Una joven india residente en Londres fue hallada muerta en el interior de un frigorífico con evidentes signo de violencia el pasado día 19 de julio en una casa en obras en el barrio de Kingston, al suroeste de la ciudad.
Agentes de policía encontraron el cadáver de Celine Dookhram, 20 años y residente en la capital británica, la cual vivía con una compañera de piso. Precisamente su amiga fue la que dio la voz de alarma: dos hombres con el rostro cubierto con un pasamontañas y armados con una pistola eléctrica, secuestraron y violaron a ambas amigas, aunque esta segunda pudo escapar con vida.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLas pruebas forenses realizadas al cuerpo ya sin vida de Celine han revelado que la joven india murió de forma violenta, por lo que el testimonio de la compañera de piso ha sido corroborado.
Aumentan los asesinatos a mujeres
De momento hay dos individuos detenidos, Majahid Arshid de 33, y Vincent Tappu, 28 años, que comparecerán ante el tribunal penal de Old Bailey el 11 de octubre acusados de secuestro, violación y asesinato, en el primer caso, y el segundo tan solo afronta los cargos de secuestro de ambas víctimas.
Según la versión de la segunda víctima, Celine fue asesinada por haber entablado una relación sentimental con un musulmán árabe y no indio, cuestión que en ningún caso podían tolerar los familiares indios de la joven.
También han crecido las denuncias por matrimonios forzosos, que se han duplicado en este último lustro en el que las autoridades han registrado 367 casos
Desde luego, no es el primer caso en el seno de una familia musulmana de origen indio. Son los llamados «crímenes de honor», asesinatos casi siempre a mujeres a manos de uno o varios miembros de la propia familia que sienten su honor dañado.
Desde hace algún tiempo este tipo de delitos se ha multiplicado en el Reino Unido donde en los últimos cinco años han crecido un 40% en los que la policía de Londres registró hasta 1.081 denuncias.
También han crecido las denuncias por matrimonios forzosos, que se han duplicado en este último lustro en el que las autoridades han registrado 367 casos. La abrumadora mayoría de las víctimas son mujeres y niñas, y más de la mitad de procedencia asiática.
