El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha convertido este viernes en el primer candidato a La Moncloa desde la Transición que no consigue ser investido presidente del Gobierno ni en la primera ni en la segunda votación.
Todo ello en una tensa sesión, en la que se produjeron tensos rifirrafes y en la que el presidente del Congreso, Patxi López, tuvo que retirar el turno de palabra a varios diputados
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Suscríbete ahoraEl Congreso ha rechazado por segunda vez su investidura al no haber sido capaz de reunir más síes que noes. En concreto, ha reunido 131 apoyos (89 del PSOE, 40 de Ciudadanos, uno de Nueva Canarias y otro de Coalición Canaria). Sánchez sólo ha sumado un voto más desde la primera ronda del pasado miércoles, el de la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, quien ha cambiado de la abstención al ‘sí’.
219 diputados han dicho ‘no’ a Sánchez
Los que han permanecido inalterables han sido los 219 votos en contra que se han repetido en ambas votaciones, los de PP, Podemos y sus confluencias, ERC, DL, PNV, Compromís, IU-Unidad Popular, EH Bildu, UPN, Foro Asturias y el exdiputado del PP Pedro Gómez de la Serna.
Si el pasado miércoles Sánchez engordó la relación de candidatos abocados a una segunda vuelta –ya les pasó a Leopoldo Calvo Sotelo en 1981 y a José Luis Rodríguez Zapatero en 2008–, este viernes ha inaugurado su propia lista, la de ser el primero que fracasa también en el segundo intento.
Finaliza así, de momento, el proceso que se inició el pasado 2 de febrero, cuando el Rey designó a Sánchez para someterse a la investidura después de que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, declinara el ofrecimiento que Felipe VI le había hecho días antes alegando que carecía de los apoyos necesarios.
Tras la designación real, el candidato socialista decidió abrir una ronda de contactos con los diferentes partidos para tantear con qué respaldo podría contar para su investidura y nombró un equipo de negociación que consiguió cerrar un acuerdo con Ciudadanos, el mismo que el pasado martes presentó a la Cámara.
Paralelamente, el PSOE participó en una mesa a cuatro con Podemos, Compromís, Izquierda Unida-Unidad Popular que acabó suspendiendo su actividad después de que el partido de Pablo Iglesias decidiera apearse de la negociación tras el pacto sellado por los socialistas con la formación de Albert Rivera.
Finalmente, y conforme al guión previsto, el acuerdo entre PSOE y Ciudadanos no ha conseguido sumar a otros grupos de la Cámara –salvo el voto de Coalición Canaria– y, por tanto, Sánchez no ha cosechado la confianza necesaria ni en la primera ni en la segunda vuelta para poder conformar un gobierno.
El Rey tiene la iniciativa
Pese a haber fracasado en este segundo intento, la primera votación de Sánchez sirvió para que empezase a correr el plazo de dos meses que fija la Constitución para que haya nuevas elecciones si nadie logra la confianza del Congreso para instalarse en La Moncloa.
A partir de que el presidente del Congreso, Patxi López, comunique al Rey el resultado de esta segunda votación, se podrán tramitar sucesivas propuestas de aspirantes a la Presidencia hasta que transcurran dos meses desde la primera votación, como muy tarde el 2 de mayo.
Pero si en ese tiempo ningún candidato logra el aval de la Cámara Baja, el presidente del Congreso someterá a la firma del Rey el decreto de disolución de ambas Cámaras, convocará nuevas elecciones y lo comunicará al presidente del Senado. Según estos plazos, los nuevos comicios tendrían lugar el domingo 26 de junio.