El obispo de Alcalá, monseñor Juan Antonio Reig Plà, no es un hombre que se deje presionar, ni que sucumba a las críticas. En más de una ocasión ha dicho en voz alta lo que piensa, aunque ello le haya supuesto multitud de críticas y hasta alguna que otra denuncia.
Pero los intentos de intimidación no han servido de nada, y la justicia ha avalado su libertad de expresión, como este miércoles, en el que la Audiencia Provincial de Madrid ha confirmado el archivo de la querella que presentó contra su persona la asociación feminista ‘Tertulia Feminista Les Comadres’.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEl motivo de esa denuncia radica en una comparación que el obispo realizó en un artículo con contra el aborto en 2014, al equiparar el aborto con los «trenes de Auschwitz» y con el «holocausto».
“Podrán gustar más o menos, suscitar un mayor o menor reproche, pero (sus declaraciones) se hayan amparadas por la Constitución”, sentenciaba la Audencia en el auto.
Una victoria de la libertad de expresión frente a quienes tratan de imponer el pensamiento único.
Presiones por dar su opinión
No se trata esta de la primera denuncia contra el obispo, sino de un recurso contra la decisión que ya tomó la jueza Olga Iglesias de no admitir a trámite la querella que las feministas del ‘Tren de la Libertad’ pusieron a Reig Plà por estas mismas opiniones.
Está claro que el obispo de Alcalá no ha hecho más que expresar su opinión, y por tanto, ejercer su derecho a la libertad de expresión. Pero antes temas tan delicados como e aborto, hay quién se empeña en intentar transformarlo en delitos de odio.
Feministas: «No es libertad de expresión unos calificativos claramente vejatorios y que resultan proferidos gratuitamente, sin justificación alguna»
«Creemos que esto no está amparado por la libertad de expresión», argumentaron las feministas para su querella. Porque claro, «una cosa es efectuar una evaluación personal […] y otra muy distinta es emitir expresiones, afirmaciones o calificativos claramente vejatorios y que resultan proferidos, gratuitamente, sin justificación alguna».
De lo que no se dan cuenta estas feministas es que la visión sobre el aborto de ambas partes es muy distinta, y si ellas pensasen, como hace el obispo, que el aborto es un asesinato legalizado, seguro que dirían sino no lo mismo, cosas muy parecidas a las del que escribió Reig Plà.
Lo que no tiene sentido es decir que esa comparación «en Alemania sería impensable, nadie se atrevería a decirlo por muy católico que fuera», porque nada tiene que ver el catolicismo con el aborto (es un tema científico, no de fe) y sí tiene relación el holocausto con Alemania.
Criticas de izquierda, centro y derecha
Pero los ataques contra monseñor Reig Plà no provienen sólo de la izquierda, porque sus criticas no se dirigen hacia un colectivo particular, sino a aquellos contra los que clama su conciencia.
Claro ejemplo es otro artículo que escribió contra el Partido Popular (más en particular contra Mariano Rajoy) cuando a España se le concedió un asiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Lo tituló «Por un plato de lentejas. La peor de las corrupciones».
En él critica que España renunciase a realizar una verdadera reforma de la Ley Aído, que considera el aborto como un derecho, por un asiento en este importante organismo. Un precio demasiado alto, que para la conciencia de Reig Plà bien merecía por lo menos un comentario.
En el PP no sentó bien que denunciara su complicidad con la ley Aido del aborto o la carta pastoral conjunta sobre la ley de Transexualidad de Cifuentes
Pero a veces hasta eso es demasiado, y no tardaron en saltar contra él afines al Partido Popular que, como siempre, justificaban que el Gobierno no hubiese cumplido una de las grandes promesas con las que presentó a las elecciones de 2011: derogar la Ley Aído.
También le acribillaron desde el PP cuando publicó una carta pastoral conjunta sobre la ley de derechos exclusivos para personas transexuales recientemente aprobada por la Asamblea regional de Madrid.
Lo hizo junto con monseñor Joaquín María López de Andújar y Cánovas del Castillo, obispo de Getafe, y monseñor José Rico Pavés, obispo titular de Mentesa y auxiliar de Getafe. Una acción, también hay que decirlo, por la que recibieron el apoyo de muchos laicos, evidencia de que sus palabras son el pensamiento de esa «mayoría silenciosa» de la que tanto habla el PP.