Uno de los cerebros de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) es el historiador Víctor Cucurrull –si es que podría tildarse como tal- que se ha hecho famoso por las numerosas tergiversaciones y vueltas de tuerca a la Historia con tal de amoldarla a una supuesta Cataluña milenaria y grandiosa, solo existente en la mente de algunos pocos.
Entre sus “descubrimientos” están Cervantes, que no escribió ‘El Quijote’ en español, sino en catalán; Santa Teresa, también catalana, fue abadesa del monasterio de Pedralbes durante 41 años; San Ignacio de Loyola nació en Alicante (catalán de raza porque todo el mundo sabe que Alicante pertenece a los históricos ‘Països Catalans’); el continente americano recibe su nombre del cosmógrafo de Colón, Américo Vestucio, cuyo nombre verdadero era Améric Despuig…y así un largo etcétera.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraPero Cucurrull no está solo. A sus diatribas se le suman varios miembros del patronato del Institut Nova Història (Instituto Nueva Historia, el nombre lo dice todo).
Entre ellos están Pep Mayolas, quien se muestra convencido de que Leonardo Da Vinci era realmente un hijo del rey Alfons II de Nápoles (perteneciente a la Corona de Aragón pero según ellos a la corona ‘catalanoaragonesa’), emparentado con César y Lucrecia Borgia, familia de uno de los Papas españoles.
Víctor Cucurrull se atribuye ser uno de los ideólogos del llamado “derecho a decidir”
No solo esto. Erasmo de Rótterdam no era holandés, sino catalán hijo de Cristóbal Colón (también catalán cuyo nombre real era Critòfol Colom).
A Mayolas se le suman Jordi Bilbeny y Lluís Batlle, quienes aseguran que Marco Polo y los autores de El Cid, La Celestina y El Larazillo de Tormes también eran catalanes. Sin saberlo, resulta que el mundo entero es catalán.
Derecho a decidir: ruptura unilateral
Víctor Cucurrull se atribuye ser uno de los ideólogos del llamado “derecho a decidir”, que no es más que camuflar la ruptura unilateral con España con un barniz democrático basado en votar.
Según él mismo explica en agosto de 2016, recogido en un vídeo por la web Dolça Catalunya, “nuestro proyecto es secesionista, nosotros queremos irnos de España. Pero eso es feo, cuesta de vender. En cambio, convertimos este proyecto en un proyecto de radicalidad democrática”.