«El problema de Cataluña se solucionaría cerrando dos meses TV3», dijo una vez el comediógrafo Albert Boadella.
Una idea casi perogrullesca en la era de la teledemocracia como saben todos los políticos, politólogos y especialistas en lenguaje persuasivo, desde que John F. Kennedy derrotó a Nixon en un famoso debate ante las cámaras. Al cabo, los platós pueden ser más determinantes que las urnas.
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Suscríbete ahoraPero a la hora de hacer frente al golpe de los independentistas en Cataluña, el suceso político más grave en décadas de democracia, el Gobierno de Rajoy se ha dejado en el tintero a la televisión catalana, la TV3, una bien engrasada máquina de propaganda nacionalista.
Y Mariano Rajoy ha convocado elecciones sin incluir la intervención de la TV3 en la aplicación del artículo 155. El Estado central asume la Generalitat, toma las riendas de la Administración autonómica, pero deja intacto el bunker audiovisual y sus telediarios.
«Es asombroso que los medios de comunicación públicos de Cataluña, que deberían ser objetivos, sigan en manos de los golpistas» señala a Actuall, Alejo Vidal-Quadras, exvicepresidente del Parlamento Europeo y responsable del PP en Cataluña en los años 90.
Y añade: «Los partidos que defienden la Constitución -PP, C’s y el PSC, a medias- van con una mano ya atada a la espalda porque TV3 estará soltando todo el día munición contra ellos».
Y no sólo porque TV 3 haga descaradamente campaña por Esquerra y las demás fuerzas «indepes» sino porque la tele autonómica es la gran herramienta del nacionalismo catalán para construir el imaginario nacionalista y alimentar el odio a lo español.
Pujol dijo que el nacimiento de TV 3 era necesario para la normalización del catalán, pero a lo que se ha dedicado ha sido a la propaganda
Así se concibió en 1984 cuando se creó TV3, como la herramienta de la Generalitat, después de la aprobación del Estatuto en 1979. El entonces presidente Jordi Pujol defendió el nacimiento de TV3 como «necesario» para la normalización del catalán. Pero en la práctica más que normalizar la lengua, la cadena se ha dedicado a la propaganda política, vulnerando las más elementales normas de neutralidad.
Lo último ha sido el adoctrinamiento de los niños al explicar en su canal infantil, Super 3, qué los golpistas procesados por rebelión y malversación de fondos son presos político, mediante un vídeo en el que se identifica a los Jordis y al resto de exconsejeros del gobierno catalán encarcelados, así como a los fugados en Bélgica.
https://www.youtube.com/watch?v=La6-Es-PgPg
Explica que los presos políticos son aquellas personas que están en prisión por defender sus ideas, ideas diferentes a las que tienen los que gobiernan. Cuando Puigdemont, Forcadell o Junqueras no están entre rejas por sus ideas sino por haber vulnerado la ley.
Concapa (Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos) presentó un escrito ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional en el que solicitaba que se investigue a TV3 por si «hubieran podido cometer diversos delitos en la emisión del programa ‘infoK'».
Alegaba que el programa daba una visión totalmente «doctrinaria, parcial y sesgada del independentismo catalán, adoctrinando de forma evidente a la audiencia infantil conforme a los postulados que políticamente defiende el Gobierno catalán».
La junta electoral provincial de Barcelona resolvió que TV3 infringe el principio de neutralidad informativa al utilizar las expresiones como «Govern en el exilio» y «consejeros exiliados» para referirse al expresident Carles Puigdemont y los cuatro exconsejeros catalanes que se marcharon a Bruselas tras ser destituidos al aplicarse el artículo 155.
Como si Puigdemont y los demás golpistas fueran Juan Negrín o Martínez Barrios, presidentes de la II República en el exilio, o José Antonio Aguirre, presidente del Gobierno vasco en el exilio.
«Si TV3 está haciendo campaña en distintos programas acerca de la independencia de Cataluña y favorece solo la opción de los nacionalistas y no las demás, está incumpliendo el Estatuto de la Televisión Pública», señala a Actuall Justino Sinova, periodista y catedrático emérito de la Universidad San Pablo CEU.
La independencia relatada como un cuento
Tras la supuesta jornada electoral del 1-O, de carácter claramente ilegal, la misma cadena infantil relató a los niños lo ocurrido ese día como si de un cuento se tratase.
«Todo comenzó una noche cerrada». Con estas palabras comenzaba un vídeo incluido dentro del informativo infantil el que se explicaba a los niños, bajo un punto de vista claramente nacionalista, lo ocurrido durante el 1-O.
Mientras una gran parte de la sociedad asegura que lo emitido es una forma clara de adoctrinamiento a los niños manipulando la información; otros responden que su objetivo es contar a los más pequeños la realidad del referéndum, eso sí… sin mencionar el término «ilegal».
