Viendo las fechorías perpetradas por el Gobierno de Sánchez, coge mi padre y comenta con alivio: “Ya lo pagarán en las elecciones”. Hablando sobre la degeneración del PSOE con mi pareja, afín a postulados progresistas, esta me profetizaba la posible caída electoral de la izquierda. Otras gentes piensan en sus adentros el carácter pasajero de los que ahora nos gobiernan, marcando a rojo la fecha en la que Pedro Sánchez y su banda saldrán de La Moncloa por el clamor de las urnas.
Pero… ¿y si no se van? ¿y si los anhelos de cambio jamás se producen? Existe la posibilidad de que no nos libremos de este ejecutivo negligente. Esa perpetuidad puede darse gracias a una nueva estrategia mediática de la presunta izquierda a través de campañas terroríficas contra disidentes como Vox, -no es casualidad que pocos días después de que el Gobierno pactase los presupuestos con ERC y con Bildu La Sexta emitiera un programa dedicado a la extrema derecha-, o mediante la ilegalización de los partidos de la oposición.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraYa vimos como en las anteriores elecciones la gente acudió en masa a votar al PSOE de Pedro Sánchez contaminados por un falso peligro infundado hacia el partido de Santiago Abascal. Te encuentras a personas sensatas que cayeron en la trampa propagandística ideada por Iván Redondo, diseñada para demonizar a Vox con el fin de representar al Partido Socialista como el adalid de la moderación. Mecanismos que no han dejado de moverse para blanquear las infamias del presidente del Gobierno.
Como me escribió un disidente nicaragüense en una red social alertándome sobre los peligros de nuestro ejecutivo inspirado en las calamidades cometidas por Ortega: “¡Espabilen!”
La semana pasada, sin ir más lejos, en el periódico digital Voz Pópuli publicaban un artículo que celebraba el aparente giro al centro del Gobierno dado el respaldo de Sánchez a la monarquía durante la entrevista del miércoles pasado en Telecinco. Con las palabras del presidente en las que señalaba al Rey emérito dejando al margen a la institución monárquica, ciertos sectores sociales hicieron palmas aplaudiendo el manifiesto moderado que había en esas palabras. Cómo se nota que no le conocen… Quienes tenemos calado al Doctor Sánchez sabemos que dice lo contrario de lo que hace. Al mismo tiempo que afirma defender las instituciones, se las ingenia para contradecir ese apoyo institucional con sus acciones y actitudes. Esa incoherencia es lo que le delata, son esas conductas infames hacia el sistema constitucional las que constatan su intención de consumar una revolución.
Cambio que pretende llevar a cabo sin oposición. No les extrañe la ocurrencia de ilegalizar a los partidos disidentes con el ejecutivo. Son ya varias las voces que alertan sobre la posibilidad de que el Gobierno se las ingenie para silenciar no solo parlamentariamente sino reglamentariamente a las formaciones de la oposición, utilizando leyes como la de memoria democrática amparándose en el resquicio normativo referente a la prohibición de hacer apología al franquismo. Su rictus intolerante les hace creer que todo el que discrepa de sus tesis es un peligro social y así quieren hacerlo ver a la sociedad.
Me viene a la cabeza la declaración de Pablo Iglesias en el Congreso en la que predecía la perpetuidad del PP en la oposición. Ahora seguro que les cuadra. Creo que no hay duda de que este ejecutivo buscará la forma de deslegitimar a los contrarios, otra cosa es que consigan su objetivo. Misión que la disidencia al social-comunismo debe frustrar creando una coalición PP, Vox y Ciudadanos, o bien, con la refundación del Partido Popular condenando explícitamente la dictadura franquista, zafándose del mantra histórico referente al pasado dictatorial de los ministros fundadores de la formación liderada por Pablo Casado, evocado por la izquierda.
Deben ser más inteligentes que ellos, no sólo impidiendo sus fines opresivos remando todos en la misma dirección, si no también aplacando las estrategias de comunicación de su maquinaria descifrando la manera de destapar las mentiras del Gobierno.
Como me escribió un disidente nicaragüense en una red social alertándome sobre los peligros de nuestro ejecutivo inspirado en las calamidades cometidas por Ortega: “¡Espabilen!”.