El primer ministro de Hungría Víktor Orbán en una imagen familiar.
El primer ministro de Hungría Víktor Orbán en una imagen familiar.

Hungría cuenta hoy con una poblacion cercana a los 10 millones de habitantes, pero esto no será así por mucho tiempo. En los últimos 35 años ha perdido unos 856.000 compatriotas y se espera que en 2060 se superen con dificultad los siete millones de húngaros.

Por esta razón, el Gobierno liderado por Víktor Orban lleva varios años desarrollando planes complementarios para mejorar las tasas de fertilidad y las condiciones económicas, sociales y familiares.

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No es de extrañar, pues el propio primer ministro magiar predica con el ejemplo: tiene junto a su mujer Anikó Lévai cinco hijos (Ráhel, Gáspár, Sára, Róza y Flóra) nacidos entre 1989 y 2004.

Y parece que los planes están funcionando, porque en 2014 el número de nacimientos creció un 3,2% respecto al año anterior, la tasa más alta en los últimos 30 años.

No en vano, el gobierno húngaro destina el 4% de su Producto Interior Bruto al desarrollo de políticas con perspectiva de familia. 

El desarrollo de estos planes está en manos de la secretaría de Estado para la Familia y la Juventud del Ministerio de Capacidades Humanas, cuyo representante, Attila Beneda, intervino recientemente en la II Cumbre Transatlántica de la Political Network for Values.

Desde 2015 se ha habilitado una deducción fiscal relacionada con la celebración del matrimonio, siempre y cuando se trate de la primera vez para ambos cónyuges

Mientras la Unión Europea mira con lupa a Víktor Orbán por desarrollar políticas sin complejos basadas de forma explícita en el humanismo cristiano (lo que incluye promocionar la familia o luchar contra el aborto), Hungría combate el invierno demográfico en cinco frentes simultáneos. Y con resultados:

1.- Apoyo financiero a las familias

Hasta 2011, sólo las familias con tres o más hijos tenían la posibilidad de obtener una subvención mensual. Desde entonces, ya se pueden reclamar ayudas desde los primeros 90 días de gestación intrauterina (unas 12 semanas de embarazo) con el primer hijo.

Se trata del mismo plazo en el que un país como España, azotado igualmente por el invierno demográfico, contempla como legal la ‘barra libre’ de aborto.

En 2013, cuatro de cada cinco familias con hijos ya habían logrado beneficiarse de estas ayudas. El Gobierno húngaro espera que entre 2016 y 2019 el subsidio para las familias con dos hijos se duplique.

Por otro lado, desde 2015 se ha habilitado una deducción fiscal relacionada con la celebración del matrimonio, siempre y cuando se trate de la primera vez para ambos cónyuges, con idea de animar a las parejas jovenes a contraer nupcias. Esta ventaja financiera es aplicable durante los dos primeros años de matrimonio, o hasta el momento del nacimiento del primer hijo.

Del mismo modo, está en marcha un plan financiero por el que el Estado compra bonos del Tesoro Público a 19 años por cada recién nacido con una cantidad proveniente del erario público a la que se le puede sumar otra aportación de los padres.

La tasa de madres entre los 25 y los 49 años con hijos menores de 3 años se ha elevado hasta el 14,8% en el último trimestre de 2015

2.- Hijos y mercado laboral (en especial, femenino)

El desarrollo de la gestación y parto de un nuevo ser humano recae naturalmente sobre la mujer. Esta circunstancia inherente a la condición femenina tiene un impacto evidente sobre su desempeño profesional y, dependiendo de multitud de factores, puede llegar a incapacitar de forma temporal a la mujer para trabajar.

Por ello el Gobierno de Víktor Orban ha desarrollado planes diversos para fomentar la continuidad laboral femenina, a la par que un correcto desarrollo de la faceta maternal, de tal forma que la tasa de empleo femenina es la más alta en los últimos 20 años, superando el 55%. 

Este aumento ha sido especialmente relevante precisamente en las mujeres con hijos menores de seis años y, más en concreto, aquellas con vástagos que no superan los dos años.

