Derecho a Vivir ha acudido esta mañana de jueves al Congreso de los Diputados para entregar 51.033 firmas de ciudadanos que les han pedido en las últimas 48 horas:‘¡Sí a los cuidados paliativos! No a la eutanasia’, y con ello intentar frenar el inicio del trámite parlamentario de una atenazante ley de eutanasia en un estado social desbordado y con un sistema sanitario al borde de colapsar por la pandemia de la COVID-19.
“Urge una atención paliativa de alta calidad allí donde esté instaurada e implantarla donde no lo esté, por humanidad -para evitar el sufrimiento evitable-, por eficacia en los resultados, por el imprescindible freno a la eutanasia, por rendimiento económico y por oportunidad política”, ha declarado la coordinadora y portavoz de Derecho a Vivir, Rosana Ribera de Gracia.
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Suscríbete ahoraDerecho a Vivir ha denunciado que todo apunta a que las motivaciones reales de las iniciativas parlamentarias para aprobar la eutanasia no son ni acabar con los padecimientos del paciente ni de las familias.
“Por esto no se quiere orientar el debate hacia los cuidados paliativos. Aliviar el dolor no es el fin que se persigue, sino una excusa demagógica para lograr el verdadero objetivo: acabar con el paciente y con los costes que su dolencia implica. La eutanasia es la práctica extrema del capitalismo más aberrante: eliminar al que no prodice económicamente”, ha aseverado Rosana Ribera de Gracia.
En este sentido, la portavoz de Derecho a Vivir ha detallado que “ya llevamos muchos meses enfrentándonos a una enfermedad mortal, una pandemia mundial, que se ha llevado por delante a muchas personas vulnerables y la alternativa a los cuidados paliativos que proponen Pedro Sánchez y Pablo Iglesias es una ley que ya se está cebando con ancianos, personas discapacitadas, enfermos crónicos, etc. en los países donde se aplica”.
“Si el objetivo de los legisladores fuera garantizar un tránsito hacia la muerte libre de dolor (en el caso del enfermo) y de sufrimiento (por parte de la familia), promoverían -en lugar de eutanasia- protocolos de aplicación de los cuidados paliativos, inversión económica en formación del personal, investigación de nuevos medios y dotación del personal suficiente para su aplicación. Los cuidados paliativos apropiados, proporcionados y limitados por la buena práctica médica son la solución al dolor insoportable que causa sufrimiento al paciente y a la familia”, ha recalcado.
Con todo, para Derecho a Vivir, matar es una solución equivocada e irreversible ante el sufrimiento y lo que las leyes deben garantizar son los derechos de las personas al final de la vida.
“No se ha de acabar con el sufrimiento liquidando al que sufre. Quien pide morir, pide no sufrir. Por ello, para aliviar el dolor de los enfermos y de sus familiares hay que universalizar los cuidados paliativos con atención multidisciplinar y garantizar el acompañamiento o la asistencia física, psíquica y espiritual. Aunque Sánchez e Iglesias prefieran quitárselos de en medio, 225.000 españoles necesitan cuidados paliativos cada día, de los cuales el 75% acaba muriendo sin recibirlos. Es necesaria una Ley Nacional de Cuidados Paliativos porque es de interés social. Afecta a más de 200.000 pacientes cada año en España y más de un millón de familiares. Esta es una prioridad en materia de salud pública, no la eutanasia”, ha concluido la coordinadora de Derecho a Vivir.