Por Rosana Ribera y Miriam Calderón.
Gari Durán es doctora en Historia Antigua, exsenadora, columnista de El Mundo de Baleares y autora de Los límites de Ares. Vencedores y vencidos en la Grecia Antigua. Ha desarrollado su labor profesional en el ámbito de la docencia, la investigación histórica y la gestión cultural. Nació en Melilla, pero a todos los efectos se siente mallorquina.
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Suscríbete ahoraAunque es hija, nieta y bisnieta de militares, no admite que se le den lecciones sobre memoria histórica: su abuelo era militar republicano y fue represaliado y en el 45 expulsado del ejército, y su bisabuelo fue asesinado por las tropas de Franco. “Lo que se da en mi familia por la parte paterna, es un perfil que puede resultar atípico, dentro de los esquemas de memoria histórica o determinismo genético que establece la izquierda”, declara.
La ex senadora confiesa a Actuall que tiene muy vívida la imagen de Rajoy defendiendo la vida en la anterior legislatura y al principio de ésta y, a partir de la retirada de la Ley Gallardón, el silencio como respuesta. Y aunque aprecia lo que ha hecho en los últimos años, duda de que Rajoy sea la persona adecuada para seguir pilotando la nave del centro derecha. No tiene claro cuál es la ideología de los dirigentes del PP actual, y se siente muy incómoda con las posturas expresadas por algunos de ellos. En realidad tiene puesta su última esperanza en el Congreso del partido, en el que debería quedar fijada, de manera honesta la postura del partido acerca de temas fundamentales. Ese Congreso que la dirección del partido ha decidido que se celebre después de las elecciones de junio.
Militantes del PP han demandado al partido por no convocar el Congreso del PP en fecha. ¿Qué implica?
El Congreso debería haberse producido ya. El debate de ideas es fundamental para clarificar posturas que, en los últimos tiempos se han puesto en duda. Cuanto más se retrase es más fácil que determinadas cuestiones, que no han sido nunca aprobadas en un Congreso, o que son contrarias a los estatutos, se acaben imponiendo por la vía de los hechos.
¿Hubiera sido deseable que el debate de ideas se hubiese producido antes del 26-J?
En términos generales, los electores tienen derecho a conocer de manera clara qué defienden todas las formaciones, qué alianzas están dispuestos a alcanzar y sobre qué aspectos. En lo que respecta al PP, dada la desafección de gran parte de nuestros votantes –traducido en las urnas el 20D- y del sentimiento de orfandad ideológica que nos expresan muchos de ellos, ese debate debería haberse producido ya, porque es obvio que los valores que ahora defiende, no están claros.
Cuando se celebre este congreso, ¿cómo se va a resolver la cuestión de valores recogidos en los estatutos que los dirigentes del PP actuales se han saltado a la torera?
En los congresos hay una mecánica establecida que es la de presentar unas ponencias y llevarlas luego a votación. Se da la circunstancia de que en el último Congreso se aprobaron unas ponencias y que algunas cuestiones, defendidas –por cierto- por Cristina Cifuentes y algunos pocos más, fueron rechazadas, por considerarse contrarias a los valores del PP. Ahora nos encontramos con que aquello que se dijo que se defendería, puede no defenderse y aquello que de manera clara se dijo que no se podía defender se impone por la vía de los hechos. E incluso, darse la circunstancia de que, aquello sobre lo que había un consenso mayoritario –como la defensa de la vida- ahora se abandona aduciendo que responde a una corriente minoritaria. Y no pasa nada. Debo reconocer que mi fe en los congresos es limitada.
Pero no solo en los congresos, también en los programa electorales. Con la Ley del Aborto, más claro, el agua…
Yo sí que pienso que uno tiene que responder de lo que pone en el programa electoral. Cuando formaba parte de la estructura orgánica del partido en Palma, recuerdo haber planteado que también se considerase corrupción el no cumplir el programa electoral y que el afiliado tuviera el derecho a denunciar el incumplimiento de cualquier cuestión del programa electoral, particularmente en el ámbito de los principios. Nuestro programa es nuestro contrato. No puede ser, en ningún caso, papel mojado.
Sobre su voto en contra a la mini-reforma del aborto: “Me pudo más el miedo a tener que vivir toda la vida avergonzándome de mí misma que el miedo a perder un cargo”
Una ‘díscola’ o coherente, como dijo Azpiroz, en el tema del aborto….¿Cree que en el futuro habrá servido el esfuerzo?
