La ministra de Igualdad Irene Montero. /EFE
La ministra de Igualdad Irene Montero. /EFE

No se si ustedes están o no preocupados con el COVID-19, sus efectos hasta ahora y, sobre todo, sus consecuencias en el futuro. Son ustedes muy libres -faltaría más- de preocuparse o no. Desde luego, el sufrimiento de las personas y las incontables víctimas merecen todo mi respeto y consideración. 

Lo que les quiero contar es que al Gobierno de Sánchez, Iglesias y Cía les preocupan otras cosas. Que quieren que les diga. La vida sigue. Las cosas son como son y el Boletín Oficial del Estado (BOE) nos da una pista de las prioridades de nuestros dirigentes políticos.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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Por ejemplo, en el BOE del pasado 27 de junio se daba cuenta de una Orden del Ministerio de Igualdad por la que se creaba el “Consejo de Participación de las Personas LGTBI con la finalidad de institucionalizar la colaboración y fortalecer el diálogo permanente entre las Administraciones Públicas y la sociedad civil en materias relacionadas con la igualdad de trato, la no discriminación por razón de orientación sexual, identidad o expresión de género; y de reforzar la participación en todos los ámbitos de la sociedad de las personas LGTBI y sus familias”.

Se trata de un órgano colegiado que depende del Ministerio de Igualdad a través de la Secretaría de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género. Ustedes se preguntarán para qué sirve y por qué es tan urgente crearlo en tiempos de COVID-19. Ni que fueran ustedes de HazteOir.org. Homófobos, machistas, intolerantes.

Les voy a explicar las funciones del Consejo de Participación de las Personas LGTBI, a ver si entienden de una vez que es superimportante. Para empezar, el Consejo sirve de marco de colaboración y coordinación estable para agrupar a actores implicados en materia LGTBI. Además, será muy útil para analizar y poner en común propuestas relacionadas con las políticas LGTBI y la promoción de la igualdad de trato, no discriminación y participación social de las personas LGTBI.

Por si esto fuera poco, el Consejo expondrá criterios y observaciones relativas a los proyectos, planes y programas de la Administración General del Estado, así como sobre los planes y programas de ámbito estatal relacionados con la promoción de la igualdad de trato, no discriminación y participación social de las personas LGTBI. Y, por supuesto, recibirá información sobre programas y actividades que lleven a cabo la Administración General del Estado, las comunidades autónomas y las administraciones locales en materia de políticas LGTBI, igualdad de trato, no discriminación y participación social de las personas LGTBI.

El Consejo carecería de valor alguno si no cumpliera otras de sus funciones esenciales: elaborar un estudio anual sobre la situación de las políticas LGTBI, igualdad de trato y no discriminación de las personas LGTBI y canalizar propuestas, recomendaciones y observaciones relativas a aquellas iniciativas, planes y programas que puedan afectar a la integración social de las personas LGTBI inmigrantes, solicitantes de asilo o refugiadas, a iniciativa propia o cuando le sean requeridos por los órganos competentes de la Administración General del Estado.

A estas alturas a lo mejor se han preguntado ustedes por quiénes compondrán el Consejo de Participación de las Personas LGTBI. No sufran. La presidencia la nombrará la ministra de Igualdad, Irene Montero. Relájense por favor. La vicepresidencia primera la ejercerá la persona titular de la Dirección General de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI. Si usted no sabía que ese cargo existía, por favor, hágaselo mirar. ¿En qué mundo vive?

En todo caso, tranquilo/a/e. Porque hay una vicepresidencia segunda que será elegida “por y entre las personas que ejerzan las vocalías designadas en representación de las organizaciones y asociaciones LGTBI”. Si usted no ha resultado elegido, sepa que dentro de tres años puede resultar agraciado porque cesa el mandato de los elegidos.

Por favor, no se dejen distraer por los detractores del Gobierno. Seguramente son víctimas de una campaña organizada por HazteOir. Paguen ustedes sus impuestos con puntualidad y entusiasmo

El Consejo LGTBI va a tener muchísimo trabajo. Por eso se crean ¡diez vocalías! en representación de la Administración General del Estado, concretamente de ocho ministerios: Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación; Justicia; Interior; Educación y Formación Profesional;Trabajo y Economía Social; Industria, Comercio y Turismo; Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática; Sanidad; Derechos Sociales y Agenda 2030; Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

La verdad es que para las reuniones de los miembros del Consejo LGTBI no sé si van a necesitar un estadio o el parque del Retiro. O, del parque Juan Carlos I (con perdón). Si son reuniones virtuales, mucha gente conectada. Gigas incontables, reuniones telemáticas. No importa. Más gente que en la guerra pero lo primero es lo primero. Lo más importante ahora es el Consejo LGTBI. Como si se reservara el Wiki Center, Valdebebas o el Wanda Metropolitano. A tope.

En todo caso, queridos lectores, si no acceden al Consejo LGTBI no se preocupen en absoluto. Hay vida más allá de este organismo. Por ejemplo, podrían optar a una subvención del Instituto de la Mujer (1 de junio del 2020) para realizar Postgrados de Estudios Feministas y de Género y Actividades del ámbito universitario relacionadas con la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, para el año 2020. Podrán ser solicitantes y perceptoras de las subvenciones todas las universidades públicas y privadas, así como los Organismos Públicos de Investigación, regulados en la Ley 14/2011 de 1 de junio, de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación.

El único requisito si quieren trincar dinero público será que realicen “estudios universitarios de postgrado sobre género conducentes a la obtención del Título de máster oficial, Títulos Propios, Doctorado, así como actividades del ámbito universitario relacionadas con la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres (seminarios, congresos, simposios, jornadas y foros de debate), siempre que estas actuaciones destaquen por su calidad y valor estratégico para la mejora del campus en el ámbito de la igualdad”.

La financiación pública se hará con cargo al vigente presupuesto de gastos del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades por una cuantía de ¡600.000 euros!

Menos mal que existen el Ministerio de Igualdad y el Instituto de la Mujer. ¿Qué sería de nosotros sin estos benefactores de la humanidad? Por favor, no se dejen distraer por los detractores del Gobierno. Seguramente son víctimas de una campaña organizada por HazteOir. Paguen ustedes sus impuestos con puntualidad y entusiasmo. Los grupos LGTBI y los feministas se lo agradecerán. Lo demás es falta de patriotismo. Es hora de sumar y apoyar a Sánchez e Iglesias y no de restar a favor de los radicales, extremistas y ‘fachas’. 

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