El mensaje del presidente francés François Hollande, en el Parlamento Europeo, ha sido claro: «El nacionalismo es la guerra». Angela Merkel le secundó asegurando que «no podemos volver a pensar en nacionalismos, todo lo contrario. Necesitamos más Europa, no menos«
Esta intervención recordó a la vivida en 1989, cuando Kohl y Mitterrand se enfrentaron a una situación similar tras la caída del muro, en la que Europa debía recuperarse y construirse sobre unos pilares basados en la unión política. Ahora, la crisis viene de la mano de los refugiados.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEn su intervención Hollande citó a Mitterrand: «Soplaba un viento de libertad que derribaba muros y daba esperanza a las naciones». Por su parte, Merkel agregó que con la ampliación de la UE somos más fuertes, que la diversidad hace más fuerte a Europa. Y por ello, pidió mantenerse unida frente al conflicto.
«Nunca habrá muros lo suficientemente altos para detener a los refugiados», dijo Merkel. Por ello, consideró que se necesita una solución real para el conflicto en Siria. Ambos líderes opinaron que el procedimiento de Dublín está obsoleto. Consideraron que la idea inicial era buena, pero no viable. Por ello, solicitaron un nuevo sistema de distribución.
La previsión es que a lo largo de este año, Alemania reciba un millón de peticiones de asilo, por eso Merkel apuesta por un sistema que reparta los refugiados de manera más equitativa, solidaria y justa.
Tras finalizar Merkel su discurso, Hollande respondió con dureza a la presidenta del Frente Nacional, Marine Le Pen y a todos los escépticos que desde la grada le abucheaban. «Los que no están convencidos que se vayan de Schengen, que se vayan de Europa y que se vayan de la democracia si quieren», zanjó con mucha más rotundidad.