Wojtus es un bebé que ha nacido en Polonia dos meses después de que su madre falleciera por un tumor cerebral. La mujer, de 41 años, sabía de su tumor hacía diez años, sin embargo se había negado a operar por el riesgo que corría en el quirófano. Varios médicos polacos apuntaron a que la mujer, a pesar de su enfermedad había tenido una vida normal, hasta que un día perdió el conocimiento. Estaba embarazada de 17 semanas.
Los médicos le propusieron de nuevo la peligrosa operación que pondría en riesgo tanto su vida como la del pequeño, pero ella tuvo claro que lo prioritario era que su hijo naciera. De camino al hospital, la mujer falleció y los médicos ofrecieron a la familia la posibilidad de mantener el cuerpo de la madre activo para que el feto pudiera continuar el periodo de gestación.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLos médicos esperaron lo suficiente para que el bebé pudiera sobrevivir y a la semana 27 Wojtus nació por cesarea
Sin mucha esperanza de que el procedimiento fuera un éxito, los médicos del hospital universitario de Breslavia aplicaron a la mujer de 41 años la respiración artificial mediante un ventilador, mantuvieron la presión arterial, alimentaron y medicaron para evitar infecciones. Los médicos esperaron lo suficiente para que el bebé pudiera sobrevivir y a la semana 27 Wojtus nació por cesaría.
Muchos se han preguntado cómo han podido alimentar a un feto dentro de un cuerpo clínicamente muerto, el anestesiólogo de Cuidados Intensivos del hospital universitario de Breslavia, Andrzej Kubler que atendió a la madre ha asegurado a Daily Mail que tenían que extremar las precauciones para que la madre no cogiera ninguna infección y temían que los órganos empezaran a fallar. «No teníamos experiencia de un mantenimiento tan a largo plazo de las funciones vitales de un paciente con daño cerebral irreversible y no sabíamos si el bebé iba a sobrevivir pero teníamos que hacer lo éticamente correcto».
Por su parte, la jefa de Neonatología de Breslavia encargada de mantener con vida al bebé ha asegurado que fue todo un éxito, «toda la familia quería que salváramos al bebé, y lo conseguimos».
«El feto, aunque con dificultades, pudo seguir creciendo hasta nacer y sobrevivir. Fue un milagro, pero médico»
«Durante los 55 días que resistió el cuerpo de la mujer, el feto, aunque con dificultades, pudo seguir creciendo hasta nacer y sobrevivir. Fue un milagro, pero médico», dice la neonatologa.
«Fue una larga batalla, queríamos que el pequeño creciese tan grande como fuese posible y llegó el día en que ya no existía un peligro real para su vida, y ahí fue cuando practicamos la cesárea», cuenta Królak-Olejnik.
Polonia ha calificado este caso como un «milagro médico» y Actuall ha consultado a varios médicos expertos que han valorado la actuación de los médicos polacos y el nacimiento del bebé tras fallecer su madre.
Doctora Ancel: «Una mujer embarazada en esas condiciones podría gestar sin ninguna complicación la maduración de un feto»
Ana María Ancel, doctora en neonatología del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona opina que no estamos ante un milagro médico ya que se han dado más casos semejantes en bastantes países de Europa y Estados Unidos.
«Hoy se puede mantener el cuerpo de una persona que está en muerte cerebral conectado a un respirador, siempre que se le alimente con nutrición intravenosa y si se precisa con fármacos que mantengan la tensión arterial, de forma que una mujer embarazada en esas condiciones podría gestar sin ninguna complicación la maduración de un feto días o semanas», asegura la doctora.
dr. Cristóbal: «No estamos ante un milagro, sino que es consecución de los avances técnicos y de los conocimientos médicos»
Ignacio Cristóbal, Jefe del Servicio Obstetricia y Ginecología del Hospital La Zarzuela y Profesor Asociado de la Universidad Francisco de Vitoria opina igual que la neonatóloga. «El bebé nacido tras la muerte de su madre no es ningún milagro médico sino que es consecución de los avances técnicos y de los conocimientos médicos. Por suerte cada vez tenemos más soporte que nos permite manejar casos difíciles».
Pero sí contradice la opinión de Ancel al afirmar que este tipo de nacimientos sí son hechos aislados. «Aunque es cierto que ha habido algún que otro nacimiento de madres en muerte cerebral, son hechos más bien aislados«.
Aún así, el ginecólogo asegura que los casos son tan pocos que no merece la pena hacer un protocolo para salvar a los ninos en caso de muerte cerebral de su madre. «Los protocolos solo merecen la pena para enfermedades frecuentes, pero es importante que en casos como el de Polonia, los hospitales tengan un comité ético asistencial que funcione para que los médicos de cuidados intensivos, los obstetras y pediatras puedan salvar la vida del bebé».
Dr. Trisac: «Los médicos actuaron hasta llegar al límite en el que la viabilidad para el feto era razonable»
Por su parte, Luis Fernández Trisac, jefe del servicio de Neonatología del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña opina igual que Ignacio Cristóbal, que el caso de Polonia es una situación no excepcional. «Los médicos actuaron hasta llegar al límite en el que la viabilidad para el feto era razonable».