No creía poder superar el hecho de actuar en contra de mi conciencia, y me pudo más el miedo a no poder hacerlo y tener que vivir toda la vida avergonzándome de mí misma que el miedo a una estructura, a perder un cargo.
¿No cree que los ‘peperos’ provida son demasiado minoritarios dentro del Partido, una verdadera rareza?
Hasta la retirada de la Ley Gallardón, no era así. Lo prueban las abundantes manifestaciones de Mariano Rajoy en este sentido, los posicionamientos del PP en el Congreso y el Senado y el recurso de inconstitucionalidad presentado por 72 parlamentarios del Partido Popular. Mariano Rajoy y Soraya Sáenz de Santamaría, entre otros. Pero después de esa retirada, me encuentro con que estoy en un partido que, -sobre el papel y en el ánimo de sus militantes- defiende determinadas cuestiones, pero cuyos dirigentes me están diciendo que no puedo defenderlas, e incluso que votar la Ley Aído, con una pequeña modificación – y reafirmándola, de hecho- no es malo. Pero hay incluso gente dentro del partido que, a pesar de las evidencias, y a pesar de lo que votó en otros momentos y lo que defendió públicamente, me dice que la defensa de la vida es minoritaria dentro del partido y que una minoría no puede marcar el rumbo del PP. Por tanto, se me están mandando mensajes que me llevan al desánimo.
“Basta observar a la izquierda: llega y deroga…y luego, ya, si eso, pondrá en marcha lo que sea”
¿Por qué el PP, que ha gozado durante cuatro años de mayoría absoluta, no ha derribado ni una sola ley ideológica del zapaterismo?
No tengo ni la menor idea. Es algo que no entiendo. Yo creo que el momento de hacerlo era nada más llegar. Es cierto que la situación que nos encontramos era absolutamente dramática pero basta observar a la izquierda: llega y deroga…y luego, ya pone en marcha lo que sea. Pero es que además, nos empeñamos en rehuir el debate de las ideas y acabamos comprando, sistemáticamente, el mensaje de la izquierda. Lo que la izquierda considera conquistas sociales, aunque nosotros nos opongamos a ellas cuando estamos en la oposición, en el momento de hacerlo, o no nos atrevemos o las acabamos por asumir como propias.
Pero además, es cierto que para ganar, se necesita el voto del centro. El problema es que lo que es el centro, lo marca la izquierda, de manera que, cuanto más nos acercamos a sus posturas, teóricamente, más cercanos estamos al centro. Se trata de una falacia con la que nos desdibujamos ideológicamente y que nos aleja de nuestros votantes.
¿Tienen los dirigentes del PP miedo a hablar de regeneración?
Creo que la clave está en saber qué entiende cada uno por regeneración. Hay quien considera que la regeneración se basa únicamente en el carné de identidad y también quien considera que la regeneración supone salir de la burbuja. Yo no creo que sea una cuestión de edad. Es una cuestión de salir y oxigenarte, participar de manera activa en la sociedad real y en todo caso, volver a entrar. Quizás eso no sea aplicable a los alcaldes y concejales, sobre todo de municipios medianos y pequeños, porque ellos sí que están pegados siempre a la realidad.
Más de cuántos años en política son muchos.
No es deseable que sean más de ocho de manera continuada.
¿Sería entonces Rajoy un cadáver político?
Centralizar todo en Rajoy es injusto porque a Rajoy le acompaña una estructura que adolece de los mismos defectos imputables a Rajoy.
“Todos los partidos adolecen de lo mismo. Se distancian de la realidad y dan al ciudadano la misma respuesta que le darían a la oposición. Estamos hablando al final de un mundo virtual, con unos registros lingüísticos no aptos para el ciudadano”
¿Cuáles son sus errores?
El hecho de que se distancie inevitablemente de la realidad y esté dando al ciudadano la respuesta que le daría a la oposición. Estamos hablando al final de que la praxis política acaba dirimiéndose en un mundo virtual, en el que se dan respuestas virtuales –o de argumentario- a problemas reales, y con unos registros lingüísticos, y con un lenguaje tipo, que no es el del ciudadano. De ahí, esa desafección tan grande que existe por parte del electorado, que acaba por sentir que los políticos no tienen nada que ver con ellos.
