En las últimas horas ha circulado como la pólvora un video de estudiantes del Colegio Mayor Elías Ahuja en el que invitaban a las colegialas del Colegio Mayor Santa Mónica a acudir a la capea que habían organizado.

Las palabras utilizadas para la ‘convocatoria’ han levantado la polémica. Este es el video:

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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Las reacciones no se han hecho esperar. Desde el PP, Cuca Gamarra denuncia el «machismo». Núñez Feijóo se suma a la crítica pero añade que no son las mujeres las que deben de salir de las madrigueras sino los hombres «los que deben de salir de las cavernas».

El mismo presidente, Pedro Sanchez, también ha intervenido en la polémica para afirmar que «no podemos tolerar estos comportamientos que generan odio». Por supuesto, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha aprovechado la polémica para reafirmarse en la necesidad de «educación sexual para niños y adolescentes».

Por su parte, la concejal de extrema izquierda Rita Maestre apunta a que por este tipo de comportamientos las mujeres no pueden salir a la calle.

Quizás pretendía redirigir el foco del problema. Porque la Guardia Urbana de Barcelona denuncia que el 80% de los delitos sexuales son cometidos por menas. La zafiedad del Elías Ahuja es irrelevante en términos de seguridad.

Pero es que además, probablemente falte contexto en la polémica. Porque ocurre que este tipo de escenas se llevan produciendo desde hace años entre los dos colegios. Se trata -dicen los colegiales, ellos y ellas- de una «tradición«. Una especie de rito de conquista colectiva… Bastante zafio y de mal gusto, pero eso.

De hecho, las mujeres del colegio Santa Mónica contestaron después del episodio de la polémica con cánticos festivos:

https://twitter.com/Manu7NN/status/1577987162213072896?s=20&t=ab3822AeQS5kei5GVP7ZfQ
Y por si había dudas sobre si las colegialas se habían sentido ofendidas, esta es la carta-nota de prensa que han publicado en las redes:


Conclusión: se trata de una zafiedad de muy mal gusto, fruto de una educación sin autoridad y de una sociedad pansexualizada, pero ni hay delincuencia sexual ni delito de odio.

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