El Congreso de los Estados Unidos está viviendo un particular duelo entre dos mujeres de condiciones muy diversas: Kat Cammack y Nancy Pelosi. La primera es la congresista más joven de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos: apenas pasa de la treintena. Nacida en febrero de 1988, es miembro del Partido Republicano.
Al otro lado del ring donde se desarrolla esta peculiar contienda se encuentra la veterana Nancy Pelosi, miembro del Partido Demócrata quien a sus 81 años está a punto de culminar su carrera política como presidenta de dicha institución, a la que llegó en 1987, un año antes de nacer Cammack.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Cammack está decidida a lograr la aprobación de una ley que dé una oportunidad as aquellos bebés que sobreviven a un aborto. Tan sólo propugna que un bebé que sobrevive a un aborto merezca el mismo grado de atención médica que cualquier recién nacido. Se trata de la Ley de Protección de Sobrevivientes del Aborto Nacidos Vivos, una norma que los republicanos han tratado de aprobar durante años sin éxito, entre otras cosas porque los demócratas la han rechazado cerca de 80 veces.
Según los Centros de Control de Enfermedades de los Estados unidos, al menos 143 bebés nacieron vivos tras un aborto entre 2003 y 2014 en los Estados Unidos. Sobrevivieron al aborto, pero fueron condenados a morir probablemente de asfixia y frío en un cubo junto a restos de otros bebés que ni siquiera tuvieron esa oportunidad.
La joven representante ha presentado una iniciativa para forzar una nueva votación este jueves sobre esta ley. Y lo hace, inasequible al desaliento, no sólo por su lozanía, que es de suyo animosa y lanzada, sino porque tiene una razón personal que ha configurado su historia personal y sus convicciones públicas: estuvo a punto de ser abortada.
La madre de Cammack tuvo un derrame cerebral a los 27 años, justo cuando estaba embarazada de la hermana mayor de Kat. Debido a ello, los médicos le aconsejaron que no tuviera otro bebé.
Sin embargo, llegó un nuevo embarazo. «La presión y el estrés que sufría mi madre, el miedo a lo desconocido… ¿Te imaginas despertarte todos los días y que tus médicos te hayan dicho que no vas a sobrevivir a este embarazo?», ha explicado la joven representante republicana en el pasado. Kat Cammack sabe que sólo la determinación de su madre es la razón por la que no cedió a las presiones para abortar.
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