Mateo se recibió de maestro panadero, Leandro de maestro pastelero, Franco y Mauricio tenían ganas de ser mozos. Todas estas aptitudes llevaron a que este grupo de amigos, con Síndrome de Down, emprendieran el exitoso servicio de pizza “Los Perejiles” en Buenos Aires, Argentina.
Con más de 10 mil seguidores en su cuenta de Facebook, este grupo de amigos en solo dos meses ya realizaron casi 30 eventos. Donde los llamen, ellos siempre llegan con su propio horno e indumentaria. Allí ofrecen pizzas y empanadas, e incluso cuentan con un menú para personas celíacas.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraCada uno conoce su rol en este emprendimiento que está bajo la coordinación de Leandro López, Presidente de la asociación Crecer Sumando, dedicada a servir a jovenes con Síndrome de Down.
López, explicó a ACI Prensa que “la idea era tratar de cambiar un poco el paradigma respecto al Síndrome de Down, que ellos puedan estar incluidos laboralmente en una sociedad y naturalizar que ellos puedan estar trabajando”.
Todo comenzó en 2015 cuando López comenzó a trabajar “con Mauricio, Franco y Leandro en la parte de acompañamiento terapéutico e inserción social. Al terminar ese año ví que los chicos estaban con muchas ganas de trabajar, pero que estaba esa carencia”.
“A inicios de 2016, cuando ya se había sumado Mateo, con sus padres comenzamos a trabajar el ámbito laboral y ver cuál era el deseo de ellos de lo que les gustaría trabajar”, recordó el profesor de educación física y licenciado en micromotricidad.
“Un día les propuse cocinar pizza y me fije en todo el procedimiento, desde comprar los materiales hasta que nos sentamos en la mesa a comer. La verdad es que me sorprendieron gratamente. Ahí empezó todo”, señaló López.
En junio de este año el grupo comenzó a trabajar en la idea del servicio de pizzas, cuyo nombre “Los Perejiles” fue propuesto por Leandro. El 9 de julio tuvieron su primer evento, que fue “una revolución en redes sociales”, hecho que los impulsó a “crear una cuenta, elegir un logo y trabajar en toda la indumentaria”.
“Mis maestros son ellos y con ellos voy aprendiendo cuáles son las necesidades”, comentó López respecto al manejo del proyecto.
“Estos jovenes verdaderamente pueden estar incluidos en una sociedad y nos tienen un montón de cosas para enseñar. Yo todos los días aprendo algo nuevo de ellos, lo bueno de ser humano, la esencia del ser humano. Entre ellos nunca hay envidia, egoísmo, más bien lo que sí hay es compañerismo”, aseguró.
En cuanto a las oportunidades de trabajo para las personas con Síndrome de Down, López afirmó que “en la actualidad no hay salidas laborales reales para ellos. Hay muchos espacios y colegios que los capacitan, pero siempre se quedan en el mismo círculo y la idea es que salgan a la vida y que puedan pelear un puesto de trabajo como cualquier otra persona”.
“Me parece que todos tenemos derecho a dos cosas fundamentales, a la vida y a ser tenidos en cuenta. Estas dos premisas pueden hacer una persona viva feliz toda su vida”, afirmó López.
* Publicado originalmente en ACIPrensa por Bárbara Bustamante.