El 29 de octubre de 1967 se legalizó el aborto en el Reino Unido bajo unas condiciones que buscaban satisfacer las peticiones de unas pocas personas pero que han acabado costando la vida de ocho millones de inocentes, la población de Londres en la actualidad.
Por eso, la asociación pro-life Alliance está intentado que en el 50 aniversario de la ley del aborto repiqueteen todas las campanas de las iglesias del país en memoria de esos ocho millones de fetos que nunca nacieron.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraTambién han pedido que se organicen reuniones de oración de reparación en servicios litúrgicos en todo el país.
Si los que votaron la ley viesen en qué se ha convertido, estarían «horrorizados»
La iniciativa ha recibido el respaldo de la exministra y exdiputada conservadora Ann Widdecombe, quien declaró en un vídeo que la conciencia de Gran Bretaña ha sido «suprimida» en estos últimos cincuenta años
«El Parlamento estaba seguro de que esta ley no iba a suponer la llegada del aborto por mera voluntad de las madres, sino que solo iba a aliviar la miseria en algunos casos muy serios», dijo la política, que aseguró además que si los que votaron la ley viesen en qué se ha convertido estarían «horrorizados».
Y añadió: «Existen todas estas salvaguardas. Se necesitan dos médicos, se necesita que el riesgo de continuar el embarazo sea demasiado grande. Se necesita todo tipo de requisitos para obtener un aborto». Pero de poco ha servido.
Su esperanza, explica, es que los avances en la ciencia , al mostrar al niño en el útero, lleven a las personas a reconocer los derechos de los no nacidos.