El obispo de Kafanchan (Nigeria), monseñor Joseph Danlami Bagobiri, ha asegurado en el marco de la tercera y última jornada del Congreso #WeAreN2016, que se celebra este sábado en el Hotel Roosvelt de Nueva York, que “Boko Haram se ha convertido en el peor grupo terrorista del mundo, incluso más que el Estado Islámico (IS por sus siglas en inglés)” y ha explicado que no esperan encontrar con vida a muchas de las 200 ninas secuestradas por el grupo terroristas.
«Ya no estamos confiados de encontrarlas a todas con vida, porque no solo las usan como esclavas sexuales sino también como bombas suicidas», ha relatado el obispo nigeriano, que ha reclamado a la comunidad internacional que reconozca como genocidio la persecución de los cristianos.
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Además, ha apuntado a Boko Haram como el único responsable de la matanza de cristianos: “Ellos son los responsables de terminar con su vida, su dignidad y su pensamiento, aunque lo hagan en nombre de la religión, ninguna causa es justa si a una personas se le priva de su libertad por su fe”.
“Boko Haram sólo piensa en matar, mutilar y destruir a todo aquél que no comparta la Sharia»
«Nigeria es un país bendecido pero tenemos un desafío por delante, acabar con el fundamentalismo islámico. Boko Haram sólo piensa en matar, mutilar y destruir a todo aquél que no comparta la implantación de la Sharia», ha constatado el obispo, para quien la democracia y la Sharia son políticas completamente opuestas.
Bagobiri ha criticado la “inacción” y la “indiferencia” de la comunidad Internacional y ha instado a que «emprenda más esfuerzos para acabar con el terrorismo de manera conjunta y organizada». «Parece que la comunidad internacional ha hecho la vista gorda ante la grave violación de los derechos humanos y libertad religiosa que sufren los cristianos en el norte de Nigeria«, ha afirmado.
Con todo, ha pedido la rápida actuación de la comunidad internacional: “Tiene que detener la persistente violencia, persecución y discriminación, sino podríamos estar hablando de la extinción de los cristianos en Nigeria, en África… y hasta en Europa”.
En este punto, el obispo de Kafanchan ha propuesto a la comunidad internacional algunas medidas para acabar con las matanzas de Boko Haram. “En primer lugar debería presionar al gobierno de Nigeria para garantizar la libertad de los cristianos y de todas las minorías. Después, debería centrarse en la zona del norte para detener los ataques, la persecución y la violencia” y, para ello, según el obispo, “debería establecer una base física en la zona para consagrar la democracia y la Constitución”.
«La iglesia perseguida debe luchar contra su propia desesperación y hay que preparar a la sociedad de cara a una posible persecución»
Además, ha explicado cómo se podría acabar con el terrorismo. “Algunas de las respuestas que he oído sobre cómo acabar con el terrorismo es del modo pacifista de ayuno y oración, pero hay que hacer más”, ha recalcado.
“La iglesia perseguida debe luchar contra su propia desesperación, hay que darle una formación cristiana sólida a los jovenes, así como promover la educación cívica para formar a políticos cristianos, hay que hablar sobre la persecución, hay que preparar a la sociedad de cara a una posible persecución, pero sobre todo hay que responder con amor, promoviendo el diálogo y la reconciliación”, ha recetado.
¿Cómo persiguen a los cristianos?
El obispo de Nigeria ha revelado las principales formas de marginación de los cristianos en Nigeria. “En primer lugar sabiendo que los cristianos iban a rechazar el fundamentalismo islámico, los terroristas implantaron la Sharia justo en los 12 territorios donde vivían más familias cristianas, así tendrían el pretexto para atacar”.
En segundo lugar, “la insurgencia de Boko Haram fue clave para comenzar los ataques sistemáticos”, pero sin duda el mayor daño «fue la inmigración forzosa de sus tierras de origen y el martirio de las familias».
«Estos ataques no son fruto del azar, es una guerra religiosa programada por los islamistas, bien pensada y ejecutada de la manera más cruel que se les ha ocurrido, nada les detendrá para que el islam gobierne Nigeria» ha condenado Bagobiri.
¿Se puede dialogar con los terroristas?
Para Bagobiri, «el diálogo interreligioso es indispensable en estos tiempos inquietantes, las diferentes comprensiones religiosas no deben impedir que vivamos en paz y armonía, los líderes religiosos tienen la responsabilidad de educar a sus fieles para respetar a aquellos que pertenecen a otra religión y es inaceptable que se justifiquen actos terroristas en nombre de Dios«. Pero, en definitiva, «sí puede haber una preponderancia al diálogo con los musulmanes honrados, pero no con los terroristas».
11.500 mártires en 8 años
Nigeria se ha convertido en el país donde más cristianos han muerto perseguidos por su fe. Grupos terroristas como Boko Haram o las élites musulmanas del norte han masacrado entre 2006 y 2014 alrededor de 11.500 cristianos. Además, más de 1,3 millones de cristianos se han visto obligados a desplazarse y más de 13.000 iglesias han sido destruidas o abandonadas, en más de 55 ataques.
“En Nigeria hay un 60% de musulmanes y un 10% de religiones diversas, entre la que se incluye el cristianismo, pero en los últimos años, el número de cristianos se ha ido incrementando en la zona norte y es la comunidad más perseguida por los terroristas”, ha relatado el obispo.
«Los cristianos no tienen a nadie que les defienda, no tienen derechos ni esperanza de sobrevivir»
El obispo ha recordado que oficialmente, Nigeria es un país laico con una constitución vigente que garantiza la libertad de religión. “En el sur de Nigeria hay libertad de expresión y una paz relativa. En cambio en las ciudades del norte, en los últimos 15 años varios grupos radicales han ido emergiendo con el único deseo de imponer el Califato y la Sharia”.
El prelado ha pedido que se reconozca la matanza de cristianos como genocidio. «Los grupos rurales musulmanes conocidos como los ‘pastores Fulani’ son los que delatan a los cristianos porque tienen la idea de que sus tierras están invadidas por impíos y utilizan el pretexto de la búsqueda de tierras para expulsarles o en el peor de los casos matarles. Los cristianos no tienen a nadie que les defienda, no tienen derechos ni esperanza de sobrevivir».
En conclusión, el obispo de Kafanchan ha querido alzar la voz en el congreso: «Queremos hacer un llamado internacional para que actúe con urgencia y evitar la expulsión de los cristianos de Oriente Medio. Tenemos que defenderlos de la guerra, del caos y de la violencia terrorista».
