Los socialistas pretenden eliminar cualquier vestigio de catolicismo de la Constitución. El PSOE ha incluido esta propuesta en el borrador de su programa electoral, aprobado este lunes por la Ejecutiva Federal del PSOE, donde han argumentado que la actualización de la Carta Magna se haría según la interpretación del Tribunal Constitucional.
El PSOE ha incluido el «sometimiento» de los representantes de los poderes públicos al principio de neutralidad religiosa en sus actuaciones, así como en los actos institucionales.Y sólo podrán alegar objeción de conciencia por motivos ideológicos, religiosos o de creencias en los casos expresamente previstos por la Constitución o la ley.
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Suscríbete ahoraDesde la formación han prometido elaborar una Ley Orgánica de Libertad Religiosa y de Conciencia que establezca derechos y obligaciones comunes a todas las confesiones religiosas.
Además han propuesto que para avalar la laicidad del Estado las tomas de posesión o promesa de cargo se hagan únicamente ante la Constitución; que los actos de Estado sean de carácter civil y que se conserven los símbolos religiosos en lugares públicos sólo cuando se trate de espacios destinados al culto o formen parte de un edificio o monumento. «Los demás, previa catalogación y dictamen, se retirarán», señala el programa del PSOE
Otra de la medidas ya anunciadas es suprimir la religión de los colegios, y así apostar por una «una escuela pública laica donde no quepa la integración, ni en el currículum ni en el horario escolar, de enseñanzas confesionales».
Cementerios públicos no confesionales
Entre sus propuestas, también han incluido revisar el Concordato con el Vaticano por el que se regula la enseñanza de religión, unas medidas que para el líder del PSOE, Pedro Sánchez, «no van en contra» de la Iglesia, sino que tratan de avanzar para que España sea un Estado laico.
Para ello, el PSOE ve necesario adoptar medidas tendentes a conseguir la autofinanciación de las confesiones religiosas y apuesta por un régimen fiscal general para los bienes que no sean de culto o uso social.
Por otro lado, el partido que lidera Sánchez ha prometido reclamar la titularidad del dominio o de otros derechos sobre los bienes que desde 1998 han sido inmatriculados a favor de la Iglesia Católica.
Los socialistas también han planteado transformar los lugares de culto en los centros públicos de internamiento como prisiones y hospitales en lugares de oración multiconfesionales y garantizar la asistencia religiosa a los que la soliciten.
Otra de las polémicas medidas es promover cementerios públicos no confesionales. Según los socialistas esto evitará discriminaciones por razones de credo, religión o convicción.