¿El resto de políticos sí que utilizan estos registros lingüísticos adecuados al ciudadano?
Todos los partidos adolecen de lo mismo y los llamados nuevos partidos, también. En el caso de Podemos, lo que ellos consideran “utilizar el lenguaje de la calle” y hacer normal en política, lo que es normal en la calle, yo lo llamo demagogia y postureo. Una demagogia y un postureo que esconden un autoritarismo de libro. En cualquier caso, al final, los dirigentes de todos los partidos comparten el mismo tipo de lenguaje, el “politiqués”, lo podríamos llamar, que tiene unos códigos y unas frases hechas que –aunque aparentemente no sea así- no tienen nada que ver con la gente de la calle. Por eso es previsible que vuelva a haber esa desafección el 26 de junio: porque el divorcio entre la política y el ciudadano, es, por desgracia, muy grande.
“Los jovenes han descartado a los partidos mayoritarios. También mucha gente de 45-50 años con pocas probabilidades de incorporarse a un nuevo trabajo está profundamente enfadada y defraudada”
Por tanto, ¿cree que los españoles no se sienten representados por la clase política actual?
Los jovenes han descartado a los partidos mayoritarios. También mucha gente de 45-50 años con pocas probabilidades de incorporarse a un nuevo trabajo está profundamente enfadada y defraudada. Volver a conectar con todas esas personas requiere un gran esfuerzo.
En estos momentos una parte importante del electorado del PP sigue votando con la nariz tapada, ¿más por miedo a la izquierda que por principios?
La gente que vota al PP con la nariz tapada lo hace porque tiene miedo a que se reproduzca lo que estamos viviendo en comunidades como la mía, la balear o Valencia. Pero creo que todos los españoles tenemos derecho a votar con alegría y con cierta ilusión.
¿Con alegría y con ilusión votará usted en junio al Partido Popular?
No… Si todo sigue igual, con alegría e ilusión, no.
El problema es que no existe un partido que defienda los valores que usted defiende…
Mmmm, no… bueno, para ser justos, existe VOX.
Quiero decir una alternativa política con posibilidades…
Creo que todo el mundo tiene derecho a votar a quien le dé la gana. El voto no es patrimonio de nadie. Al final el resultado es el que es. Es verdad que luego hay quien interpreta la voluntad popular como quiere (voto progresista, voto del cambio, etc). Si uno votase sabiendo que es lo que va a votar el resto y haciendo la ecuación exacta para saber qué número de diputados o de concejales le va a reportar, pues sería cierto…pero cuando uno va a votar…va a votar sin saber qué es lo que va a ocurrir.
¿Está esperando a este Congreso para decidir si continúa en el PP o si sale?
Sí, o que se tome alguna decisión que haga inviable que siga en el partido. En cualquier caso, voy tomando mis decisiones en función de los hechos que se van produciendo, sin apriorismos.
¿Se le ha acercado VOX a usted estos meses?
Sí, e incluso antes.
¿Se ve en un futuro en VOX?
No me veo en otro partido político. No descarto que en un futuro pueda crearse otra formación política y me pueda ver participando en ese proceso, pero dentro de la estructura de un partido no. Hay que ir quemando ciclos.
¿Habrá un nuevo partido de derecha?
No lo sé. Es cierto que no sé cuánto tiempo se va a poder prolongar la situación de tener que votar con la nariz tapada. Quizás acabe habiendo una nueva formación. Puede ocurrir que haya dentro del PP una reflexión profunda donde pesen más los militantes y aquellos dirigentes que se están rompiendo la cara ante de los electores. Quizás porque sigo manteniendo esa esperanza, sigo en el Partido Popular. Dentro del PP hay gente que piensa como yo, entonces…¿por qué no?
¿Nuevas elecciones? Haga su pronóstico.
Es demasiado complicado saber qué va a pasar. El 20D era difícil porque había partidos de los que no se tenía recuerdo de voto. En este 26J se da la circunstancia de que nunca había habido unas elecciones como consecuencia del resultado de las anteriores. Pero me temo que las variaciones serán mínimas.
“En Francia la derecha y la izquierda son capaces de unirse en una segunda vuelta para conseguir que la extrema derecha no acceda al poder. Eso en España, ni se ha visto, ni se verá”
El 26J Pablo Iglesias lo considera una segunda vuelta, por lo tanto cree que deben presentarse las mismas listas que concurrieron el 20D, ¿usted lo considera una segunda vuelta?
