más posibilidades de ser oídos», ha subrayado Sánchez Saus.
Hiperregulación
Respecto al tema concreto del congreso, la libertad educativa Sánchez Saus entonó una cierta autocrítica al lamentar, desde el catolicismo social, que «a veces parece que nos limitamos a la enseñanza de iniciativa social al hablar de la libertad educativa», cuando se trata de un derecho a ejercer tanto en la oferta social como en la pública.
En todo caso, alertó contra la «hiperregulación que no es neutral nunca» que se refleja tanto en la propia elección de centro, como en los contenidos marcados y el intervencionismo de las administraciones.
Por otro parte, el director del Congreso Católicos y Vida pública planteó algunas cuestiones que, a su juicio, la Iglesia católica (y puntualizó que se refería no sólo a la jerarquía sino a todos los que forman parte de ella) debería plantearse dos preguntas: «¿Para qué queremos la libertad de educación si no es para evangelizar? ¿El sistema de conciertos nos ha ayudado a esto?» Y, añade: «La Iglesia deberá hacerse esta pregunta. Si no, es difícil una mejora sustancial de la educación católica».
«Fuera de juego» en los partidos
Sánchez Saus criticó que el ambiente general en los partidos políticos sea el axioma políticamente correcto de que la fe es algo que queda en la más estricta esfera privada, sin trascedencia, aunque estima que «hay más católicos de los que parece en la vida pública», aunque «tener la valentía de no ser católico sólo hasta la puerta de casa y romper el hielo tiene un coste, es indudable».
Y como ejemplo, citó en varias ocasiones el caso de los políticos del Partido Popular que fueron purgados de las listas por Mariano Rajoy, al mantener una postura coherente con sus convicciones más íntimas frente al aborto.
Sánchez Saus considera que las dificultades para encontrar políticos en activo que se declaren católicos y actúen en consecuencia, pese a los muchos que han pasado por instituciones educativas de la Iglesia, «no es un fracaso de la educación católica, pero hemos dado pasos atrás y estamos fuera de juego», arguyó.
De forma paralela a este razonamiento, Sánchez Saus cirita que se da una «aceptación pasiva o acrítica» de muchos padres frente a las amenazas a la libertad educativa provocada por una doble tendencia en el pueblo español. Por un lado, un alto grado de aceptación de la autoridad incuestionada y, por otro, la vinculación de la mejora de las cosa a lo material.
Sánchez Saus ha animado a actuar «a través de la concienciación, la información y la opinión pública antes de que se dé el peor escenario» y no lo contrario, que, según su parecer, ha sido «uno de los errores tradicionales del catolicismo español».
Cheque escolar y ahorro al Estado
El director del congreso también sostuvo que el argumento de defensa de la educación de iniciativa social basado en el ahorro que produce al Estado es «una línea de defensa débil».
A su juicio, tras este postulado subyace la idea de que la educación de iniciativa social «se tolera» mientras que el Estado no puede hacerse cargo de toda la educación. «Eso no lo podemos aceptar, porque la libertad educativa no puede estar al socaire del presupuesto».
Sociedad civil
Entre los ponentes y coordinadores de los talleres se encuentra una nómina importante de líderes de la sociedad civil y de iniciativas educativas de iniciativa social como Antonio Arcones (Aquinas American School); Juan Carlos Corvera (Educatio Servanda); Francisco José Contreras (catedrático de Filosofía, ex directivo de HazteOir.org y recientemente elegido diputado de Vox); Paloma Díaz Sotero (CECE); Nieves González (Desarrollo y Persona) o Jesús Muñoz de Priego (asesor de Escuelas Católicas y promotor de la plataforma EnLibertad), entre otros.