Mientras tachaba de violentos a los agentes del Estado, ensalzaba la labor de agentes autonómicos y bomberos
En el reportaje, la televisión autonómica diferenciaba las actuaciones policiales de Policía Nacional, Guardia Civil y Mossos d’Esquadra. Mientras tachaba de violentos a los agentes del Estado, ensalzaba la labor de agentes autonómicos y bomberos.
Además, la presentadora ponía en valor las urnas considerándolas «el tesoro más apreciado».
«Total, que el material se llevó a los centros de votación como en una peli: escondido, con llamadas secretas y con gente vigilando para que no los descubriesen», relató la periodista.
Compara a Rajoy con Hitler, y a sus ministros con dirigentes nazis
La traca final ha sido el intento de manipular las mentes infantiles, cuando el desafío secesionista llegaba al clímax con el referéndum ilegal. Pero toda la historia de TV3 es un catálogo de manipulaciones al servicio de la propaganda.
Una propaganda que incluye el trazo grueso. El programa humorístico ‘Polònia’, que presenta Toni Soler, llegó a equiparar a Rajoy con Hitler -y a varios ministros, con dirigentes nazis.
Era una parodia, de acuerdo. Lo cual es legítimo desde el punto de vista de la libertad de expresión, pero imagínemos qué hubiera pasado si alguien en TVE hubiera puesto a Puigdemont como dictador nazi.
Sobre esta emisión se pronunció el Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), que preside Roger Loppacher, y dictaminó que las imágenes no vulneraban la legislación actual, tampoco eran una banalización del nazismo, y a su juicio, lo emitido estaba «plenamente amparado en la libertad de expresión».
No es de extrañar la postura del CAC si se tiene en cuenta que se trata de un órgano censor y autoritatio. Sanciona, concede y retira licencias al servicio de los intereses de un poder político que lo ha creado y nombra a dedo a sus miembros.
El Consejo Audiovisual Catalán (CAC) fue acusado de inconstitucional, al otorgarse la capacidad de cerrar medios sin orden judicial
Creado en 2005, en tiempos del tripartito presidido por el socialista Pasquall Maragall, el Consejo fue acusado desde el principio de inconstitucional, al arrogarse funciones propias de los tribunales de justicia, como interpretar las leyes en relación a la libertad de expresión e incluso otorgarse la capacidad de clausurar medios de comunicación sin necesidad de orden judicial.
El CAC está integrado por diez miembros, nueve de los cuales son elegidos por el Parlamento de Cataluña, y el otro miembro, que es su presidente, es propuesto y nombrado por el Gobierno de la Generalitat.
Es decir, un órgano político puro y duro, al servicio de la mayoría parlamentaria nacionalista o de los mandatarios de turno. Y los mandatarios de turno han sido siempre nacionalistas (toda la etapa de CiU) o colaboracionistas (el PSC de los tripartitos). De hecho, al CAC se le ha acusado de repescar la censura para perseguir a los medios disidentes en la Cataluña nacionalista.
En cambio el Consejo Audiovisual es sumamente benévolo cuando se acusa a nacionalistas de atentar contra la Constitución. No sólo ampara esa comparación entre el gobierno español y el nazismo de Hitler, sino que protege bajo el paraguas de la libertad de expresión la actuación de la periodista Empar Moliner, que quemó un ejemplar de la Constitución en directo.
«Si calentarse en invierno es inconstitucional, los catalanes pobres tendrán que calentarse con cualquier libro a modo de estufa», espetó al mismo tiempo que quemaba la Carta Magna.
Moliner no es la única voz que ha ido contra el orden constitucional. La exdirectora de TV3, y periodista al servicio de la sedición, Mónica Terribas utilizó su programa en la radio pública catalana (Catalunya Radio) para pedir a los oyentes que delatasen los movimientos de los policías y guardias civiles enviados a Cataluña a impedir el referéndum ilegal del 1-O.
A raíz de lo ocurrido, la Unión de Oficiales de la Guardia Civil denunció a Mónica Terribas por solicitar a los oyentes que transmitan los movimientos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (FCSE), «favoreciendo así implícitamente actuaciones contra el orden público».
Unión Oficiales @guardiacivil presenta denuncia contra periodista Catalunya Radio Mónica Terribas por poner en riesgo dispositivo policial pic.twitter.com/cQb9Mc2b3M
— Unión de Oficiales (@UnionOficiales) September 24, 2017
Manipula hasta los mapas del tiempo
El afán propagandístico de TV3 no se agota en los telediarios o los espacios de humor. Llega hasta la meteorología. O mejor dicho se sirve de ella. El canal autonómico ha llegado a manipular los mapas del Tiempo, al ensanchar los límites geográficos de Cataluña.
Es habitual que a la hora de dar el tiempo se utilice un mapa de los territorios catalanes, con la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares dentro de sus fronteras.
Claro reflejo del sueño pancatalanista, pero una falta muy grave de un medio de comunicación contra los ciudadanos de las comunidades anexionadas sin permiso de nadie.