Yo lo considero en primer lugar un fracaso. No sé exactamente de quién ha sido la culpa. ¿Una segunda vuelta? Yo no creo que varíe demasiado el resultado respecto a las anteriores elecciones. Además, para que exista una segunda vuelta tiene que haber una cultura democrática proclive a una segunda vuelta. En Francia, por ejemplo, la derecha y la izquierda son capaces de unirse en una segunda vuelta para conseguir lo que la derecha y la izquierda consideran intolerable, que es que la extrema derecha, acceda al poder. Eso en España, ni se ha visto, ni se verá. No creo que sea una segunda vuelta. Es simplemente una repetición de elecciones, ni siquiera una segunda oportunidad.
¿Ve necesaria una reforma de la ley electoral?
Yo creo más necesaria una mayor reflexión por parte de los partidos y que en campaña se comprometan a decir cuáles van a ser los pactos que se van a establecer en un futuro. Los ciudadanos tienen derecho a saberlo. En cualquier caso, soy partidaria de las listas abiertas y de una segunda vuelta, pero de verdad.
Describa brevemente:
Celia Villalobos: Me parece un lastre innecesario para el partido.
Jaime Mayor Oreja: Es un político de referencia, una persona tremendamente generosa que cree en lo que hace y dice, y está dispuesto a seguir dando la batalla por aquello en lo que cree.
Cristina Cifuentes: Por un lado defiende la democracia interna del partido y por otro, es capaz de impedir el voto en coherencia de tres diputados de la Asamblea de Madrid, contra el tema de los vientres de alquiler, incluso de sancionarles. Me parece una gran incoherencia.
Albert Rivera: Ha tenido una posición encomiable en Cataluña, pero no sé hasta qué punto no ha sido honesto con sus votantes. En todo momento ha sabido de dónde le venían los votantes y aun así su pareja de baile preferida ha sido el PSOE y no el PP.
Pablo Iglesias: Creo que es una desgracia para España. Su principal característica es la altanería y la prepotencia de quien se erige como nuevo y que por tanto puede dar lecciones a la vieja política, cuando en realidad, lo único nuevo que aporta tiene que ver con su imagen, y en cuanto a su mensaje, es, además de peligroso, muy antiguo –salvo cuando se viste de socialdemócrata-. Su posicionamiento respecto al terrorismo y a regímenes autoritarios como Venezuela e Irán, a los que tanto debe, muestran como es realmente.
Pedro Sánchez: Es la inconsistencia intelectual “zapateril”, sumada a una ambición puesta por encima de los interese de España.
Mariano Rajoy: Es un político con mucha historia. Creo que ha tenido una trayectoria bien intencionada durante mucho tiempo pero no sé hasta qué punto es la persona adecuada para seguir pilotando la nave del centro derecha.
¿Le ha defraudado?
Sí. Tengo muy vívida la imagen de un Rajoy defendiendo la vida y tengo también la imagen de un Rajoy dando la callada por respuesta ante las reiteradas peticiones de una explicación ante el cambio de criterio en este tema.
¿Qué cree que ha pasado por su cabeza para el cambio?
No lo sé. Me gustaría tener la respuesta.
¿El motivo final es el voto?
Desde el partido decían que era un tema que no movía voto. Es un debate incómodo pero no creo que haya bastado eso como para abandonar esa cuestión. Sobre todo me ha parecido innecesaria la reforma de la Ley Aído: ha abocado a los parlamentarios a darla por buena, con esa pequeña reforma. Si no se quería hablar del tema del aborto, me pareció un error estratégico hacerlo así y acabar abriendo heridas.
¿Se lo han preguntado?
No hemos tenido ocasión, pero si la tengo lo haré.
¿Si tuviera que elegir una persona dentro del partido para representar los valores con los que usted se siente identificada y que supusiera una regeneración a quién elegiría?
No podría elegir a nadie. Porque las personas que pueden ser más visibles están dentro de la estructura y yo no creo que con la actual estructura exista la posibilidad de que alguien se sienta lo suficientemente libre como para dar un cambio en la dirección del PP.
¿A qué espera para abandonar el barco?
A tomar la decisión cuando definitivamente se den las circunstancias.