Feijóo repite por otros cuatro años en Galicia y eso significa que las leyes ideológicas de la izquierda van a continuar sin que haya nadie que les haga frente. Hoy, muchos analistas y medios de afines al PP se felicitan por esta victoria y cubren de elogios a Feijóo, pero conviene poner las cosas en su sitio:
- No ganó el centro-derecha.
- No perdió el social-comunismo.
- Hoy, los españoles que de verdad apostamos por combatir de manera total a la izquierda (la verdadera y la que se camufla en partidos de centro-derecha, como Feijóo), estamos mucho más lejos de vencerla.
Una Galicia gobernada por el colaboracionista Feijóo es, a la larga, el peor escenario para los gallegos y para los españoles que aún conservamos los principios y valores del centro-derecha.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraSolo hay que ver cómo valoran el resultado de estos comicios los medios de la izquierda radical, como Público, para comprender que Feijóo era el candidato favorito de la izquierda.
No en vano, Feijóo no ha hecho otra cosa que apuntalar el legado ideológico de la izquierda en materias como la ideológía de género, el aborto, la memoria histórica, la mal llamada violencia de “genero” y la dictadura del gallego. Ahí está la hemeroteca, que no engaña…
La supuesta moderación de Feijóo (y de otros dentro del PP como Juanma Moreno o Díaz Ayuso) no es otra cosa que rendición… No nos cansaremos de repetirlo: R-e-n-d-i-c-i-ó-n (recuerda las declaraciones de Ayuso admitiendo que no se atrevían a retirar artículos de la ley LGTBI, aún reconociéndolos contrarios a la libertad, por miedo a ser tildados de homófobos).
Pero es que hay más… La victoria de Feijóo trae aparejada la acentuación de la deriva que desde 2011 está arrastrando al PP hacia posiciones cada vez más “progresistas”. Ya hay medios que se lo piden a gritos a Casado: ¡Moderación, moderación! (léase: ¡rendición!).
Esta deriva traerá consigo el abandono cada vez más acusado de los valores del PP nacional en aras de un pragmatismo electoralista envenenado.
Y digo envenenado, porque el abandono de los principios y de la lucha ideológica validará aún más la hegemonía izquierda, que se sentirá intocable y solo deberá esperar a ganar otras elecciones para impulsar su agenda hasta extremos insoportables.
La victoria de Feijóo significa:
- Más ataques a la vida, a la familia y a todas las libertades.
- La validación del proyecto ideológico de la izquierda.
- La ruptura de la vía de colaboración entre el PP y otras formaciones de centro-derecha que estaban posibilitando grandes avances en algunas comunidades autónomas y que, de hecho, estaban poniendo a la izquierda de los nervios.
Por consiguiente, sólo podemos entender esta victoria de Feijóo como una derrota.
Lo hemos tratado de explicar estas pasadas semanas (Feijóo, el enemigo invisible y Suicidio político, y vamos a seguir perseverando en contarles a los ciudadanos que para luchar contra la izquierda de manera eficaz solo hay un camino: Reconocer que hay elementos de izquierda infiltrados en los partidos de centro-derecha. Mientras estos elementos no sean neutralizados, vencidos y sustituidos por políticos comprometidos, no habrá victoria posible.
Contamos con tu apoyo para seguir dando esta batalla tan necesaria estos días.
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