Soledad Gallego-Díaz (nacida en 1951) se hizo conocida cuando él y otro compañero publicaron en exclusiva en El País el borrador del proyecto de Constitución que se estaba elaborando. ¡Qué pronto empezó la trabazón entre El País y el PSOE! ¿Conseguiremos alguna vez la separación Estado-PRISA?
En un ejemplo de la decadencia de la izquierda, El País ha pasado de defender y celebrar la libertad política, el sindicalismo de los trabajadores (sin pasarse, ¿eh?), la apertura de fábricas y el empleo para todos a proponer las cuotas por sexo, las rentas mínimas a perpetuidad, el cierre de empresas consideradas contaminantes y la censura en sus foros. De pedir pensiones para los ancianos a pedir la eutanasia.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEn mayo de 2018, poco antes del cambio en el Gobierno y la dirección de El País, el periódico, con otro director, anunció a bombo y platillo la creación de una corresponsalía ‘de género’, que otorgó a una persona que menstrúa, como dice la ONU.
La acción de PRISA cotiza en bolsa a casi la tercera parte del precio de un ejemplar en papel de ‘El País’
Una vez en el despacho y el sueldazo, Sol Gallego-Díaz nombró a un puñado de jóvenes, varios de ellos politólogos, más sectarios que la media de los izquierdistas de la calle. Y la mayor aportación al periodismo hecha por la primera directora de El País mujer-heterosexual-cisgénero o qué sé yo consiste en una sección conocida en Twitter como ‘Todo lo hacéis mal’.
El nuevo estilo de la progresía, desde la ONU a La Sexta, es reñir a la gente normal, es decir, la que pertenece a la clase que paga impuestos (como dijo Nicolás Gómez Dávila) para modificar su conducta, sea en el sexo, la comida, el ocio, la familia y la trascendencia, para que, como tememos muchos, acabemos comiendo bichos. Por nuestra salud y por la salud del Planeta.
Le dejo, amigo lector, una selección de tuits de ‘Todo lo hacéis mal’.
A cuenta del coronavirus, te has quedado sin empleo y se te ha muerto tu abuela, pero no tienes motivo para quejarte.
No nos van a dejar ni salir a tomarnos una cerveza a un bar.
Claro, que como no podremos usar pantalones, casi mejor.
La fidelidad a tu cónyuge y el compromiso son de imbéciles.
¡Qué sería de nuestra vida sin que la redacción de El País nos desvelase los hechos frente a los falsos prestigios!
Ni baño ni ducha. Toallitas mojadas y copas menstruales.
Los ‘joysticks’ están pensados para varones.
¡Qué duro es ser mujer! Usan menos el retrete por el “qué dirán”.
En cambio, en la Alemania comunista las mujeres hasta tenían más orgasmos. ¡Bendito muro antifascista!
Clint Eastwood es un viejo chocho blanco y machista que no sabe nada de nada, ni hacer películas.
¡Añoran la Edad de Bronce por su igualdad económica unos progres que se viajan en primera clase a pasear por la Patagonia!
Si tiene al menos dos de estas opiniones, es usted un enemigo de la humanidad.
Lo repito. Los dueños del mundo quieren que comamos insectos y les dejemos a ellos los solomillos y las langostas.
Y también hemos de dejarles los viajes en avión.
Pero si algún ingenuo centrista cree que el nuevo nombramiento va a aportar decencia y deontología al periódico globalista, ya puede olvidarse de ello. Javier Moreno permitió a Jesús Duva (ya jubilado) y a Natalia Junquera (todavía en la plantilla) poner en marcha la que quizás sea la campaña más infame del periodismo español de los últimos 40 años: la trama franquista para robar niños primero a pobres rojos y luego a pobres sin más.
Entre las mayores infamias y mentiras difundidas por el periódico ‘progre’, destaca la de la trama franquista para robar niños
También Moreno fue responsable de la mayor metedura de pata del periódico. El país publicó en portada (24-1-2013) una foto de un enfermo entubado en una mesa de operaciones que presentó como el dictador Hugo Chávez.
Bajo el mando de Moreno se aplicó en 2012 un ERE que supuso el despido de 149 trabajadores de la plantilla. El nuevo-viejo director vuelve con la misión de reduciré las monstruosas pérdidas del periódico. Hoy la acción de Prisa cotiza a menos de 60 céntimos de euro. Por el precio de un ejemplar del periódico casi pueden comprarse tres acciones. Aunque, ¿para qué se va a unir alguien a esa empresa? De PRISA solo sacan dinero los consejeros y los directivos del grupo. Para muchos ya es un chiringuito en el que colocar a los hijos.