En medio del acalorado debate entorno al virus zika y el aborto en Latinoamérica, los hechos empiezan a desmentir la tesis promulgada por grupos feministas e incluso por la misma ONU, que han pedido ampliar el aborto a las embarazadas para evitar los efectos secundarios del virus.
En Colombia, que tiene 31.555 casos registrados, el segundo país del mundo tras Brasil, se confirmó que no ha habido un solo bebé de las 3.177 mujeres diagnosticadas con zika que haya nacido con el defecto congénito conocido como microcefalia.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLa noticia la hizo oficial el presidente Juan Manuel Santos, quien también dijo que al país llegará un equipo médico-científico de Estados Unidos para ayudar a investigar el virus transmitido por mosquitos.
Se tambalea la versión oficial
Con estos datos se empieza a tambalear la teoría de las autoridades brasileñas, donde hay más de un millón y medio de infectados, que consideran que el virus está detrás del aumento inusual de casos de microcefalia. Datos del ejecutivo brasileño que han servido a la Organización Mundial de la Salud para declarar una emergencia sobre el virus.
Esto solo mostraría que se necesitan «políticas públicas que mejoren las condiciones de salud y que combatan la pobreza en nuestros países, no abortos”, según expresó Danelia Cardona, médico psiquiatría y directora del Departamento de Promoción y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal de Colombia.
En la actualidad, el virus se ha expandido en 20 países americanos, en los que el aborto suele estar despenalizado pero no aprobado. Sólo uno de cada cuatro afectados sufren síntomas y la tasa de hospitalización es baja. Asimismo, los efectos son leves: fiebres no elevadas y conjuntivitis durante 2 a 7 días.