El borrador del programa electoral que Podemos propone para las elecciones generales del 20-D incluye tres propuestas que suponen una ataque frontal contra la libertad religiosa. En uno de sus apartados, la cúpula del partido propone derogar los artículos del Código Penal que tipifican los delitos por ofensa a los sentimientos religiosos.
La formación liderada por Pablo Iglesias no aclara a qué artículos se refiere, aunque podría tratarse de algunos de los relativos a la Sección segunda del Capítulo IV del Código Penal. Este apartado recoge los artículos 523 y 524, que incluyen la interrupción o profanación de manifestaciones religiosas en lugares propios de culto. Estos delitos están castigados con la condena en prisión de entre seis meses y seis años.
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Requero: la propuesta no se ajusta a lo demandado
En este sentido, el exmagistrado del CGPJ, José Luis Requero, señala a Actuall que “la propuesta que propone Podemos no se amolda a los sentimientos de la sociedad española” pues considera que “una medida de corte ideológico más que una medida pro-libertad”.
Para Requero “hay millones de personas, y ya no sólo católicas, que procesan diferentes tipos de religión y no se puede tolerar una agresión gratuita a sus sentimientos religiosos.”
“Una medida de corte ideológico más que una medida pro-libertad”.
Contreras considera que Podemos cometería un grave error
Por su parte, el catedrático de Filosofía del Derecho Francisco José Contreras afirma a Actuall que la derogación de estos artículos “sería recibida como una invitación a la provocación, al asalto y perturbación de las ceremonias religiosas”.
“Todos sabemos que los valientes militantes del laicismo no atacarían precisamente las mezquitas, sino las iglesias católicas».
Además, Contreras añade: “Todos sabemos que los valientes militantes del laicismo no atacarían precisamente las mezquitas, sino las iglesias católicas. Y si el Estado hace dejación de su obligación de protegerles, los católicos se verían obligados a organizar la autodefensa. Llegaríamos a un clima de persecución y enfrentamiento que no se había dado en España desde los años de la Segunda República”.