El dramaturgo Albert Boadella considera que el Gobierno central no lo ha hecho «muy bien» y ha mostrado su «complejo» frente a Cataluña en su actuación posterior a los atentados en Barcelona y Cambrils (Tarragona) porque no ha sabido «tomar el protagonismo» que requería ese «asunto de Estado».
Boadella (Barcelona, 1943) lo ha dicho así en una rueda de prensa celebrada con motivo de su participación en el ciclo «Escénicas en el Casyc», con su obra «El sermón del bufón», en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEste creador opina que la Generalitat de Cataluña ha actuado «bien» ante estos atentados, mientras que el Gobierno central no ha hecho lo mismo en una cuestión que afecta al «conjunto del mundo».
«No puedo pasear por Barcelona ni diez minutos sin que me llamen traidor, españolista o facha»
En su opinión, el lema «No tenemos miedo», que ha surgido a raíz de estos atentados, es «muy poético» y «filosófico», pero «falso», porque considera que la sociedad sí lo tiene y «mucho».
El precio de la libertad
«Se veían las imágenes de la gente corriendo en la plaza de Cataluña, y la gente tenía miedo, como lo hubiera tenido yo si hubiera estado allí», ha señalado.
El que fuera responsable de los madrileños Teatros del Canal se ha referido al último de los «muchos rifirrafes» que ha tenido con Cataluña, ya que no puede pasear por Barcelona «diez minutos» sin que le llamen «traidor», «españolista» o «facha». «Es consecuencia de la libertad y de que digo lo que pienso», ha matizado.
En esta línea, Boadella ha advertido de que han aparecido «tabúes» que resultan «intocables» en los medios de comunicación y en la sociedad, algo que ve «tremendo».
El director artístico considera que la sociedad no admite nada como «una broma sobre machismo u homosexualidad», y por ello avisa del «mucho cuidado» que se debe tener porque en el futuro «se va sentando jurisprudencia» y «se da por sentado que ese tema ya no se toca». «El precio de la libertad es tener que asumir cosas a veces, que no son las que a nosotros nos gustaría», ha concluido.
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