La tasa de madres entre los 25 y los 49 años con hijos menores de 3 años se ha elevado hasta el 14,8% en el último trimestre de 2015. En el mismo periodo de 2010 era del 12,8%.

Conciliar maternidad y trabajo es fundamental para combatir el invierno demográfico.
Conciliar maternidad y trabajo es fundamental para combatir el invierno demográfico.

Esto ha sido gracias a una batería de medidas para que la mujer pueda reincorporarse al trabajo después de la maternidad. Así, el Código Laboral obliga a los empleadores a mantener la contratación a media jornada hasta que el nino cumpla tres años, o hasta los cinco si se trata de familias numerosas. Esta obligación está contemplada junto a una subvención para el empleo a media jornada.

En paralelo, las políticas con perspectiva familiar del gobierno de Víktor Orbán ha puesto en marcha otro lote de ayudas económicas para aquellos que contraten a personas en situación de especial vulnerabilidad entre las que se encuentran mujeres con hijos pequeños. 

En concreto, los empresarios que contraten a estas madres recientes, estarán exentos de cotizaciones sociales por esos contratos durante dos años, más una reducción del 14,5% el tercer año.

3.- El casado casa quiere

Uno de los factores que afectan a la tasa de natalidad es sin duda el tamaño de la casa. Sin posibilidad de vivir en un hogar suficientemente amplio, las posibilidades de plantearse una familia más numerosa decaen.

Para ayudar a sortear esta dificultad, el gobierno de Hungría concede un subsidio para familias jovenes que quieran comprar una casa nueva o usada o para hacer ampliaciones a la que ya poseen, según sus circunstancias.

Entre 2013 y 2014, se logró bajar la tasa de riesgo de pobreza un 5% en familias con hijos y un 7% en el caso de las que tenían tres o más descendientes

4.- Pobreza y protección de la infancia

En Hungría, la posibilidad de caer en índices de pobreza es mayor para aquellas familias con hijos, por eso las medidas de Orbán también están enfocadas a erradicar la idea de que los hijos traen pobreza.

En 2014, el 31,3 % de las familias con hijos y el 25,2% de los matrimonios sin hijos estaban expuestos a la pobreza y la exclusión. La diferencia no es sustancial en tener uno dos hijos respecto a no tener ninguno, sino sobre todo a partir del tercer hijo.

Pero entre 2013 y 2014, se logró bajar la tasa de riesgo de pobreza un 5% en familias con hijos y un 7% en el caso de las que tenían tres o más descendientes.

Patra lograrlo se ha ayudado a estos grupos con beneficios fiscales, bajada de tasas sobre gastos generales como el agua o la recogida de basuras, aumentar las ayudas para guarderías, ampliar la gratuidad de libros de texto al tercer curso infantil o la implantación del Programa Elizabeth de vacaciones sociales.

Para combatir la desprotección de los ninos más vulnerables también se ha reforzado el sistema de adopción.

5.- Programas de sensibilización social

Más allá de los programas que implican la puesta en juego del presupuesto público mediante subvenciones, política fiscal, etc. es imprescindible la puesta en marcha de un programa de sensibilización social que logre concienciar sobre la necesidad de proteger la familia para combatir el invierno demográfico.

Para ello, el gobierno magiar ha puesto en marcha medidas de sensibilización bajo el lema «Popularizando un pensamiento público favorable a la familia», que incluyen cursos dirigidos a jovenes para orientarles en la elección de su cónyuge, el matrimonio y la vida familiar.

Asimismo, existen otras medidas dirigidas a popularizar la institución familiar, mejorar la cooperación armoniosa y la igualdad entre hombres y mujeres y a llamar la atención sobre la importancia de tener hijos a fin de asegurar el futuro del país.

El gobierno de Orban implementa, en paralelo, medidas para fomentar empresas familiarmente responsables, campañas de comunicación de casos de éxito familiar, la promoción de la solidaridad intergeneracional.

Probablemente por tratarse de un país volcado con la protección y promoción de la familia como núcleo de desarrollo social, el Congreso Mundial de Familias se celebrará a finales de este mes en Budapest.

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