Frenar en seco la islamización radical de los jovenes en las escuelas. Es el objetivo que se ha marcado la Generalitat de Cataluña, preocupada porque las aulas se conviertan en un centro de radicalización de los más jovenes.

Por ello tiene previsto llevar a cabo un protocolo elaborado por los Mossos d’Esquadra con el fin de detectar entre los alumnos de centros escolares públicos a quienes sean seducidos por la causa yihadista. El método será sencillo: el papel de los profesores será decisivo en este proceso de identificación de posibles alumnos susceptibles de caer en manos de la yihad.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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Hay que recordar que gran parte de los implicados en los atentados contra el semanario francés Charlie Hebdo en enero de 2015 y contra la sala Bataclan en noviembre de ese mismo año son miembros de la segunda generación de inmigrantes llegados a ambos países, casi siempre matriculados en colegios públicos.

Precisamente la falta de un protocolo es lo que impidió frenar a tiempo la participación de Bilal Hadif en los atentados de París del pasado mes de noviembre. Porque el director de la escuela Anneessens-Funck de Bruselas a la que asistía el joven yihadista dio la voz de alarma en varias ocasiones sobre la radicalización de este alumno. Por ejemplo, celebrar las matanzas de los periodistas de Charlie Hebdo. Nadie en Bélgica le escuchó, y diez meses después Hadif se inmoló a las puertas del Stade de France cuando se disputaba  un partido de futbol.

La influencia de las redes sociales

Actualmente Cataluña cuenta con 75.800 alumnos musulmanes en sus aulas, la región española con mayor cantidad de inmigrantes musulmanes. Además esta región está considerada uno de los principales focos de integrismo de Europa porque acoge la mitad de las mezquitas y oratorios vinculados al salafismo, la rafa del Islam que propugna una interpretación al pie de la letra del Corán.

Una de las cosas que más preocupan es la propaganda que el grupo terrorista Estado Islámico hace a través de las redes sociales e internet, uno de los canales más habituales por los que son captados los jovenes musulmanes.

La prevención en las escuelas es la última de las etapas del Plan Operativo Especial Antiterrorista activado en enero del año pasado, poco después de que el atentado contra Charlieobligara a elevar la alerta antiterrorista a un nivel 4 sobre 5.

Asimismo, el programa de Procedimientos de Detección de Radicalización Islamista se aplica desde las cárceles -donde se realizan seguimientos a presos islamistas y su influencia en nuevos reclusos-, hasta las relaciones con los colectivos musulmanes.

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