La tv más cara silencia a la mitad de los catalanes
Por todos estos motivos, la oposición en bloque denuncia que la televisión se ha convertido en un ejército de propagandistas a sueldo del secesionismo.
Y es que todos los medios al servicio del Govern marginan a casi la mitad de la población de Cataluña, que se proclama en contra de la independencia. Véase el ejemplo a continuación.
Cinco son los canales que tiene la televisión autonómica, sin embargo, solo el 24 horas hizo «hueco» a la histórica manifestación del 😯 a favor de la Unidad de España.
TV3 dijo a su audiencia que la manifestación del 8-o Estaba convocada por la Falange en nombre de José Antonio, cuando era obra de Sociedad Civil Catalana
TV3 informó a su audiencia que la convocatoria estaba organizada por la Falange en nombre de José Antonio Primo de Rivera, cuando era obra de Sociedad Civil Catalana.
Es decir que con esta manipulación de los hechos insultaba a más de la mitad de los catalanes (los que no son independentistas). Y encima con el dinero de sus bolsillos. Porque el canal lo pagan ellos.
Y a un precio elevado. Y es que en plena crisis económica, entre 2012 y 2015, la Generalitat elevó el gasto de las nóminas en un 33%, según apunta Xavier Barraycoa, escritor y profesor universitario, en un análisis para el digital El Debate de Hoy.
Actualmente, tiene una plantilla de 2.312 trabajadores y unos gastos de personal de 159 millones de euros, superiores a Atresmedia, una cadena que tiene quince veces más ingresos por publicidad.
Entonces ¿por qué sigue TV 3 intoxicando?
Ante semejante historial cabe preguntarse ¿como se ha dejado viva y coleando a una televisión claramente manipuladora e intoxicadora?
La respuesta es clara. La insensatez del PSOE y la cobardía del PP. El gobierno de Mariano Rajoy asumió la enmienda de los socialistas para que los medios de comunicación quedasen exentos de la intervención, lo que supuso que el Ejecutivo no controlara TV3 a través del artículo 155.
«Con la aplicación del artículo 155 se cesó al Gobierno, porque era un instrumento clave para dar el golpe de Estado y se sustituyó al jefe de los Mossos D’Esquadra -ya que éstos impedían que actuaran los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado-, entonces ¿por qué no se interviene TV3?», espeta Alejo Vidal-Quadras.
Vidal-Quadras: «Así no se pueden garantizar unas elecciones limpias»
Y recuerda que la aplicación del artículo tiene como objetivo devolver Cataluña a la legalidad y al orden constitucional, «lo que significa neutralizar todos aquellos instrumentos de los que se han valido los separatistas para dar su golpe de Estado».
Para Justino Sinova la aplicación del 155 ha sido parcial y agrega que «el gobierno se encontró ante la disyuntiva de que actuar contra la televisión catalana o contar con el apoyo del PSOE» y ante esta situación «eligió el mal menor».
Vidal-Quadras se pregunta «habrá que preguntarle a los socialistas cual es el interés que tienen para seguir permitiendo que el principal altavoz de los golpistas, del ataque a la unidad de España y a la Constitución, siga soltando su veneno sobre la sociedad catalana días antes de unas elecciones tan inmediatas como son las del 21 D».
Porque «así no se pueden garantizar unas elecciones limpias» apostilla.
Al iniciarse el «procés» independentista en 2012, el ente catalán empezó a perder share, pasando de unas medias de 17% de cuota de pantalla hasta llegar a bajar al 10%
Paradójicamente – apunta Barraycoa- al iniciarse el «procés» independentista en 2012, el ente catalán empezó a perder share, pasando de unas medias de 17% de cuota de pantalla hasta llegar a bajar al 10%.
A pesar de la pérdida de audiencia, TV3 sigue siendo el medio de información preferido de los catalanes independentistas. Según los últimos datos ofrecidos por los barómetro de la Generalitat el 87,5% de los votantes de Junts pel Sí consume informativos de esta cadena. Así como el 83, 1% de los simpatizantes de la CUP.
Sin embargo estas cifras se empiezan a desinflar si nos fijamos en que el 27,9% de los votantes de Catalunya Sí Que Es Pot siguen la actualidad a través de la televisión autonómica.
Y a medida que las formaciones se alejan de los ideales separatistas, el porcentaje va bajando: el 17% de los seguidores del PSC ven TV3 frente al 11,3% de Ciudadanos o el 7,2% del PP.
Vicent Sanchís, director de TV3: «la legalidad vigente es la que emana del Parlament de Cataluña».
Veremos en qué acaba todo esto. Porque cada nicho de audiencia tiende a ver la oferta ideológica más afín.
Lo que está claro es que el canal autonómico sigue enarbolando el sececionismo y el desafío al orden constitucional que el Gobierno de Rajoy dice defender.
Lo ha dicho abiertamente el director de la cadena, Vicent Sanchís, en una entrevista en La Sexta, aseguró que, a su juicio, «la legalidad vigente es la que emana del Parlament de Cataluña».